Antecedent.
Aquest documental va estar seleccionat per les nominacions a l’Oscar de 2009 i emés per 60 minuts del 33 com a
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ENDEUTATS UNITS D’AMÈRICA
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IOUSA (Le Debo a USA) – Documental
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IOUSA (I Owe You USA / Le Debo a USA), es un documental que trata sobre la revisión de la situación financiera estadounidense que, desde la fundación del país en 1776, ha acumulado una deuda que en la actualidad supera los 12 trillones de dólares (US$ 12.000.000.000.000).
Desde su fundación, en 1776, la deuda nacional de Estados Unidos no ha dejado de crecer. Con la Administración Reagan la situación se agudizó y, por primera vez en la historia estadounidense, la deuda nacional alcanzó cotas alarmantes en tiempos de paz. Cuando en 1988, Bush padre proclamó «no new taxes», la situación tampoco mejoró. Los intentos de Estados Unidos por controlar la deuda han sido en vano, y esta sigue siendo superior a los 12 trillones de dólares. Este documental permite comprender mejor los problemas estructurales de la actual crisis financiera e incluye entrevistas a Alan Greenspan, Ron Paul, Paul H. O’Neill, Robert Rubin y Paul Volcker.
Con un frìo pero certero mensaje, IOUSA intenta poner a juicio del ciudadano comun, el impresionante endeudamiento de la megapotencia.
Actualmente EEUU está acumulando deuda a un ritmo exponencial, a razón de US$ 50.700 por segundo y continúa acelerando.
Lamentablemente IOUSA se estrenó en Agosto de 2008 y no incluye las crisis financieras que vinieron luego, como tampoco contabiliza los déficits generados por el dinero de los salvatajes.
Muchas gracias paparazzi2013 por subirlo a vimeo, hacía tiempo que estaba buscando este documental con subtítulos.
(Charles Ferguson, 2010). Para personas informadas no aporta ningún dato novedoso. Es un muy buen montaje de expone, pero no concluye, ni traza las consecuencias de lo sucedido: pienso que faltan quince minutos para detallar el período 2009 – 2010. Sigue por la línea ya conocida de que ‘los bancos y las agencias de calificación tuvieron la culpa’; pero lo verdaderamente novedoso del film es que trenza muy bien una serie de razonamientos vinculando a políticos y banqueros de tal forma que el planteamiento completo es: ‘los bancos y las agencias de calificación tuvieron la culpa porque los políticos les permitieron hacer lo que hicieron’.
“El dinero se fue al uno por ciento de arriba”.
..
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“- No se reguló casi nada.
– ¿Por qué?
– Es un Gobierno de Wall Street”.
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“Un ingeniero de verdad construye puentes. Un ingeniero financiero construye sueños”.
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“- ¿Por qué no se lleva a cabo una investigación más detallada?.
– Encontrarían a los culpables”.
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“Los bancos dependían de estas actividades (de los derivados) para ser rentables.
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“Los apetitos de financiamiento del sector financiero impulsaron todo lo que los demás hacían”.
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“Son personalidades clase A y creen que lo saben todo”.
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“Ningún valor se emitió sin el sello de las agencias de calificación”.
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“Cuando le damos a algo la calificación AAA es sólo nuestra opinión, uno no debe confiar en ella”.
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“(Lehman Brothers) tenía una calificación A2 dos días antes de quebrar. A2 es una calificación buena”.
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“Podemos apagar esto un momento”.
..
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“A fin de cuentas los más pobres son los que más lo pagarán”.
Yo sigo con lo mismo: en 1973 el modelo empezó romperse porque una parte de la población activa empezó a no ser necesaria. En el período 1987 – 1991 el supply-side ya estaba agotado y a partir de ahí, terminada la economía de la producción, lo único que quedaba era ir por el lado de ‘lo financiero’. Se hizo lo que se tenía que hacer para continuar creciendo porque no se podía hacer ninguna otra cosa.
