Papi
miriamgomez | 12 març 2015A veces van llegando esas fechas que para toda la familia eran muy importantes, te das cuenta que ya no tienen tanta importancia, ya que la gente que hacía posible esos días ya no está.
Ya hace dos años desde aquel último adiós que le dije a mi padre, aquella tarde cuando lo fui a ver al hospital no me imaginé en ningún momento que iba a ser el último abrazo y el último te quiero. Muchas veces me arrepiento de haberle chillado o contestado mal. Cuanto daría por un simple abrazo de aquellos que me daba, o cuando yo pasaba al lado del sofá y me cogía la mano.
He escuchado a mucha gente decir “qué bien estaría sin padres!” o incluso jóvenes decir “qué pesados!”, solo pienso las veces que lo he dicho yo, y lo que daría ahora por tener a mi lado a mi padre. Puedes tener amigos y preferir estar con ellos, pero los amigos no van a estar toda la vida, es la familia que está tanto en lo buen como en lo malo.
Míriam