LA TERTÚLIA DEL QUART PIS

Moltes vegades ens agradaria borrar el passat, perdre’l de vista o simplement oblidar-lo. I sí que és veritat que tots tenim coses de les quals ens arrepentim o coses que ens persegueixen fins ara, però sense ell no formaríem part d’aquest present. El passat ens ha ajudat a créixer i a formar-nos. Si hem tingut un passat dur, ens ha servit per fer-nos forts i aprendre que hem d’estar preparats per tot el que ens queda en un futur i, en canvi, si hem tingut un bon passat seguirem amb la mateixa energia que hem tingut fins ara per seguir endavant.

Gisela

Me levanté aproximadamente a las once, me duché, desayuné, y a las doce, fuimos a Platja d’ Aro, llegamos a la una más o menos.

Al llegar fuimos a mirar tiendas, buscando camisas, polos, vaqueros, zapatos, etc. Y con el rollo se nos hicieron las dos y media, y tuvimos que buscar un lugar para comer, y después de encontrar varios sitios nos decidimos entrar a una especie de pizzeria, la comida estaba muy buena.

Por la tarde, fuimos a ver el MIC, un trofeo de fútbol base donde van los mejores equipos del mundo, donde participa la selección de Brasil, el Barcelona, el Ajax, el Inter de milán, el Madrid. Yo vi al Banyoles contra un equipo asiático, que acabó ganando el equipo asiático, ya que tocaban muy bien la pelota, el Real Madrid contra un equipo colombiano, los campeones lans, que acabó ganando el Madrid donde jugaba el hijo de Zidane por 0-3, y por último, vi al Inter de Milán, que tenían dos años menos que yo y me sacaban dos palmos, que jugaba contra el Lleida, que ganó el Inter 3-0.

Y al final se nos hicieron las ocho, y tuvimos que volver a casa, fue un día bastante movidito, y llegamos a las nueve, yo ya no me podía mover, y aquí os dejo la página para ver los resultados del torneo.
http://www.micfootball.com/

Gerard

Hace unos años me fui de vacaciones a Ribadesella, un pueblo de Asturias. Después de el viaje fuimos a dar un paseo por un camino que había en la costa. Aún recuerdo la brisa que llegaba de las olas del mar, los viejos barcos blancos que estaban en la arena y esa ermita que se veía encima de una pequeña montaña. Un puente dividía el pequeño pueblo en dos partes, en una había casas y tiendas, y en el otro lado una urbanización con grandes hoteles. Todos eran completamente diferentes, con diversas formas y colores. La casa en la que estábamos alojados estaba en las afueras del pueblo.

Durante la semana que estuvimos allí fuimos a visitar ciudades, como Gijón y Oviedo. Y pueblos tanto de costa como de interior. También fuimos a pasar el día a muchas playas. La marea subía y bajaba, y en ocasiones se alejaba tanto que para darte un baño tenias que caminar muchos metros para llegar al agua.
Pero sin duda, lo que más me gustó de ese viaje fue el día en que fuimos a visitar un pueblo llamado Lastres. Nos dijeron que allí se rodaba una serie de antena 3 llamada Doctor Mateo. Entramos en el pueblo, y había carteles donde ponía: CASA DEL DOCTOR MATEO →. Vimos la casa, la panadería y el bar. Una mujer nos dijo que si queríamos ver a los actores y actrices nos dirigiéramos al colegio, donde estaban grabando una escena. Un hombre nos dejó pasar a mirar cómo filmaban. Nos dijeron que llevaban desde las 4 de la tarde grabando, es decir que tardaron 3 horas en rodar una escena de tan solo 5 minutos. Cuando acabaron nos dejaron hacernos una foto con las actrices. Luego también vimos el famoso faro que sale en la serie. Fue una experiencia nueva y tengo un buen recuerdo.

Paula

Pertenezco a ese grupo de personas que apenas recuerda lo que sucedió el año pasado, pero puedo rememorar, con exactitud, que, a los ocho años, leí una inscripción en una pared en Barcelona: “Los pequeños detalles son los que nos hacen felices y los pequeños actos son los que nos hacen grandes.”

Reconozco que era aún bastante pequeña para entender la frase y profundizar en el significado de sus palabras, pero la memoricé, la apunté en el envoltorio de un caramelo de menta y la guardé en el fondo de mi cajón, junto con mis más preciadas pertenencias. Creo que me llamó tanto la atención porque la propia oración cumplía lo que decía: todo el mundo que reparaba en ella sonreía, feliz. Son ese tipo de nimiedades (leer algo bonito en un muro, oler el aroma de tu plato favorito, sentir una mano que aprieta la tuya…) las que te alegran el día.
Es normal que valoremos más las grandes acciones (como ganar una gran cantidad de dinero o licenciarte en mil y una carreras), ya que estas son las que más se ven, las que más importancia tienen en la sociedad y las que más prestigio dan a la persona. Por ejemplo, cientos de cámaras enfocarían y cientos de fans aplaudirían al actor o a la actriz que ha ganado el Óscar, mientras que la chica que ha puesto un billete de veinte en el sombrero del hombre que toca el acordeón en el metro, pasa totalmente desapercibida.

Por tanto, los pequeños detalles y las pequeñas acciones son, en ocasiones, poco apreciados, pese a que estemos rodeados de ellos. Pienso que no hay demasiadas cosas comparables al placer de oír la lluvia caer mientras estás todavía en la cama, y que no hay nada más satisfactorio que la sonrisa sincera de la señora a la que acabas de ayudar a tirar la basura.

Supongo que lo que realmente deseaba el autor de la frase era demostrar que, a veces, solo necesitas prestar atención y mirar a tu alrededor para sonreír. Si ahora consiguiera recordar la calle donde la vi y pudiera volver a ponerme delante de esa pared, estoy segura de que aplaudiría.

Ana