Claro que los bancos podían haber hecho las cosas de otra manera, y los políticos hubieran podido no eliminar las regulaciones que eliminaron, y la política fiscal y la monetaria hubieran podido corregir desviaciones, y las empresas y las familias hubieran podido entender que esa capacidad de endeudamiento que parecía infinita no lo era y que los créditos que tan alegremente solicitaban y tan fácilmente obtenían había que devolverlos. Las cosas hubieran podido hacerse de otra manera y todo eso hubiera podido haberse contemplado, pero entonces hubiésemos crecido mucho menos de lo que hemos crecido.
Es frustrante tener que admitirlo, pero nadie tuvo la culpa. Se hizo lo que se podía hacer porque no podía hacerse otra cosa ya que en cada momento se puede hacer lo que se puede partiendo de la base de que los humanos siempre queremos más. Se hizo lo que podía hacerse, lo que sucede es que todo en esta vida tiene consecuencias; y el pasado siempre acaba pasando factura.
Amén.
¿El film?, si no lo han visto, véanlo: como exposición y resumen es bueno.
Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economía IQS. Universidad Ramon Llull
“Si los ricos no pagan impuestos se enfrentarán a una revolución”
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Paul Farell, analista de ‘The Wall Street Journal’, se hace eco de una corriente de opinión que pone en entredicho la recuperación en EE UU
RAMÓN MUÑOZ 04/04/2011
Predice un cataclismo económico y una revolución social en EE UU. Pero no es el polémico y a veces abiertamente demagogo director de cine Michael Moore. Ni el predicador televisivo Glenn Beck, insignia mediática del movimiento conservador estadounidense del Tea Party. Ni, más cercanamente, Niño Becerra, el catedrático que vaticina el cataclismo de la economía española cada año y cada año lo aplaza. Se trata de Paul B. Farrell, un prestigioso columnista de The Wall Street Journal, el diario financiero por excelencia nada sospechoso de sensacionalismo. Y esta semana ha lanzado un aviso ciertamente preocupante aunque con argumentos y cifras mucho más contundentes que la de los otros teóricos apocalípticos citados.
“O los ricos comienzan a pagar impuestos o se enfrentarán a una revolución”. Con ese provocativo arranque, Farell, que trabajó para Morgan Stanley, advierte en su columna que la brecha entre el 1% de los “súper ricos” y el 99% restante de la población en EE UU no había sido tan grande desde la Gran Depresión de 1929, y que solo el “engaño” o el “espejismo” que lanza esta clase privilegiada desde sus diversas tribunas, ya sean políticas o mediáticas, impiden a la gente darse cuenta de que estamos a punto de vivir otro colapso como el de hace casi un siglo. Y concluye que o los ricos vuelven a pagar los impuestos que les corresponden por su nivel de riqueza u Occidente se enfrentará a una revuelta social como las que se están viviendo en el norte de África
Farrell señala que, tras el estallido de la crisis financiera en 2008 y la intervención del Estado para salvar el sistema, Estados Unidos vive ahora de la falsa esperanza que le transmiten los súper ricos, las “estadísticas del Gobierno que tratan de exagerar la recuperación” o los mensajes sobre un nuevo mercado alcista de Wall Street.
“Sigan soñando”, apunta Farrell, que avisa de que el 93% de lo que se oye acerca de los mercados, las finanzas y la economía “son conjeturas, ilusiones y mentiras con el único fin de manipular en la toma de decisiones para sacar el dinero de los bolsillos” de la gente. “Ellos se enriquecen diciendo mentiras sobre los valores. Odian a las normas de la SEC [regulador de la Bolsa de EE UU] que les obligan a decir la verdad”. Y pone un dato como ejemplo: en los últimos 10 años, el 20% de los fondos de pensiones de los trabajadores -10 billones de dólares- se ha esfumado en Wall Street.
Apoyado en otros testimonios, el columnista establece un paralelismo entre las revoluciones como las que han ocurrido en Egipto, y las que están por venir en los países desarrollados. Ambas serán impulsadas por los jóvenes, las mayores víctimas de la crisis, condenados a un desempleo crónico. “Los jóvenes van a ser los más doloridos cuando los gobiernos traten de reequilibrar sus presupuestos. Se elevarán los impuestos de los trabajadores y caerá el gasto de educación (…) mientras que los recortes fiscales para ricos siguen intocables”.”¿Cuánto tiempo resta para que el resto de los países ricos estalle como Egipto?”, se pregunta.
