Posibles
| 15 octubre 2011“Los imposibles de hoy serán posibles mañana” Konstantín Tsiolkovski, físico autor de la frase, nos refleja que lo que hoy vemos difícil o imposible de superar, en un futuro, será algo que dominemos.
Podríamos decir que antes, los ordenadores desde los que nos comunicamos, los avances en medicina, los vuelos al espacio, la robótica, la genética, y muchos otros, eran lo que en la frase se definen como los imposibles. Actualmente se han convertido en posibles, y además están muy desarrollados. Mirando atrás en la vida de una persona, podríamos decir que hubo un momento en el que aprendimos a caminar, llegamos a dominar el lenguaje y muchos otros factores que inicialmente consideramos imposibles. Delante nuestro tenemos muchas evidencias para contrarrestar las creencias negativas, o para sostener las que nos permiten lograr lo que en algún momento hemos considerado como imposible.
Supongo que os preguntareis que tiene que ver esto, en un texto que se suponía que iba a hablar de mí. De una manera indirecta he estado hablando de mi vida, además, de mis problemas. Los problemas de superación. De aquello que deseo y no poseo, de aquello que quiero evitar y no consigo o de aquello que quiero olvidar y sigue en mi mente. Sin ir mas lejos os estaba exponiendo lo que será mi tema de conversación en este articulo, aquello que quiero evitar y no consigo.
En mi vida hay varios factores que desearía excluir. Uno de ellos son las continuas broncas con toda aquella gente que me importa. Es el caso de mis amigas, aquellas personas con las que lo compartes todo. Aquellas personas que sin ir más lejos son parte de mí, y siempre, siempre, están apoyándome en todo. Se podría decir que les he fallado. Quizás esta semana pasada no he estado todo lo bien que se merecen. Hemos tenido bastantes disputas, de aquellas que me gustaría olvidar nada más pasan y aun no he podido olvidar. Puede que sea porque necesité decirles muchas cosas de las que me arrepiento. O quizás simplemente sea porque necesité disculparme y decirles todo lo importantes que son en mi vida, y que lógicamente no seria lo mismo sin el apoyo de cada una de ellas.
Así que, finalmente, aprovecho este texto para pedirles perdón. Y para que sepan que aunque a veces pueda parecer que algún tema no me importa, quizás lo retengo en mi mente, y me paso toda una tarde pensando en ello. También asegurarles que nunca más se repetirá ninguna semana como la pasada. Así que a seguir como antes, creyendo que los imposibles de hoy mañana sean posibles.
Laura
Laura, per fi arribo al teu escrit. Amb les feines acumulades se m’havia quedat un grup d’escrits per comentar i, per fi, arribo al teu. Val més tard que mai, però ho sento noia!
Recordo que, quan el vaig llegir em va sorprendre. I em va agradar. Pel joc entre la llunyania de l’abstracte de la frase inicial (“on em portarà aquest escrit?”) i la proximitat dels conflictes entre amigues de la setmana passada. En aquest joc, construeixes un text cap-i-cua que comença i acaba amb la reflexió entorn de la frase inicial (“de l’impossible al possible”) i, enmig, conté una interessantíssima reflexió personal entorn del que voldries evitar i a vegades no pots.
L’escrit s’entén bé, encara que hi ha alguna frase confusa. Per exemple “Delante nuestro tenemos muchas evidencias para contrarrestar las creencias negativas, o para sostener las que nos permiten lograr lo que en algún momento hemos considerado como imposible.” A mi m’ha semblat confusa. No t’ho sembla a tu? És possible dir aquesta idea de forma més directa i clara?
Una observació general: Acabes el tercer paràgraf presentant “mi tema de conversación en este articulo, aquello que quiero evitar y no consigo”. El problema és que ja t’has menjat tres paràgrafs i tan sols en segueixen dos, en què abordes la qüestió. No et sembla una mica descompensat? Vull dir que t’extens molt en el que en diríem la “presentació” (abunden exemples i detalls entorn del possible i l’impossible). En canvi, el nucli de l’escrit resulta comparativament reduït. Què en penses?
Globalment està molt bé, així que, sobretot, no deixis d’escriure!
Fins al pròxim
Josep Maria