COCOS. Copias y coincidencias
La copia, la coincidencia, la inspiración… ¿dónde comienza una y dónde acaba la otra? Nadie conoce a ciencia cierta dónde están los límites, pero todos convenimos en opinar que el plagio es estéril y desleal, y que, sin embargo, la inspiración es lícita y hasta loable.
La copia es una práctica muy habitual en el diseño, pero el motivo de la exposición COCOS no es la denuncia, ni su intención es la de crear polémica al respecto del fenómeno, sino promover la innovación y la creación.
España, que durante décadas ha sido un país que ha abusado de la copia, ha pasado a convertirse ahora en víctima de la copia. Las empresas más punteras de nuestro país se ven forzadas a dedicar importantes partidas económicas a la lucha contra los copiones. La recompensa por su esfuerzo en investigación y desarrollo se ve disminuida injustamente.
En el año 2003 se promulgó la Ley de protección del diseño industrial, una oportunidad inmejorable para defender la originalidad, para apostar por la innovación creativa y para reclamar el derecho a la propiedad intelectual e industrial. En esta coyuntura el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, de la mano del FAD, promueve la exposición COCOS, que afronta sin complejos este tema delicado y espinoso, dentro de la profesión del diseño en particular y de toda la creación en general. Tras su paso por Madrid durante el Año del Diseño 2003, y por Barcelona en 2004, se presenta ahora en el MuVIM (Museu Valencià de la Il·lustració i la Modernitat) del 9 de septiembre al 2 de octubre de 2005, coincidiendo con las tres ferias del hábitat: Feria Internacional del Mueble de Valencia, Feria Internacional de la Iluminación, y Feria de la Decoración y los complementos.
La exposición está organizada conjuntamente por el D.Di, el IMPIVA y el FAD en colaboración con el FIM y el MuVIM, y cuenta con el patrocinio de Lacoste, la Oficina Española de Patentes y Marcas y Tous. Otras empresas que dan su apoyo a la exposición son Cemusa, EMS, Morillas Brand Design, Pioneer y Signes. Los comisarios son Juli Capella y Ramón Úbeda.
Paralelamente a la exposición se ha reeditado el libro COCOS (Electa), donde se desgrana con detalle la problemática de la copia en el diseño y la creación, y se ilustran diferentes casuísticas de la imitación, la coincidencia, el homenaje o el plagio. Son 256 páginas, más de mil ilustraciones, con textos de Fernando Amat, Alessandro Mendini, Zaida Muxí, André Ricard, Raquel Pelta, Álvaro Sobrino, Philippe Starck, Vicente Verdú, Jaume Vidal y Anatxu Zabalbeascoa, entre otros. El libro también cuenta con un detallado capítulo que explica cómo protegerse de la piratería y un dossier sobre las patentes en España redactado por Patricio Sáiz.
La exposición se ordena en un recorrido a través de doce ámbitos:
1. A modo de introducción:
¿Inspiraciones? Muchos diseñadores reconocen con orgullo su fuente de inspiración. Pero a menudo éste es más un discurso literario que proyectual, hasta el punto que muchas de esas inspiraciones surgen a posteriori. La inspiración está muy lejos de la copia, pero también ha servido a veces para encubrirla, o ha actuado como muleta ante la falta de imaginación. Por otro lado, algunos de los grandes creadores han buscado en una refinada cultura y erudición la manera de incrementar el halo evocativo de sus piezas.
¿Coincidencias? Todos los diseñadores juran que no habían visto antes el modelo anterior. Y lo creemos. A veces estas cosas pasan. Uno puede dar con una idea que considera novedosa, y en el mismo instante un australiano puede estar produciéndola. Otras veces se trata de referencias visuales que perviven en nuestro subconsciente y que afloran sin que tengamos conciencia de que sean una copia. Sea como fuere, las coincidencias –si lo son de veras– tienen perdón y resultan significativas, pues desnudan al autor y lo emparentan con sus colegas casuales y desconocidos.
¿Copias? Se dice que copiar a los maestros clásicos ayuda a ejercitar el estilo. Debe de ser cierto, pero copiar de forma fraudulenta firmando las piezas constituye un despropósito. En España fuimos copiones durante muchos años, pero en el extranjero no se quedan cortos, y al frente, los países asiáticos. La única solución es la denuncia legal y una exhibición pública que propicie el descrédito. Los defensores de la copia alegan el abaratamiento en el precio. Pero esto sólo es fruto de su ahorro en investigación, inversión y diseño. Cuando las copias aumentan, la imaginación y el diseño disminuyen. Los plagios son la muerte del diseño y, por tanto, el fin del proceso formal y comercial.
