Preferiría ballena
| 15 octubre 2013Hace unas semanas colgué una foto en el facebook con un texto que decía:
“¿SIRENA O BALLENA?
Estimados señores: las ballenas están siempre rodeadas de amigos (delfines, focas, humanos curiosos), tienen una vida sexual muy activa y crían a sus pequeños con mucho cariño. Se divierten como locas con los delfines y comen gambas hasta empacharse. Nadan todo el día y viajan hasta lugares fantásticos como la Patagonia, el mar de Barens o las barreras coralinas de Polinesia. Cantan estupendamente y algunas veces hasta graban CDs. Son animales impresionantes y muy queridos, a los que se defiende y admira en todo el mundo.
Las sirenas no existen. Pero si existieran harían cola en la consulta del psicólogo debido a un problema de desdoblamiento de la personalidad, ¿mujer o pescado? No tendrían vida sexual y no podrían tener hijos. Serian graciosas, es cierto, pero solitarias y tristes. Y además, ¿quien querría a su lado una chica que huele a pescado? Sin lugar a dudas, yo prefiero ser una ballena. En una época en la que los medios de comunicación nos meten en la cabeza que solo las delgadas son bellas.”
Este texto, no sé cuanta gente se lo leyó, pero las personas que lo hicieron seguramente reflexionaron un poco sobre el tema. Siempre juzgamos a la una persona por su apariencia, y no deberíamos decir nada de nadie solo por cómo es físicamente, porque quizás esa persona sea un grandioso amigo. Así que, ¿por qué no intentarlo? ¿por qué no dejar de conocer a las personas con los ojos y empezar a conocerlas con el corazón?
Judith
Judith,
L’escrit a què fas referència està molt bé, i la teva reflexió entorn del tema m’ha agradat molt. Tens tota la raó.
No deixis d’escriure, que ho pots fer molt bé!
Josep Maria