Algo para recordar
celiasarinena | 15 desembre 2014Cuando era pequeña, siempre me iba a dormir temprano para levantarme con fuerzas, tenia ilusión de ir al colegio con mis amigos. Después, esperaba con muchísimas ganas que fuera la hora de salir, para poder ir al parque y jugar, muchas veces con amigos de mi misma clase, pero otras veces eran niños totalmente desconocidos, pero me ponía a jugar con ellos como si fueran de toda la vida. Os acordáis de los cuadernos de colores y de nuestros padres haciendo el avión a la hora de comer? Hay veces en que quisiera volver a esa época. A la vez que iba creciendo me iba juntando más con mis amigas, con las que pasaba las clases pintando con ellas y en la hora del patio hacía los castillos de arena junto a ellas. Pero de todas ellas siempre estaba más con una, la cual me pasaba las tardes en su casa, y por ella era por la que lloraba si mi madre ese día no me dejaba ir a su casa por cualquier motivo. Fue pasando el tiempo y todo iba cambiando. El colegio ya no me gustaba tanto como años atrás, se acabaron los cuadernos y los colores, todo iba subiendo de nivel ya eran libros con sumas y todo lo demás. También me di cuenta de que existía aquella palabra tan oída por mis padres, el amor. Bueno, el amor de momento seguía siendo a mi manera. Ningún problema podía conmigo, ya que no me daba cuenta de ellos, para mi no existían. Podía pasarme horas y horas jugando a cabañas, o con una simple muñeca. ¿Llorar? En aquella etapa lloraba si perdía un peluche, discutía con mis padres o me peleaba con una amiga por la misma muñeca. Llorar para mi era simplemente para conseguir lo que quería. Pasaron los años y todo se fue complicando, nada era como antes. Ya no era aquella niña que se pasaba las horas jugando o en el parque, aquella que conseguía todo llorando, ni aquella que no entendía nada.
Celia
Celia, benvinguda a la Tertúlia! Ja començava a pensar que no sabríem res de tu!
Un bon article amb una mirada al passat amb un punt d’enyorança. Potser cadria dividir el text en paràgrafs? M’ha agradat.
Fins al pròxim article
Josep Maria