il mio amore è reale
| 9 juny 2013¿Amor? Acaso es cierto eso que dicen, que el amor no entiende ni de edades, ni de culturas, ni de razas, ni de nada superficial, ¿o sólo es una patraña que nos han inculcado desde bien pequeños con esas típicas películas cursis donde su lema es “en el amor todo vale”? Yo creo que el amor es algo que surge y que cuando surge ya no se puede parar, es como un volcán en erupción, una vez empieza a expulsar lava, no hay nada que pueda pararlo, y arrasa todo a su paso. No digo que el amor sea algo malo, pero si no se sabe llevarlo bien, puede acabar muy mal. En parte es algo peligroso, hace vulnerables a las personas, son más sensibles, y por decirlo de alguna manera, se vuelven más idiotas.
Dejemos opiniones aparte, y centrémonos en el amor a base de los años, qué pensábamos que era, y qué pensamos que es ahora, como nos afectaba antes y ahora.
Cuando éramos pequeños, y hablo de unos ocho nueve años de edad, si teníamos hermanos o hermanas mayores, veíamos como tenían “novio/novia”, y claro nosotros también queríamos tener uno, faltaría más. Pero entonces lo veíamos como una tontería absurda, ¿Qué era para entonces un novio a nuestra edad? ¿Una persona que por alguna manera es tuya, que tienes un cierto dominio en ella?
No sé, pero enseguida le decías a algún niño que si quería ser tu novio, y te decía que si, como quien dice que si a la pregunta de que si quería espaguetis para cenar. Todo muy espontáneo, pero claro, éramos niños, qué íbamos a saber.
Bien, ya tenias novio, ¿ahora qué?, ¿le dabas la mano en el recreo y fardabas de lo mayor que eras por tener un novio antes que tus amigas? Seguro que sí, y seguro que a los dos días dabas por finiquitada esa “relación”, como quien juega dos o tres días seguidos con los juguetes de los reyes, pero a la semana o así, ya te cansas y los dejas guardados en algún baúl. Claro que antes, poner fin a las relaciones era más fácil, -Oye, ya no somos novios, ¿vale? Y poco más. Porque claro, tú para qué querías tener novio, si tenías la nueva Barbie, con nuevos complementos, eso era mucho mejor, ¡dónde vamos a parar! Es decir, que ahí no había ni rastro de amor, solo era un juego, culo veo culo quiero.
A la edad de doce o trece años, ya tienes claro qué es un novio. Pero dudo mucho que se hable de amor verdadero, normalmente la gente confunde atracción y deseo, por amor. Atracción es eso de decir, -Uy, que guapo es Pepito, creo que me gusta. Y en el deseo, también puede haber unos celos por en medio. –Pepito es tan guapo, quiero que sea mi novio para que Fulanita no me lo robe.
También se podría decir que es una especie de juego, el juego de haber quien consigue salir con Pepito primero. Es entonces cuando piensas, que simplemente con cogerle la mano no hace ver que es TU novio. Es ahí cuando surge el primer beso, un tímido pero cálido beso en los labios, hace entender que es tuyo y de nadie más, ya que habéis compartido algo especial para los dos.
Has dado un paso importante, ahora piensas que ya eres mayor, te arreglas más (en el caso de las chicas), te pones ropa más bonita, incluso te maquillas, para que ese vinculo que tienes con esa persona no se rompa, si él ve a una chica más guapa o más arreglada que tú. Te empiezas a preocupar más por lo que dicen los demás de ti, y por tu aspecto. Ahora todo es superficial.
A continuación viene la difícil etapa de los 20-25 años, ya no quieres un noviete, ahora quieres una pareja. El término pareja se refiere a compartirlo todo con esa persona, la casa, el baño, el perro… es algo más serio, digamos. Como siempre todo está a flor de piel, conoces un día a un chico que te parece perfecto y en seguida le das las llaves de tu casa. Podríamos llamarlo también, “desesperación por encontrar a tu príncipe azul, antes de que las amigas de tu madre digan que ya te puedes dar prisa o se te pasará el arroz y nadie te querrá”. Es todo una carrera, a ver quién se muda de casa primero, quién se casa antes que nadie, quién decide tener hijos… y finalmente, quién se separa primero.
No te das ni cuenta y ya han pasado 10 años, tienes un crio a tu cargo que te pide juguetes y chocolate en todo momento, y muchas facturas por pagar. Y si no tienes a nadie que te ayude, aun es mucho peor.
Creer que sabías qué era el amor, que lo dominabas a la perfección, que pensabas que nunca se acabaría, te ha llevado a la soledad. No todo tiene que ser perfecto en este juego, mucha gente suele perder la batalla, y se queda más solo que la una, piensa que ya no podrá vivir más sin aquella persona especial, y se amarga en un rincón de la habitación escuchando baladas tristes de Alex Ubago.
No siempre las cosas salen bien, no te debes ilusionar con cualquiera, al fin y al cabo, solo es un juego.
Cristina Sirvent.