LA TERTÚLIA DEL QUART PIS

El domingo no es mi día favorito la verdad, casi que lo odio. Es un día deprimido ya que tienes que estudiar y hacer todos los deberes. Y, además, el día siguiente es lunes, el peor día de la semana.
Para mi, no todo es malo en los domingos, disfruto de ellos a mi manera. Primero, me levanto lo más tarde que puedo, me encanta dormir. Para desayunar, me como unos churros con chocolate caliente para animarme un poco y darme fuerzas. Más tarde, empiezo los deberes y a estudiar, no acabo hasta el mediodía y, normalmente, me desespero porque creo que no lo podré acabar todo. Después de comer, viene lo bueno: cojo el coche y paso a buscar a una amiga para salir y desestresarnos. Normalmente, vamos a la playa hasta que se va el sol, luego vamos a merendar mientras nos dejamos la voz cantando en el coche. Los conciertos que hacemos dentro del coche son únicos y, sobretodo, se quedan dentro del coche.
Creo que esto es lo único que me gusta de los domingos y, la verdad, es que no lo cambiaría por nada.

Ruth