LA TERTÚLIA DEL QUART PIS

El passat 8 de març, es va celebrar el Dia Internacional de la Dona. Un dia en homenatge a les dones lluitadores que durant anys i anys han lluitat pels seus drets, per la igualtat, i per la llibertat. Aquest dia se celebra el 8 de març, ja que fa molts anys, va morir un total de 140 dones en una fàbrica de Nova York.

Al llarg de la història, el paper de la dona s’ha limitat a fer feines de casa i cuidar dels nens, o bé treballar en condicions precàries per guanyar la meitat de sou de què l’home guanya. Amb el pas del temps, les dones s’han manifestat, han lluitat amb totes les seves forces per canviar la situació. Fa molts anys, ni tan sols es permetia que les dones votessin, fins que després de moltes revoltes, manifestacions i anys de dura batalla, es va aprovar el dret que la dona també pogués votar. I aquest és només un dels exemples de la valentia de les dones al llarg de la història.
Avui dia, les dones juguen un paper important en la societat, tenen els mateixos treballs que els homes, se les considera igual de poderoses i capaces que als homes. Sembla mentida, però, que encara i així, encara es visquin certes desigualtats entre homes i dones. La societat actual, segueix sent una mica desigual, a pesar de les millores en els drets de les dones al llarg de la historia. Clars exemples de la desigualtat que es viu encara són, el fet que la dona ocupi llocs de menys responsabilitat laboral, que cobri menys que els homes, que un tant per cent més alt de dones, deixi el treball per cuidar dels fills, que la societat tingui l’estereotip que les dones són qui s’ocupen de la casa i dels fills, i molts més.
Inclús, a hores d’ara, a alguns països, hi ha lleis més aviat masclistes, que prenen drets a les dones, i creen una gran desigualtat entre homes i dones. En llocs com aquells, a més a més, la societat infravalora la capacitat de les dones, i se les tracta com a un ser inferior a l’home. Allà especialment, és on s’ha de lluitar encara més per aconseguir la igualtat i la llibertat.

Dies com aquest, demostren que les dones som capaces de tot, hem de seguir l’exemple de milers i milers de dones que durant segles s’han manifestat i han lluitat per la igualtat i els drets.

Laia Casero

Antes de empezar quiero presentarme. Todos me conocéis. En mi especie somos todos muy diferentes. La mayoría somos redondos pero los hay cuadrados, triangulares… todo se moderniza y nosotros también hemos evolucionado. El primero de nuestra especie era muy simple. Tenía un solo brazo que le salía del medio y la luz del sol reflejaba su información en su cuerpo mediante la sombra de su extremidad. Fuimos evolucionando y la tecnología nos hizo más prácticos. Solíamos ser grandes y ruidosos y con un esqueleto muy complejo. Bueno, tampoco quiero hablar demasiado de la historia de los relojes. Sí, así es, soy un reloj. Un reloj de cuco. Muchos de mis amigos me dicen que soy un viejales. Ellos son digitales, no tienen ni agujas ni números romanos. Incluso los hay que marcan la hora en el techo… ¡Madre mía!

Mi mejor amigo es un reloj de pared. Es un poco plasta por eso. Todos los de nuestro grupito de amigos le dicen que se calle, aun así se pasa el día que si tic y que si tac. Yo de vez en cuando también tengo mis momentos pero no es culpa mía. Es el pajarraco que tengo como corazón… A pesar de eso soy muy útil porque tengo la cabeza muy normal, como yo hay miles, ya sabéis: números romanos, dos agujas muy antiguas y una casita. En la puerta de esta casa, mi boca, es de donde sale mi corazón. Nadie sabe lo mal que lo paso. Es como si vomitara. Y lo peor no es cuando sale, sino cuando vuelve a entrar. Creo que me estoy haciendo viejo… A los humanos les gusto porque siempre les llamo cuando más lo necesitan.

Lo que quería contar en este texto es muy breve. La larga introducción era para que os dierais cuenta que, a pesar de ser muy diferentes, todos somos amigos, no hay diferencias, todos tenemos los mismos derechos. Son los humanos los que nos califican, nos condenan a una política absolutista con una sociedad estamental. Yo soy bastante caro pero creo que tengo los mismos derechos que un reloj de pulsera. Pero entre nosotros no somos ni racistas, ni machistas, ni acloqueros (relojes que insultan a otros por la falta de mecanismo). Aun así yo siempre he envidiado a aquellos relojes que tienen cronómetro, pulsímetro y todo lo demás. Pero soy feliz, tengo a mis amigos, mi familia y mi vida.
Creo que los humanos cada vez me tienen más olvidado. Solo usan los relojes más jóvenes y me tratan un poco mal. Lo cierto es que, a veces los más viejos somos los más sabios. Bueno tengo que dejaros, que el tiempo es oro y tengo mucho trabajo. ¡Hasta otra!

