LA TERTÚLIA DEL QUART PIS

Avui és un dia com qualsevol altre, estic a l’institut, concretament al pati, ja que són dos quarts de dotze. Estic sola ara mateix. Els companys em tenen com a una persona estranya. El motiu? No el sé, certament. Crec que és per ser com sóc i fer el que em fa feliç. Llavors penso en la dignitat, sí, aquest concepte que estem estudiant a ètica i que fins no fa gaire em semblava força estrany. Ara ja sé que és un límit infranquejable que compartim totes i cadascuna de les persones del món. Penso que no me’n queda gaire, de dignitat, a causa de les petites accions que m’han anat perjudicant, que han fet un forat en mi. Però, certament, això no pot ser.

La dignitat és el nostre valor, el principal que tenim, pel fet de ser persones. Però, què significa el concepte de “dignitat”? Sincerament, no es pot explicar amb paraules, ja que per a cada persona és diferent. Per a mi, la dignitat és l’espurna d’energia que tenim a dins; pot atenuar-se cada cop que algú ens humilia, però mai no es pot apagar. Per tant, és la força que ens ajuda a mantenir-nos drets i a somriure malgrat tot.

Sona el timbre. Bé, he de tornar a classe, però abans decideixo una cosa: seré més forta que la meva pròpia dignitat, per tal que ningú pugui ni tan sols atenuar aquesta espurna que habita en el meu interior.

El mejor momento de una relación de pareja es cuando aún no ha comenzado. Mi teoría de los instantes previos, es que siempre es mejor lo que está a punto de ocurrir, que lo que acaba pasando. Por este motivo, lo más emocionante del día de Reyes es levantarte a primera hora de la mañana, y ver todos los regalos amontonados. Desenvolverlos, muchas veces, es decepcionante. Mi teoría de los instantes previos también dice que lo más bueno de una comida es el aperitivo, y que lo mejor de un plato es ver cómo el camarero te lo lleva a la mesa, mientras la boca se te hace agua. Que lo mejor de dormir es el momento justo antes de dormirte, cuando entras en la cama, notas las sábanas frías y piensas en que aún te queda mucho tiempo para descansar. Que lo mejor, es la emoción de aquella ducha antes de salir de fiesta, cuando se apagan las luces en el cine, cuando está punto de empezar el concierto o el partido de tu equipo de fútbol preferido. Para los que creen en la teoría de los instantes previos, como yo, el mejor día de la semana es el viernes; o tal vez el jueves, porque todo está por venir. Por eso, el mejor momento del verano pienso que es la noche de San Juan. El resto, sobre todo agosto, es un domingo por la tarde que se alarga. Y el 31 de diciembre nunca celebramos el año que hemos vivido sino lo que aún tenemos que vivir. Celebramos el año que no hemos tenido tiempo de estropear y que, de momento, está tal y como lo imaginamos. Con todo esto, reconocemos que nos gusta empezar las cosas, pero nunca, terminarlas.

Valentina

Aquesta vegada m’ha tocat escriure l’article en un dels dies més esperats de l’any: el 31 de desembre. En un principi em feia una mica de mandra però després em vaig adonar de que hi ha molts temes sobre els que puc parlar, ja que en aquest dia acaba un any i en comença un altre.

La veritat és que el 2013 m’ha passat volant. Sembla que sigui ahir quan estava esperant que arribessin els convidats en aquest dia tan especial. I aquí estic un any després, altre cop esperant amb impaciència l’arribada dels nostres amics per passar una nit única i fantàstica. I és que el temps passa massa ràpid, no te n’adones i ja ha passat un any, un altre, i un altre… Em fa pena però alhora estic feliç, és una sensació una mica estranya.

A més, en aquest dia moltes famílies i amics es reuneixen per passar junts moments de diversió i menjar el raïm tot desitjant un bon any nou. Com he dit abans, aquest també és el meu cas. Per cap d’any vénen uns amics a sopar a casa i tots ens divertim xerrant, sense cap mena de preocupació, esperant l’arribada del nou any.

Hi ha molta gent que té l’esperança de que el nou any serà millor que l’anterior i que els problemes se solucionaran. Per exemple, que la crisi s’acabarà i que tot anirà millor o que la gent malalta propera a tu es curarà. Aquestes són algunes de les moltes esperances que corren entre nosaltres. Tot i que no sempre es compleixen, mai cal perdre aquesta esperança que ens impulsa a seguir vivint i a gaudir de la vida.

Bon any nou!

Marina

Con este título no quiero referirme al sentido literal de la palabra volar, sino a esas ilusiones llamadas sueños que hacen de esta vida un lugar lleno de emociones. Se define sueño como proyecto, deseo o esperanza sin probabilidad de realizarse. Por una parte, estoy de acuerdo con esta definición pero por otra pienso que los sueños no son siempre imposibles.

¿Quién dijo que lo eran? Algunos de ellos son pequeñas o grandes ilusiones que nos impulsan a seguir hacia adelante, no hay mayor satisfacción que ver cómo se cumplen. Así pues, tenemos que luchar tras aquello que queremos. Nadie tiene que decir que nuestras ilusiones no van a poder cumplirse.

También hay que tener en cuenta que muchas veces el camino para conseguir aquello que queremos no es fácil. Hay que aprender que no siempre tenemos lo que deseamos pero si lo intentamos, podemos obtener aquello que necesitamos.

Aunque otras veces nos damos cuenta que hay cosas imposibles de alcanzar. En estos casos, tenemos que mirar el lado positivo de las cosas. Puede que no se haya cumplido un sueño porque era por naturaleza imposible o por muchos otros motivos, pero tenemos que estar satisfechos al saber que lo hemos intentado.

