¿Buenas noches?
| 4 maig 2013El miércoles se celebró “La Nit Jove” en Vilassar. Siempre que hay esta fiesta vamos unos cuantos a dormir a mi casa, unos cuantos son 9 personas en un garaje, con herramientas de mi padre, muebles sin utilizar, comida y esas cosas que los padres no saben dónde meter y las acumulan en los garajes y sótanos. Para poder dormir decentemente puse 2 camas de matrimonio y 2 individuales, ocupaban mucho espacio, pero quedó chulísimo.
Bueno, yo no quería contaros la chorrada de la organización del garaje-dormitorio. El caso es que después del fiestón, hacia las 6 de la mañana que ya no podíamos más, aparecimos por casa. Nos pusimos el pijama, nos lavamos los dientes y esas cosas y cuando ya estaba todo listo me dí cuenta que faltaba alguien… ¡Jo! Faltaba Anna.
Para dormir me pongo lo más horrendo que tengo en mi armario, no se por qué siempre es lo más cómodo. Estaba ya lista para acostarme pero tenía que ir en busca de Anna; pensaréis que con una llamada a su móvil sería lo más lógico para encontrarla, pero resulta que su teléfono estaba en casa. Así que tenía que ir por huevos, jo, menudo palazo me daba. Pedí a alguna amiga que me acompañara y se ofreció Marina, ésta sí que está igual o más loca que yo, pero me la quiero un montón. Y nos fuimos con las pintas más horribles del mundo, vaya tela, que penoso!
Cuando andas por la calle y no quieres encontrarte con nadie es cuando te encuentras a todo el mundo, así que ese momento era el mismo. Por lo menos 3 personas nos preguntaron qué puñetas hacíamos en pijama; el grupito de Dídac, David, Toni y demás se rieron de nosotras; y para colmo, unos de no sé donde nos dijeron “¡En pijama no, hombre!”, “mujer” gracias. Para que os hagáis una idea de nuestro trayecto, tuvimos que ir hasta el poli y yo vivo en la otra punta de Vilassar. La suerte no podía acompañar más que buscamos por toda esa zona y no encontramos ni a Anna ni a nadie, así que decidimos volver a casa y pensar que ella deduciría que estaríamos ahí, en verdad me sentí mal y todo.
Llegamos a casa y casi todos estaban durmiendo, excepto una parejita sin ser parejita que se estaban peleando cariñosamente, ¡jo! son monísimos en verdad. Decidí acostarme, al cabo de 5 minutos me llamó un número desconocido, era Anna preguntándome dónde estaba… y yo pensando “¿Dónde estás tú, lista?. Resulta que estaba con un chico y se habían escapado, que monos, la perdoné por eso. Bueno, hablando con ella por teléfono me dijo que en nada y menos llegaría y llamaría a la puerta del garaje para que la abriera. Tardó por lo menos una hora y, obviamente siendo lo más normal a esas horas, me dormí.
En una de las camas de matrimonio dormía yo con mi chico, os hablo de esas camas hinchables que duran media hora, se deshinchan y esas cosas, total que terminé que el culo me tocaba el suelo. Estaba de los nervios porque no podía dormir y me levanté, eran las 9 de la mañana, jo, solo había dormido escasamente 2 horas. Fui a desayunar, miré la tele con Marina que también se había despertado aunque no por mi misma razón, nos lavamos los dientes, miramos la tele y básicamente hicimos el vago. Después de todas las chorradas nos estiramos en el sofá para intentar dormir más o menos bien, y que menos que de repente escuchamos el sonido de tambores, flautas y demás chismes que venían del final de la calle… No lo podía creer, eran “els gegants”. En ese momento intuí que ya era el fin de mi descanso. Y que menos que obligué a todos que se levantaran y se pusieran a ver “els gegants”. ¡Jo! Menuda nochecita me dieron entre todos.
Laura
Laura, quina son, no?
Fas una interessant descripció d’una nit que devia ser entre divertida i cansada… de tot.
El redactat és massa parlat i, en general, escrit a mesura que se’t van acudint les coses, com quan parles. Per tant, repetitiu, pobre, amb una sintaxi inventada (“y que menos que obligué”). Estic convençut que pots fer-ho molt millor. El fet que sigui la descripció d’una nit boja no implica necesàriament que el redactat també hagi de ser boig. Al contrari: fer un redactat literàriament correcte i bonic d’una gresca és tot un repte que és al teu abast si t’ho proposes!
Josep Maria