Reflexión
enricmartinez | 15 desembre 2014Los que mejor me conocen, supongo que ya lo saben. Saben cómo soy. Reconozco que hay ocasiones en las que puede que no me llegue a conocer por completo a mi mismo, y es verdad. Aquellos que me conocen saben una de las verdades más interiores que tengo.
Cuando más lo noto, es en el ámbito de la familia. Se supone que hay comunicación entre los padres, hermanos y hermanas. Pero yo no suelo expresar todo lo que siento o pienso. En repetidas ocasiones ya me han dicho que soy demasiado “introvertido”, según ellos yo debería expresarme mejor, o con frecuencia. Ya ha habido veces en las que me han preguntado por qué soy así, por qué soy tan “introvertido”. Normalmente suelo evadir la pregunta o, simplemente ignorarla, pero dependiendo de quien me lo pregunte, puedo llegar a darle alguna respuesta que a la vez intento convencerme de que es verdad, o que sea lo que quiere oír.
Cuando estoy solo, haciendo lo que me gusta: como escuchar música, pasar tiempo en algún juego o mirar alguna serie que me guste, me pongo a pensar… Pienso sobre mi comportamiento en ciertas ocasiones. Sobre como soy normalmente. Pero sobretodo pienso sobre como podría llegar a describirme. En esas ocasiones puedo quedarme perdido, en blanco; sin saber qué hacer. Cuando me quedo así, me invade una tristeza desde dentro. Me siento cansado, agobiado, hecho pedazos. Cuando me siento así, subo el volumen de la música y me pongo a jugar a cualquier otro juego en el que se me pase toda esa clase de preocupaciones. Cuando me pongo a jugar, siento como si formara parte de otro mundo, me siento desconectado del mundo real, me siento libre de todas las presiones y responsabilidades de esta vida que tanto se me llega a complicar o a parecer que es un callejón sin salida. Una vez desconectado, soy otro. Dejo de comportarme como me suelo comportar y eso me gusta. Me gusta poder cambiar mi personalidad de algún modo.
Como resumen general de la reflexión, me parece que son pocas las personas que me conocen completamente, son realmente pocas las que podrían predecir mi reacción delante de alguna situación. Y en cierta parte eso no me molesta, me siento seguro. Esas personas en las que confío sé que nunca me traicionarán cuando las necesite de verdad, y que siempre estarán ahí cuando las necesite, por pocas que sean.
Enric Martínez
Enric,
Una molt bona reflexió com a resultat d’un procés d’introspecció. M’ha agradat. No deixis d’escriure!
Fins al proper article,
Josep Maria