LA TERTÚLIA DEL QUART PIS

Sempre m’he sentit diferent a la resta, i al contrari del que es diu, no sempre m’he trobat satisfet amb això, no estic descontent ni amb el que soc, ni com soc, ni com penso, vesteixo o visc, ni com semblo per fora o per dins, estic descontent per com la majoria de gent em veu, per ells ser diferent en alguns aspectes es sinònim de ser pitjor.

Quan jo dic “doncs jo penso que val més sobreposar la felicitat dels altres a la teva pròpia” o “trobar un amic es fàcil, trobar una bona persona es difícil” la gent em mira amb cara rara. I quan dic “sí, tinc un problema ossi de hiperflexibilitat a les cames” mes lluny de que la gent ho accepti tinc la sensació que s’en riu. La gent pensa que he viscut una vida plena, en certa manera es així: plena de terror, plena d’inseguretats, plena de amargor, dolor que dia a dia m’esforço per no treure.

La gent pensa que riure molt es ser feliç, jo ric per no plorar, no mostro aquesta faceta meva per una raó, no vull provocar dolor a la gent a la que realment caic bé, de fet, soc incapaç de crear qualsevol tipus de dolor i quan ho faig per error ho recordo durant anys, i no me’n sento orgullós. Prefereixo guardar-me el dolor que mostrar-lo a gent que aprecio, no vull preocupar-los. Doncs, llavors, per que escric això? No ho sé. suposo que alguna cosa dintre meu crida.

Sempre m’he imaginat com seria un jo normal, algú que la gent veiés com un igual, algú que pugui anar pel carrer o llocs coberts sense burles, sense insults, sense violència, tinc una vida mes difícil del que la gent pensa. I a això responc: jo seria incapaç de fer que algú es senti tan similar a una merda com la resta de persones m’ho han fet sentir a mi, jo no sóc un d’ells, és per això que la pregunta no es  “qui soc?”, la pregunta es “què sóc?”

Una cosa que m’agrada de mí?  continuo dia a dia trobant forçes per continuar rient.

Firmat: Nil

Mi historia es muy simple. Soy una chica común, normal, de las que siempre ves en la calle. La que pasa por la esquina y mira los carros pasar; estudia cuando quiere, va al cine cuando quiere y de vez en cuando ayuda a un anciano a pasar la calle.

Asisto como todas las mañanas a un colegio cercano de mi casa, así que camino poco, y es el único ejercicio que hago. Ése, y caminar en círculos cuando mi mamá demora en bajar para acompañarla a hacer las compras de la tarde. Y fue ayer, precisamente ayer por la tarde, mientras la esperaba que me puse a hablar con Rubén. Él es vecino mío desde hace dos años, pero apenas ayer lo noté. No sé si fue por su camisa azul o por sus aires de buena persona, el hecho es que me saludó como si me conociese de toda la vida y de uno u otro modo terminamos caminando en círculos esperando que mi mamá bajara los escalones.
Mi mamá llegó desorientada, aturdida y corriendo, ya íbamos tarde y debíamos apurarnos si queríamos alcanzar el cierre de la tarde. Me agarró fuertemente del brazo y me incitaba a apurar el paso. Yo aún sostenía mi conversa con Rubén, que iba desde fútbol hasta maneras fáciles y prácticas de empacar brócoli en una nevera recién lavada. Mi mamá nunca se percató que Rubén nos acompañó todo el tiempo y hasta nos ayudó cargando las bolsas de vuelta al piso. Al llegar le entregó 2 euros a Rubén en forma de propina y lo despidió como cuando uno despide al niño del domicilio.

Natalia Donado

Amistad, un concepto que muchos confunden. Un concepto con varias definiciones y todas válidas. Una de ellas podría ser: confianza y afecto desinteresado entre las personas.

La amistad, para mí, es un sentimiento esencial en la vida, un amigo es aquél que te apoya siempre, aquél que ríe y llora contigo, en definitiva, un amigo, es aquél que está contigo en todo momento. Hasta ahí, está todo claro, pero ¿Qué pasa cuando ese sentimiento se confunde? Se crea un gran problema, todo se complica cuando uno de los dos va más allá de la amistad, aparecen mal entendidos al ver que ese sentimiento no es recíproco. Puedes pasar de creer tener una gran amistad, a tener una gran desilusión. No es nada agradable ver o intuir cómo un amigo/a tuyo/a busca algo más.

La solución que encuentro a este problema bastante común, es dejar desde un principio claras las intenciones y los sentimientos que hay por medio de la relación.

Es posible que a raíz de una bonita e intensa amistad, surja el amor, pero no aconsejo esperar a que esto suceda, ya que es un tanto complicado y corres el riesgo de perderlo todo, como puede ser la confianza y el afecto en una persona.

Andrea