Este espacio introductorio se complementa con un merecido homenaje a las aceiteras-vinagreras de Rafael Marquina, diseñadas en 1961, seguramente el diseño español más imitado.
2. Los más copiados
Todos los mejores diseños de la historia han sido copiados. Unos porque se han popularizado hasta crear un estándar y otros porque se han mostrado insuperables: desde las sillas Jacobsen al osito de Tous, pasando por Chupa Chups o el flexo.
3. Las cifras de la piratería
Las empresas pierden más de 200.000 millones de euros anuales a causa de la falsificación. Se calcula que el 7% del comercio mundial es pirata. Es una plaga de gran envergadura que anida en todos los rincones del planeta. Está al alcance de cualquiera hacer un viaje turístico por los paraísos de la piratería. Nosotros lo hemos hecho para esta exposición, para comprobar sobre el terreno lo sencillo que resulta llenar una maleta con toda clase de falsos artículos de lujo: la maleta de Asia.
4. Encuentra el original
Los famosos cocodrilos de la marca Lacoste ilustran la necesidad de trabajar por una cultura de la originalidad. A veces se hace muy difícil distinguir entre el original y la copia, pero finalmente existen grandes diferencias entre unos y otros.
5. La lucha contra el fraude
Copiar los productos de marcas de prestigio es una operación claramente rentable para los plagiadores. Las empresas se defienden de ellos con todos los medios a su alcance: campañas publicitarias defendiendo el original, nuevos productos antifalsificación, destrucción masiva de objetos pirateados…
6. El Premio Plagiarius
Una ingeniosa iniciativa para luchar contra el plagio. Un premio negativo y sonrojante que fue creado por el diseñador Rido Busse en 1977 para destacar y así denunciar los mejores plagios de productos que aparecen cada año en el mercado, desde una calculadora hasta una grifería, pasando por perfiles extrusionados o figuras de cerámica.
7. Ciegos en el supermercado
La batalla más dura y cotidiana entre los productos originales y sus muchos derivados se libra en los estantes del supermercado. Las marcas líderes son copiadas en el packaging y la gráfica, con lo que muchas veces se devalúa su originalidad.
8. Inspiraciones artísticas
En la frontera del diseño con el arte es donde más ambigua y compleja se hace la copia. La inspiración es un paso obligado para la creatividad y concretar sus límites es el verdadero dilema.
9. F for fake
Proyección del filme Fraude (1973) de Orson Welles, en versión subtitulada, un mítico film donde se juega con la temática de la falsificación.
10. Puntos de vista
No todo el mundo coincide en culpabilizar la copia. Hay quien la defiende como método de aprendizaje y arranque, hay quien piensa que todo es copia o evolución de lo anterior y hay quien concluye que todo lo que no sea original es plagio.
11. ¿Cómo protegerse?
La defensa de la propiedad industrial y de la innovación en el diseño queda enmarcada en la legislación vigente. La Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM) es el notario de la creatividad.
12. Archivo de COCOS
Diversos ejemplos de ¿inspiraciones?, ¿homenajes?, ¿coincidencias?, ¿copias?, ¿plagios?… siempre entre signos de interrogación, para que cada visitante saque sus propias conclusiones. Entre ellos hay un espacio dedicado a productos de la empresa Tous y las diversas imitaciones y falsificaciones de que la marca es objeto.
Que viene el coco
Texto de Juli Capella y Ramón Úbeda
Comisarios de la exposición y autores del libro COCOS
Afrontar un tema tan delicado y espinoso como la copia es peligroso. Mucha gente nos recomendó non meneallo. Pero pensamos que ya iba siendo hora de tratar este asunto tan cotidiano y flagrante con delicadeza y con rigor, pero también con valentía.
Todos sabemos que la copia es una práctica habitual en el diseño, tal vez sea un sino de la propia humanidad a lo largo de su historia; y sabemos también que la frontera entre lo que está o no copiado se hace a veces confusa. ¿Dónde empieza la imitación?, ¿hasta dónde llega una inspiración?, ¿qué se considera falsificación?, ¿cuándo se comete plagio?, ¿hasta dónde es lícito un homenaje?… Y en esta órbita cabe añadir otro fenómeno curioso: la coincidencia, la réplica inocente de algo que ya existía. Cuántas veces nos ha acontecido tener que admitir la preexistencia de algo que pensábamos haber ideado. Abriendo archivos pretéritos, oteando en otros países, descubrimos atónitos cuánto se asemeja nuestra criatura a otras que ya pululaban hace tiempo.
