El año de los cambios
| 29 desembre 2010Otro año que se va. Un año bastante movido. Con muchos altercados, muchas peleas, muchas desilusiones, muchas amistades perdidas. Ha sido un año de cambios profundos. Cambios irreversibles. Pienso cómo era todo a principios de año, y cómo es ahora. Miro fotografías pasadas y la nostalgia se apodera de mí. Viajo hasta aquellos días, donde todo era tan diferente, tan extraño. Revivo todo lo sucedido y una sonrisa aparece en mis labios. Sonrío y pienso: “Cómo han cambiado las cosas”. Sí. Han cambiado mucho. No sé si para bien o para mal. Sólo sé que ya no es como antes.
Todos nosotros hemos crecido, física y psicológicamente. Ya tenemos las ideas claras, ya sabemos lo que nos gusta, lo que no. Ya sabemos lo que buscamos y lo que no queremos encontrar. Tenemos a nuestros fieles amigos, personas que no cambiaríamos nunca. Creemos que vamos a estar con ellos por siempre pero, en el fondo, sabemos que es muy difícil. Queremos a nuestros amigos tal y como son. Pero a veces no es suficiente. Siempre hay algo que cambia, que se distorsiona. Y no es fácil acostumbrarse. O puede que la culpa la tenga la monotonía. La rutina es pesada y aburrida.
Creemos que los cambios no son buenos. Pero en la vida tienen que haber. Es un sistema de progreso. Nos pueden gustar o no, pero es lo que hay. Nos ayudan a madurar. Hay que saber digerirlos. No todo puede ser de color de rosa. Y por supuesto, no se puede vivir en el pasado, recordando viejos tiempos. Lo que importa es el presente y nada más.
PD: Que paséis un buen fin de año y un próspero año nuevo 2011!
Arantxa