El análisis de Farrell no es aislado. En Estados Unidos se está formando una creciente corriente de opinión que denuncia que la crisis se ha cerrado en falso, que la recuperación económica que vende la Administración Obama no es sino un maquillaje estadístico y que cuando toque pagar la factura del rescate del sistema financiero mediante más impuestos para la clase media y recortes sociales, se desvelará la verdadera gravedad de la situación.
Una de las abanderadas de esta teoría es Arianna Huffington, la editora que acaba de hacerse multimillonaria tras la venta de su portal de noticias online a AOL. Pese a que su actitud personal no sea muy ejemplarizante (se vanagloria públicamente de no pagar a la mayoría de sus periodistas), su opinión es muy crítica hacia el sistema. “Se está madurando la América del Tercer Mundo. Washington se apresuró al rescate de Wall Street, pero se olvidó de Main Street (la calle principal, metáfora para expresar a la gente común en EE UU). Uno de cada cinco estadounidenses es desempleado o subempleado. Una de cada nueve familias no tiene un saldo mínimo en sus tarjetas de crédito. Una de cada ocho hipotecas está en mora o ejecución hipotecaria. Uno de cada ocho estadounidenses vive con cupones de alimentos. La movilidad social hacia arriba siempre ha estado en el centro del sueño americano. Y esa promesa se ha roto. El sueño americano se está convirtiendo en una pesadilla. Y pronto va a implosionar”, asegura.
El magnífico documental Inside Job, ganador del último Oscar, también ha desperezado muchas conciencias, sobre todo las de aquellos que confiaron en que con la llegada de Barack Obama a la Casa Blanca se cambiarían las reglas del juego, se restablecerían los controles y la regulación sobre el sistema financiero y se pondría coto a la “avaricia de Wall Street”como prometió el ahora presidente durante la campaña electoral. Pero como denuncia la cinta, las tímidas reformas que inició están varadas en las comisiones del Congreso o han sido bloqueadas por el poderoso lobby financiero que controla no solo la esfera política sino la académica para hacer valer su falso mensaje.
Inside Job deja en evidencia también que Obama no solo no ha perseguido a los “avaros” que provocaron el desastre con productos financieros tóxicos como las subprimes o los CDO, sino que ha puesto al mando de su equipo económico a algunos de sus más señeros representantes, que participaron o, al menos no quisieron ver el inmenso fraude que se estaba fraguando, y fueron reclutados por el anterior presidente, George W. Bush, para diseñar el rescate a costa del contribuyente y sin pedir responsabilidad alguna a sus causantes. Ben Bernanke, presidente de la Reserva Federal, Timothy Geithner, secretario del Tesoro, o Lawrence Summers director del Consejo Nacional Económico de la Casa Blanca, están entre ellos.
El capitalismo refundado de rostro social con el que se presentaba Obama en las primeras reuniones del G-20 tras al estallido la crisis sigue teniendo el mismo perfil injusto e inmisericorde en EE UU: récord de desahucios en 2010 y récord de bonus para los ejecutivos de las agencias de calificación como Moody’s o Standard & Poor’s, que avalaron los productos financieros basados en las hipotecas basuras precipitando el desastre financiero. También fuera de las fronteras de la primera potencial mundial hay una creciente corriente en la misma dirección y que tiene en ¡Indignaos! (Destino), del francés de origen alemán Stèphane Hessel, uno de sus puntos de ignición. En España, el testigo lo ha cogido, entre otros, el escritor y pensador José Luis Sampedro.
Desde la sección de mercados del periódico de referencia de Wall Street, a Farrell no le tiembla el pulso al hacer un llamamiento a que la gente despierte ante “el espejismo de los súper ricos que está destruyendo el sueño americano para el resto de nosotros”. “Los súper ricos no se preocupan por usted” exhorta a sus lectores, porque viven al margen de la crisis, a lo sumo se preocupan “en abstracto” por el bienestar del país, envueltos en una burbuja en la que “disfrutan de vacaciones en los mejores resorts, de los mejores profesores de pilates, el mejor masajista, los mejores cirujanos y las mejores escuelas privadas para sus hijos”. “Y nada de lo que se escriba va afectarles”. Y acaba: “No digan que no fueron advertido. Tienen tiempo para preparar la revolución que se avecina, la depresión”.
