Post-navidad
| 13 gener 2012Pasadas las navidades, la mayoría de españoles podríamos recurrir a una limpieza de estómago y una dieta controlada, por lo menos el mes de enero. Los expertos aseguran que Enero es el mes con más cantidad de riesgo en infartos, aumento del colesterol en la sangre y de la presión arterial. Debido a todos estos factores de riesgo, los centros hospitalarios se llenan de pacientes con problemas cardiovasculares en el primer mes del año.
Este pequeño problema viene causado por los excesos en la comida durante las vacaciones navideñas, la tradición del jamón, canalones, marisco y suculentos turrones y polvorones debería reducirse para que los consumidores dejaran de enriquecer al señor Dukan comprando sus libros de dieta.
Hay personas que aprovechan los regalos de reyes para satisfacer los deseos de algunos parientes cercanos regalando pautas y libros para bajar unos quilillos durante los meses de invierno. Para el bien de nuestra salud deberíamos suprimir las comidas y cenas navideñas de nuestras vidas, o bien cambiarlas por un buen plato de ensalada y pescado a la plancha como la dieta mediterránea ofrece.
Otro inconveniente que tiene la navidad es el consumismo general al que nos obliga. Es decir, compras, regalos, comida y viajes. Con la crisis, sólo los más afortunados que tienen la suerte de ser premiados con ‘el gordo de navidad’ o ‘el sorteo del niño’ pueden permitirse estar felices cuando les llegue la factura del banco este primer mes.
La solución, por lo tanto, es suprimir la navidad ya que nuestra propia salud y la de nuestro bolsillo lo agradecerá.
Paula
Paula, davant d’un cúmul de conseqüències desastroses planteges una alternativa radical: suprimir el Nadal. Imagino que som esclaus dels rituals i el de trobar-se de tant en tant per celebrar alguna cosa (la que sigui) és un d’ells. No em sembla malament, sinó saludable, a menys que l’essencial del ritual (trobar-se i celebrar) quedi reduït i absorbit per allò que és accidental (hi és però podria no ser-hi): regals, consum, menjars… tot en excés! A mi també em passa que tinc sensació d’excés: trobades i retrobades en un termini de quinze dies, menjars excessius que es perllonguen al llarg d’un perìode innecessàriament llarg: Nadal, Sant Esteve, Cap d’any, Reis… (no els podríem espaiar i en gaudiríem més?).
M’ha agradat i hi estic d’acord. A més, està molt ben escrit.
Segueix, d’acord?
Josep Maria