Xènia Caballero

Pues nada, 15 minutos ya delante del ordenador sin saber qué escribir. Realmente aún no me he puesto en serio, solo me he limitado a hacer ver que pienso, he puesto las manos encima del teclado y con eso creía que me bastaba.

Esto me pasa muchas veces en situaciones distintas. No sé si me explico, ¿sabéis eso de que quieres algo y lo pides pero no haces nada más para conseguirlo? Quiero decir que, ahora ya hablando de objetivos, metas y todas estas cosas, cuando queremos algo no solemos esforzarnos. Nosotros solo lo pedimos y decimos que sí, que estamos dispuestos a luchar por ello, pero lo que pensamos de verdad es que las cosas ya llegarán por sí solas, que todo a su tiempo, que solo hace falta paciencia.

Yo hablo en plural para no hacer de este tema una cosa muy personal pero, la verdad, no tengo la más mínima idea de lo que le pasa al resto del mundo en estos casos. Igual soy la única que pienso así, no se sabe. Volviendo al tema, no quiero decir que la paciencia sea algo malo ni mucho menos. Pero a veces nos pasamos la vida esperando que pasen cosas buenas y lo único que pasa es la vida. Otras veces, avanzamos sin darnos cuenta y algo magnífico sucede (así, de la nada) pero tranquilos, que esto nos es muy común, al menos en mi vida.

Ya acabo, solo decir que (en este caso) lo que cuentan son los hechos, no las intenciones, ya que por más que desees algo con todas tus fuerzas, no es suficiente;“Si quieres algo, sal a buscarlo y punto.”.

laiavalldosera

La semana pasada empecé un nuevo libro. No os voy a especificar el titulo ni de qué trata ni nada de eso, ya que dudo mucho que a alguien le interesase. Pero bueno, la cosa es que hubo un pequeño apartado que me llamó mucho la atención:

Sencillamente se basaba en que unos investigadores realizaban un experimento sobre el poder de la actitud, realizado con unas ratas. Querían ver cómo las actitudes de las ratas afectaban a su voluntad de vivir. Empezaron con dos ratas. Pusieron una rata en una bañera grande llena de agua, con los bordes muy altos para que no pudiera salir. Luego pusieron la bañera en un cuarto oscuro. Cronometraron el tiempo que la rata continuó nadando antes de darse por vencida. Aguantó un poco más de tres minutos.
A continuación, los investigadores metieron otra rata en la misma bañera, pero esta vez permitieron que un intenso rayo de luz alumbrara la habitación. La rata nadó más de treinta y seis horas, setecientas veces más que la rata que había permanecido a oscuras.
¿Por qué? La rata que no tenía luz, no tenía esperanzas. Al mirar hacia adelante sólo veía oscuridad. No había ninguna razón para seguir nadando. (…)

Supongo que eso es lo que nos pasa a veces a alguno de nosotros, cuando nos enfrentamos a situaciones realmente difíciles, nos estancamos. No vemos un motivo por el cual guiarnos y continuar y en algunos de los casos, nos permitimos rendirnos.

Al igual que la segunda rata, deberíamos tener la ayuda nosotros también, de la aparición de un foco, aunque sea imaginario. Algo por lo que poder guiarnos, y sobre todo ese “algo” que no nos impida abandonar nuestros propósitos o sueños. Así que la próxima vez que tengáis un mínimo problema o una mínima dificultad, no tiréis la toalla, no os deis por vencidos, poned un poco de imaginación y imaginaros ese foco, ese rayo de luz que de alguna manera todos necesitamos.

Jade

Sentir-se impotent, trepitjat. Es veu d’una hora lluny, ets un vençut. Vas néixer per perdre, pots lluitar, ser un rebel; tot inclòs, no més enllà de ser una causa perduda amb potes i veu pròpia.

T’ho han deixat ben clar, vius als núvols, immadur, somiatruites. Només un fill de bona casa, amb tics desobedients. Fins i tot s’ho guarden, per no ofendre, però et creuen paràsit, hipòcrita. L’únic dipòsit de confiança en tu, que canviaràs. Erren desmesuradament.

La consciència, maleïda consciència… tot i saber-la justa, per molt que hi creguis; continua dictant-te el camí a seguir, però mai desfà l’ombra del dubte. Si tan segur estàs dels teus actes, perquè sempre acaben en fracàs? Potser tenen raó, potser ets fora de la realitat… O no?

Acabaràs tan resignat com qualsevol altre? Tocant de peus a terra, ajudant, treballant “ de veritat ” ?

Com l’odies, la consciència; irònicament, però, t’encanta sentir-te tan just, fidel al teu pensar. No la pots evitar, és sempre allà, però et deleix.

I després de tot, cansat de xocar amb murs infranquejables, de rebre garrotades, només podent quedar-se quiet, estès en la insolvència amb un mateix. No vols pas que ningú et plori, ni ser vist com una pobre víctima. Car que l’admiració dels altres, ni que sigui per pena, se’t fa estranya, molesta a hores d’ara. És admirable el desencís?

Encara hi haurà qui et digui: “ Sempre queda l’esperança”. Saps molt bé que no et mou l’esperança. Ni la consciència, aquesta, només un agut xisclar a les orelles, que et manté despert, dintre el seus marges. Allò que realment et mou, la ràbia. Una ràbia fosca, roent; de ben endins, clandestina. Tan reprimida i aixafada, tot i així, segueix allà, creixent. Alimentada per cada derrota, nodrint-se de desil·lusions. No és pas una ràbia cega, incontrolada o folla. Va tota dirigida cap a una direcció. Els que ens sembraren l’odi, recolliran la ràbia. Una ràbia d’anys, segles, que els farà mil bocins.

Malgrat tot, i com sempre, no vas més enllà de les paraules. Baixa dels núvols, desperta d’una vegada.

Alexander