Hablando de mentiras
| 8 octubre 2013Mentira, una palabra que recurrentemente en mi vida estos últimos días, recordando las cosas que se vivieron entorno a una persona que fue la más importante en un largo periodo de tiempo, las canciones que acompañaron su despedida cuando decidió decir adiós, esa canción con la que lloré abiertamente en la sala de un cine, es la misma canción que hoy me acompaña, pero existe una diferencia.
Recuerdo aquella noche se sentía muy dentro, que lastimaba hasta los huesos de tanta tristeza que provocaba, los ojos llenos de recuerdos y llenos de silencios, el alma llena de ausencia y desesperación por esperar y extrañar a alguien que claramente no quiso quedarse, pero hoy después de unos meses de esa ultima ocasión, aquí estoy escuchándola de nuevo y me doy cuenta que, aún está llena de sentimientos pero diferente, escucho las palabras, y ahora no son las palabras aquellas que lograban tanta tristeza, digamos que es una etapa superada, como cuando regresas a un lugar solo para probarte a ti mismo que ya lo olvidaste, es por eso que elegí esta canción, para escribir, solo para darme cuenta que ahora puedo escucharla y puedo recordar al causante de aquellas lagrimas y ahora no sucede nada más.
Hablando de mentiras, tengo la opinión de que cuando te pasa algo, las cosas, los lugares, las canciones te recuerdan en repetidamente estas situaciones, así que algo relacionado con la mentira. Si Algo de lo que dijo fue real, ahora no lo sé, lo único que puedo pensar es que yo conviví con el chico, que dejó tantas enseñanzas en mi vida, tal vez apareció en el momento adecuado y duró el adecuado. Y aún cuando Las personas mienten puedo darme cuenta, que su mentira fue una gran parte de mi verdad, no hay raza, ni pueblo, ni nación que haya sido capaz de vivir sin mentiras.
Andrea