Por lo tanto: Copias y Coincidencias, COCOS. Afrontémoslo sin miedos.
Indagar estas actitudes en el campo creativo no es nuevo, las acusaciones de copia se remontan a la cuna de la civilización y tienen en el Renacimiento un momento álgido. Pero a medida que la sociedad se industrializa, la copia en el producto alcanza una dimensión brutal, pues ya no entra en juego tan sólo el orgullo, sino el negocio. La eclosión de las patentes a partir del siglo XVIII supone un baile significativo y creciente de millones de euros.
Es plausible que sea difícil discernir entre dos acuarelas de artistas coetáneos, pero lo que no admite discusión es que una pluma Montblanc o es genuina o está copiada. Por lo tanto, convenimos en opinar que el plagio es desleal e incluso delito. Y sin embargo una inspiración puede ser hasta loable. Copiar a un maestro para entender su técnica resulta, incluso, una experiencia recomendable. Añadirle su firma e intentar venderlo, un robo.
Cambio de rumbo
España fue un país copión, durante décadas copiar de afuera estaba incluso potenciado, todo con tal de fomentar la producción interior y no depender de las importaciones. Poco importaba de quién fuese la idea del producto, había que fabricarlo aquí a toda costa. Durante muchos años, empresarios y diseñadores se paseaban por las ferias internacionales fotografiando stands y recopilando folletos para desmenuzar artículos y recomponerlos a su antojo. Copiarse unos a otros también estaba tolerado. Pero ahora las cosas han cambiado, comenzados a ser víctimas del asunto, nos fastidia que el vecino se aproveche de nuestra inversión y nos llegan del exterior imitaciones de nuestras propias marcas y a precios muy inferiores. Algo no cuadra y debemos espabilar. Si hasta ahora la ambigüedad de las leyes y la picaresca de las denominadas variantes desbarataban la posible defensa, ahora nos encontramos en un nuevo marco que presiona en dos sentidos: se potencia la innovación y se persigue, en serio, al copión. El camino, pues, está claro.
En cualquier caso, la tesis de la exposición y del libro COCOS es contundente: abrimos una brecha decidida a favor de ser original, de inventar el mundo, de idear sin muletas; en definitiva, apostamos por la innovación creativa. Defendemos el derecho a la propiedad intelectual e industrial. Preferimos a los diseñadores que investigan y a las empresas que buscan nuevos y mejores productos. Y nos parece inmoral quien va a remolque de los demás, quien se aprovecha de los riesgos ajenos para asegurar su negocio copiando. Y además tiene los días contados, pues acabará asfixiado en la vertiginosa rueda del progreso.
¿Y si todos copiásemos? Sería el fin de la creación. Todos esperando las novedades ajenas para hacerlas un poco peor pero más baratas. Una cascada de renuncias a innovar al estar pendientes de un tercero. No future. Por el contrario, si todo diseñador y empresa se esforzase en implementar sus propuestas, la mejora de nuestro entorno material sería más certera y veloz. Y su beneficio competitivo, notable.
Entremos, pues, en el fascinante, aberrante, sorprendente, a veces indignante, siempre inabarcable mundo de los COCOS. Desde el crudo estado de la cuestión hasta los análisis y opiniones variopintas, pasando por la defensa legal del diseño, y acabando en unos cuantos de los infinitos ejemplos posibles. Valoremos el verdadero calado de un fenómeno mundial que requiere tanto de leyes como de talento, pero sobre todo de sensibilidad ética y social.
Mojémonos al respecto.
