Hermes

Mantengo aún con celo esta foto. Cada vez que la veo, miro con nostalgia los ojos de este hombre. Su nombre es Hermes y tiene 63 años. Nació en Grecia, en un pequeño pueblo ubicado al pie del Monte Olimpo, en 1955. La vida de Hermes es un misterio, como misteriosos son la mirada y los profundos ojos de este hombre. Llegó a mi vida con el viento de  aquella noche fría, cuando tenía 5 años y estaba perdida en el bosque, después de la inexplicable desaparición de mi padre. Desde esa noche, Hermes se encargó de mí. Puedo solo decir que él era una persona solitaria, silenciosa y práctica. Leía, construía objetos y nos enseñaba a todos a crecer aprovechando las experiencias de la vida. Lo amaba como a un padre. El 29 mayo de 2006 (el día de mi décimo octavo cumpleaños), me desperté y corrí hacia una cueva en la montaña donde él siempre meditaba y desde la distancia lo vi caminar en dirección opuesta a la mía. Desde ese aquel día no lo volví a ver nunca más, y de nuevo era un día de viento. Ahora solo me quedo con esta imagen de él. Este invierno he recibido una carta, la he abierto y he leído estas palabras:

"Hola Giuly, soy Hermes. Ahora que eres adulta y has crecido, puedo decirte la verdad. Naciste en mayo, bajo el signo de los gemelos; tu signo es de aire, gobernado por Mercurio. Aquella noche lejana pediste a Dios realizar el sueño de encontrar a tu padre y vine yo, Hermes o Mercurio, el dios Mercurio, el dios que, entre todas las funciones, tiene que la de hacer posible realizar los sueños".

Ahora sé quién es. Al final no sé si tiene una edad, pero me imagino que ahora está en el Olimpo, que escucha otras oraciones, trae otros mensajes o, por qué no, come y bebe en este momento con los otros dioses.

Giuly Tolomo                                                                                 Revisión del texto

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