Síndrome gracioso
| 25 novembre 2010A menudo, no se que me pasa. Me vienen ataques de risa sin motivo. Cualquier chorrada que suceda mientras tengo este síndrome me parece inútilmente gracioso.
Lo mejor son las expresiones de la gente… pagan por su cara. Creo que me toman por loca, pero yo sigo riendo, “me meto en mi mundo de que todo me aparenta chisposo”. Cuando estás en clase y te viene, los compañeros más cercanos te ven roja como un tomate y con alguna que otra lágrima derramando por los mofletes. ¡Nada!, dices. Y como nadie sabe de qué te ríes, ríes más. Poco a poco tus otros compañeros se dan cuenta de tu repentino ataque. El profesor al ver que todo el mundo mira a una dirección, busca a la persona a la que están mirando y se queda perplejo.
– ¿Qué te parece gracioso?
– Nada, nada… (un poco más seria, todo el mundo te está mirando)
– ¿Como que nada? ¡Si te parece gracioso explícanoslo, así nos reímos todos juntos!
De golpe el profesor, como no lo dices, vuelve a la explicación. Tú sigues en tu mundo recordando aquella situación tan graciosa y poco a poco, tus compañeros apartan la mirada de ti hasta que vuelves a estar atento.
Al fin y al cabo… dicen que reír alarga la vida, ¡Pues debo ser inmortal!
Aina