Banda sonora original
laiavalldosera | 10 abril 2013Ya van dos horas, el chico no se cansa. Creo que no ha parado ni a beber un poquito de agua. Si en breve oigo la sirena de la ambulancia o algún que otro grito de socorro, es que el chico se ha ahogado de tanto soplar. Hablo de mi vecino y su total dedicación a no sé qué instrumento musical. Según mis escasos conocimientos sobre este tema, yo diría que es una trompeta, igual es uno de esos chismes que parecen un caracol con los tubos enroscados y todo eso (trombón, creo que se llama). Qué más da si trompeta o trombón, a mis oídos es todo lo mismo, es musiquita molesta que suena de lejos y no deja a tu cabeza pensar con claridad.
Se le debe dar muy mal el tema, porque ha repetido como ochenta veces el mismo compás, o como se le llame a un trozo de canción. Eso o al revés, puede que se le dé tan bien que disfrute dándose sus conciertos personales. El caso es que, vecino mío, si alguna vez leyeras este escrito (no es una cosa que me haga demasiada ilusión, claro está) que sepas que en mi opinión ya suena bien, puedes descansar si quieres.
Es increíble cómo cambia la percepción de las cosas que nos rodean en según qué momentos. Quiero decir que, por ejemplo, si no hubiera escrito estas líneas precisamente hoy, que estoy encerrada en casa y de mal humor, seguramente le daría las gracias a mí querido vecino por generarme música ambiental, por compartir de manera altruista su gran talento, podría hasta hacer un elogio a la música clásica y todo. Y es que yo creo que entre una cosa agradable y otra desagradable hay una línea fina que depende de nosotros, de cómo lo vemos en ese momento o, más bien, de cómo queremos verlo. Digo de cómo queremos verlo porque, dejando ya a mi vecino a un lado, a veces nuestra opinión varía según nos conviene. Si queremos que una cosa sea “lo mejor del mundo” a ojos de los demás, nuestra cabeza nos autoconvencerá de que sí, que eso es lo mejor, y así convenceremos a los otros. Suponiendo que todo el mundo aplica esta “lógica” (por llamarlo así, aunque aquí el concepto lógica brille por su ausencia), esos otros nos convencerán de lo que quieran ellos y así sucesivamente. Conclusión, nuestra percepción de las cosas nunca es objetiva ya que nos dejamos influenciar por los intereses, propios y de los demás. Aparte, tenemos la capacidad de ver el lado bueno de las cosas cuando estamos alegres. Capacidad que implica verlo todo negro cuando sucede lo contrario, cuando estamos tristes o de mal humor.
Mi vecino ya ha parado de ensayar, me he quedado sin banda sonora, sin esa musiquita que hacía que mi vida pareciese una película, con sus escenas musicales y todo. Era divertido en verdad, creo que cuando nos encontremos por la calle le daré las gracias y todo eso. Gracias por entretenerme y sobretodo por darme un tema sobre el que escribir, eso sí que ha sido todo un detalle, vecino.
Laia
Laia, ha estat un autèntic plaer legir el teu escrit. M’ha agradat molt la forma en què passes de l’experiència musical del veïnat a la reflexió entorn de la nostra influència envers els altres i viceversa. És un article planer, directe, fluïd i molt ben estructurat.
He corregit algunes errades ortogràfiques (algun accent…), però sense pretendre ser exhaustiu, així, que si busues, segurament en trobaràs alguna. Pots millorar sobretot l’estil en petits detalls. Per exemple:
– “Si queremos que una cosa sea “lo mejor del mundo” a ojos de los demás, nuestra cabeza nos autoconvencerá de que sí, que eso es lo mejor, y así convenceremos a los otros”, o bé:
“Si queremos que una cosa sea “lo mejor del mundo” a ojos de los demás, nuestra cabeza nos autoconvencerá de que sí, que eso es lo mejor, y así les convenceremos”
– “Se le debe dar muy mal el tema, porque ha repetido como ochenta veces el mismo compás, o como se le llame a un trozo de canción. Eso o al revés, puede que se le dé tan bien que disfrute dándose sus conciertos personales” o bé:
“Se le debe dar muy mal el tema, porque ha repetido como ochenta veces el mismo compás, o como se le llame a un trozo de canción. Aunque quizás suceda todo lo contrario, que se le da tan bien que disfruta dándose sus conciertos personales.”
Al marge dels errors ortogràfics, són els petits detalls del redactat els que acaben de donar un to brillant a l’estil de l’escrit. Penso que escrius molt bé però pots avançar: Usa el diccionari, enriqueix el lèxic…
Gràcies per l’escrit de nou. Molt bé. No deixis d’escriure!
Josep Maria