Antecedent.
Aquest documental va estar seleccionat per les nominacions a l’Oscar de 2009 i emés per 60 minuts del 33 com a
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ENDEUTATS UNITS D’AMÈRICA
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IOUSA (Le Debo a USA) – Documental
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IOUSA (I Owe You USA / Le Debo a USA), es un documental que trata sobre la revisión de la situación financiera estadounidense que, desde la fundación del país en 1776, ha acumulado una deuda que en la actualidad supera los 12 trillones de dólares (US$ 12.000.000.000.000).
Desde su fundación, en 1776, la deuda nacional de Estados Unidos no ha dejado de crecer. Con la Administración Reagan la situación se agudizó y, por primera vez en la historia estadounidense, la deuda nacional alcanzó cotas alarmantes en tiempos de paz. Cuando en 1988, Bush padre proclamó «no new taxes», la situación tampoco mejoró. Los intentos de Estados Unidos por controlar la deuda han sido en vano, y esta sigue siendo superior a los 12 trillones de dólares. Este documental permite comprender mejor los problemas estructurales de la actual crisis financiera e incluye entrevistas a Alan Greenspan, Ron Paul, Paul H. O’Neill, Robert Rubin y Paul Volcker.
Con un frìo pero certero mensaje, IOUSA intenta poner a juicio del ciudadano comun, el impresionante endeudamiento de la megapotencia.
Actualmente EEUU está acumulando deuda a un ritmo exponencial, a razón de US$ 50.700 por segundo y continúa acelerando.
Lamentablemente IOUSA se estrenó en Agosto de 2008 y no incluye las crisis financieras que vinieron luego, como tampoco contabiliza los déficits generados por el dinero de los salvatajes.
Muchas gracias paparazzi2013 por subirlo a vimeo, hacía tiempo que estaba buscando este documental con subtítulos.
http://chemtrailsevilla.wordpress.com/2009/11/24/iousa-le-debo-a-usa-documental/
Emés per 60 minuts del canal 33 de TV3 coma a Endeutats Units d’Amèrica
http://vimeo.com/7740232
Inside Job
Santiago Niño Becerra – Lunes, 28 de Marzo
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(Charles Ferguson, 2010). Para personas informadas no aporta ningún dato novedoso. Es un muy buen montaje de expone, pero no concluye, ni traza las consecuencias de lo sucedido: pienso que faltan quince minutos para detallar el período 2009 – 2010. Sigue por la línea ya conocida de que ‘los bancos y las agencias de calificación tuvieron la culpa’; pero lo verdaderamente novedoso del film es que trenza muy bien una serie de razonamientos vinculando a políticos y banqueros de tal forma que el planteamiento completo es: ‘los bancos y las agencias de calificación tuvieron la culpa porque los políticos les permitieron hacer lo que hicieron’.
“El dinero se fue al uno por ciento de arriba”.
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“- No se reguló casi nada.
– ¿Por qué?
– Es un Gobierno de Wall Street”.
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“Un ingeniero de verdad construye puentes. Un ingeniero financiero construye sueños”.
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“- ¿Por qué no se lleva a cabo una investigación más detallada?.
– Encontrarían a los culpables”.
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“Los bancos dependían de estas actividades (de los derivados) para ser rentables.
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“Los apetitos de financiamiento del sector financiero impulsaron todo lo que los demás hacían”.
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“Son personalidades clase A y creen que lo saben todo”.
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“Ningún valor se emitió sin el sello de las agencias de calificación”.
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“Cuando le damos a algo la calificación AAA es sólo nuestra opinión, uno no debe confiar en ella”.
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“(Lehman Brothers) tenía una calificación A2 dos días antes de quebrar. A2 es una calificación buena”.
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“Podemos apagar esto un momento”.
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“A fin de cuentas los más pobres son los que más lo pagarán”.