Pau

Seguro que más de una vez os han dicho “eres la/el mejor”, como si fuera un halago. A mi me lo han dicho y yo pienso “mejor que qué/quién?”, me siento comparada y no me gusta.
No se debe comparar a nadie con nadie. Todos somos especiales, cada uno a su manera. Y cada uno en su manera de ser es el mejor. Cada persona es un mundo, unas experiencias, unos hechos, unas circunstancias, etc… Resumiendo, un resultado de todo lo que ha vivido y niguna vida es igual a otra, ni mejor o peor que otra.

Por lo tanto nadie es mejor o peor que nadie y a la vez todos somos iguales pero distintos.

Celia.

Estábamos en clase de catalán. Anton Maria nos hablaba de algunos de los mitos griegos más famosos, por ejemplo, el mito del valiente Hércules o el de los orígenes de Roma, Rómulo y Remo. También nos mencionó el de Pandora.

De golpe la curiosidad picó en mi mente: ¿A quién o a qué debe pertenecer este nombre tan bonito? No pude evitar pedirle a Anton que nos lo explicara, y Anton, encantado, dijo así:

Prometeo robó a Zeus el poder del fuego para dárselo al hombre humano. Zeus al enterarse de la gran traición de Prometeo, decidió castigarle, a él y al resto de la humanidad. Así que ordenó a Hefesto que modelara una mujer con arcilla y que le diera todos los dotes de mujer: seducción, sensualidad, belleza, pero a la vez también todos los males dotes como la mentira o la traición. Además a esta mujer hecha por Zeus le otorgaron una caja y le dijeron que no la abriera debajo ninguna circunstancia. Pero Pandora, curiosa, la abrió y de allí salieron todos los males de nuestro universo.

¿Un castigo para la humanidad? ¿En realidad son eso las mujeres? ¿Qué culpa tienen ellas de vivir en un mundo tan machista? Desde la antigüedad ellas han estado por debajo de la sociedad, sin derecho a trabajar, sin derecho a mandar, sin derecho a votar, sin derecho a tener una vida.

No lo entiendo, en realidad, ¿Ha cambiado tanto la sociedad desde aquellos tiempos hasta ahora? Yo creo que no tanto como creemos. Sí, ahora trabajan, ahora tienen derechos, pero esto no es del todo cierto. No hace falta ir tan lejos, en la religión musulmana la mujer tiene que vestir sin poder enseñar ni las piernas ni el pelo. También hay crueles castigos contra ellas, como la horca o como la lapidación. ¿Es esto justo? En cambio el hombre puede ser tan infiel como se le antoje, puede saltarse la ley y lo máximo que le caerá son unos cuantos años de cárcel y ya está.

Hombres y mujeres. Mujeres y hombres. ¿Llegaremos, finalmente, a ser iguales alguna vez?

Andrea Vidal Ruiz.

El fet de ser de raça blanca o negre ha d’implicar conflictes? Tant uns com els altres som iguals, que tenim sentiments. L’odi és un d’ells, però aquest no hauria d’estar lligat per un simple color de pell. Ningú escull on néixer, ni la seva família, ni ser alt o baix, si tenir pigues o no tenir-ne, són coses que no podem triar-les.

La gent de color fa segles que ha estat menyspreada. Ningú tenia dret a tractar-los com esclaus ni inferiorment i tampoc jutjar-los sense raons de robar per exemple, per el seu color. Actualment encara hi han baralles racistes, amb la finalitat de fer mal psicològicament i físicament. Amb paraules ofensives discriminant a la persona pel que és, i no per com és interiorment. Aquests comentaris fan que es fomenti el racisme a la societat.
Estem en el segle 21, s’ha suposa que hem d’anar obrint la ment. Fixar-nos en els errors de les generacions passades, per construir un món més just i millor. On tothom puguem opinar lliurement sempre i quan respectant les diferents opinions, tot i que no les compartim.

Sandra Moradell