Juli Capella / Ramón Úbeda
Puntos de vista
§ La imitación es la más sincera forma de adulación. C. C. Colton
§ El cerebro humano está hecho de tal manera que no puede crear nada en absoluto; solamente puede usar material ya existente. Mark Twain
§ La copia siempre quedará por debajo del original. Cuanto más exacta es la imitación, menos vivo es el placer. Lo que nos place no es imitar sino crear. La más pequeña invención sobrepasa todas las obras maestras de la imitación. Hegel
§ Lo que no es tradición es plagio. Eugeni d’Ors
§ Lo falso es susceptible de una infinidad de combinaciones, pero la verdad no tiene más que una forma de ser. Jean-Jacques Rousseau
§ Se copia mucho y además se copia mal. Hay gente que se siente orgullosa al imitar, quizás por incultura. El Premio Plagiarius, con su difusión en los medios, es en cierta forma una denuncia pública que pretende avergonzar a los que plagian. Fernando Amat
§ No se puede imitar lo que se quiere crear. Georges Braque
§ La condenación del que trata de moldearse por otro es que dejará de ser él mismo sin llegar a ser el otro y así no será nadie. Miguel de Unamuno
§ Admiremos a los grandes maestros, no los imitemos. Victor Hugo
§ Copiar páginas de autores buenos ayuda a descubrir la técnica del escritor. André Maurois
§ La copia exaltada a su máximo grado va generando un segundo mundo al lado de éste; un mundo paralelo donde nada puede ocurrir de verdad y ya nada puede temerse o morirse porque todo es enteramente falso, falso “de verdad”. Vicente Verdú
§ La crítica más severa que puede hacérsele al plagio es que, repitiendo lo existente, frena el natural proceso evolutivo de las cosas. Quien plagia no aporta una nueva alternativa que venga a completar o suplir lo conocido y de este modo retarda su progreso. André Ricard
§ Yo invento y a la vez copio, porque en el panteísmo de la enorme vía láctea de los productos todo lo que puedo pensar ya existe: lo importante es que sea original mi manera de falsificar. Alessandro Mendini
§ Los copiones no roban ni a los diseñadores ni a los productores, sino directamente a la sociedad. Por eso no me interesan en absoluto. Philippe Starck
§ Homenaje es el término suave que se usa para denominar el robo a un difunto. Yo no estoy muerto, así que esto es plagio. Saul Bass
§ Todo el diseño visual tiene precedentes en el pasado. No hay ideas que no hayan sido apropiaciones. Art Chantry
§ Programados como estamos por la sensibilidad posmoderna, lo comprendemos todo de manera referencial. Todo está contextualizado y definido retrospectivamente. Peter Saville
§ El papel más cómico en las agencias publicitarias es el de los directores creativos. Están todos con las armas apuntando, listos para fusilar “a quien copie”. Pero luego, como no existe nada que la tele no haya enseñado ya, nos damos cuenta de que toda la publicidad no es sino una citación de otra publicidad, de otras imágenes, de otras ideas. Oliviero Toscani
§ Una de las formas de humor menos entendida en el diseño gráfico es la parodia, a menudo confundida con la influencia, la imitación o el plagio. La parodia rinde homenaje al original y la imitación, muchas veces plagio, no es sino el uso fallido de una influencia. Paula Scher
§ Todos copiamos, gracias a Dios. Yo reivindico copiar en general, porque vengo del cómic, y ahí la única escuela que existe es la de aprender de los demás, de lo que ya se ha hecho, fijándote mucho, diseccionando cada dibujo. He copiado a Calder y Miró, y a muchos otros, de forma evidentísima, sin ningún problema, con referencias descaradas que después no me importa explicar. A veces se dice que se hace un homenaje a tal o cual artista, pero yo no sé si hago exactamente un homenaje o sencillamente una apropiación lícita, casi siempre desde la admiración, de elementos de nuestra cultura que me sirven, eso sí, para evolucionar. Javier Mariscal
§ Es muy difícil decir de forma objetiva dónde acaba la influencia y dónde empieza la imitación, o dónde termina la imitación y dónde empieza el plagio. Sin embargo, aunque no podamos definir claramente las diferencias, todos nosotros lo sabemos cuando lo vemos. Milton Glaser
§ Desde sus orígenes, la publicidad moderna, esto es, la que superó el cartelismo, se ha nutrido con descaro de imágenes, iconos, referencias del arte sin el menor rubor. Y entre todas esas piezas hay una que destaca por su tozudez; se trata de la Gioconda de Leonardo. Álvaro Sobrino
§ Nada más original que nutrirse de los demás. El león está hecho de cordero asimilado. Paul Valery
§ Vivimos en el mundo de la reproducción total, el original ya no existe. Somos replicantes. Baudrillard
§ Copiar no sólo es un utilísimo ejercicio pedagógico. La manía de la originalidad da resultados tan monótonos… Un buen plagio no tiene porque matar el original. Rafael no anula a Perugino. La calidad es un plagio, como todo, depende del talento del ejecutor. Òscar Tusquets
§ Todo arte es imitación de la naturaleza. Séneca
Organizan:
En colaboración con:
Patrocinan:
Con el apoyo de:
Copiat des de http://w3art.es/weblog_archivos/000406.php
Hasta el 2 de octubre de 2005
Juli Capella y Ramón Úbeda, comisarios
Isidro Ferrer, autor de la imagen de la exposición
Jaime Hayón, diseñador del montaje original
Félix Bella, coordinación MuVIM
Museo Valenciano de la Ilustración y de la Modernidad (MuVIM) C/ Quevedo, 10. 46001 Valencia. Teléfono 96 388 37 30 Muvim@dva.gva.es