Yo sigo con lo mismo: en 1973 el modelo empezó romperse porque una parte de la población activa empezó a no ser necesaria. En el período 1987 – 1991 el supply-side ya estaba agotado y a partir de ahí, terminada la economía de la producción, lo único que quedaba era ir por el lado de ‘lo financiero’. Se hizo lo que se tenía que hacer para continuar creciendo porque no se podía hacer ninguna otra cosa.
Claro que los bancos podían haber hecho las cosas de otra manera, y los políticos hubieran podido no eliminar las regulaciones que eliminaron, y la política fiscal y la monetaria hubieran podido corregir desviaciones, y las empresas y las familias hubieran podido entender que esa capacidad de endeudamiento que parecía infinita no lo era y que los créditos que tan alegremente solicitaban y tan fácilmente obtenían había que devolverlos. Las cosas hubieran podido hacerse de otra manera y todo eso hubiera podido haberse contemplado, pero entonces hubiésemos crecido mucho menos de lo que hemos crecido.
Es frustrante tener que admitirlo, pero nadie tuvo la culpa. Se hizo lo que se podía hacer porque no podía hacerse otra cosa ya que en cada momento se puede hacer lo que se puede partiendo de la base de que los humanos siempre queremos más. Se hizo lo que podía hacerse, lo que sucede es que todo en esta vida tiene consecuencias; y el pasado siempre acaba pasando factura.
Amén.
¿El film?, si no lo han visto, véanlo: como exposición y resumen es bueno.
Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economía IQS. Universidad Ramon Llull
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http://lacartadelabolsa.com/leer/articulo/inside_job
“Si los ricos no pagan impuestos se enfrentarán a una revolución”
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Paul Farell, analista de ‘The Wall Street Journal’, se hace eco de una corriente de opinión que pone en entredicho la recuperación en EE UU
RAMÓN MUÑOZ 04/04/2011
Predice un cataclismo económico y una revolución social en EE UU. Pero no es el polémico y a veces abiertamente demagogo director de cine Michael Moore. Ni el predicador televisivo Glenn Beck, insignia mediática del movimiento conservador estadounidense del Tea Party. Ni, más cercanamente, Niño Becerra, el catedrático que vaticina el cataclismo de la economía española cada año y cada año lo aplaza. Se trata de Paul B. Farrell, un prestigioso columnista de The Wall Street Journal, el diario financiero por excelencia nada sospechoso de sensacionalismo. Y esta semana ha lanzado un aviso ciertamente preocupante aunque con argumentos y cifras mucho más contundentes que la de los otros teóricos apocalípticos citados.
“O los ricos comienzan a pagar impuestos o se enfrentarán a una revolución”. Con ese provocativo arranque, Farell, que trabajó para Morgan Stanley, advierte en su columna que la brecha entre el 1% de los “súper ricos” y el 99% restante de la población en EE UU no había sido tan grande desde la Gran Depresión de 1929, y que solo el “engaño” o el “espejismo” que lanza esta clase privilegiada desde sus diversas tribunas, ya sean políticas o mediáticas, impiden a la gente darse cuenta de que estamos a punto de vivir otro colapso como el de hace casi un siglo. Y concluye que o los ricos vuelven a pagar los impuestos que les corresponden por su nivel de riqueza u Occidente se enfrentará a una revuelta social como las que se están viviendo en el norte de África
Farrell señala que, tras el estallido de la crisis financiera en 2008 y la intervención del Estado para salvar el sistema, Estados Unidos vive ahora de la falsa esperanza que le transmiten los súper ricos, las “estadísticas del Gobierno que tratan de exagerar la recuperación” o los mensajes sobre un nuevo mercado alcista de Wall Street.
“Sigan soñando”, apunta Farrell, que avisa de que el 93% de lo que se oye acerca de los mercados, las finanzas y la economía “son conjeturas, ilusiones y mentiras con el único fin de manipular en la toma de decisiones para sacar el dinero de los bolsillos” de la gente. “Ellos se enriquecen diciendo mentiras sobre los valores. Odian a las normas de la SEC [regulador de la Bolsa de EE UU] que les obligan a decir la verdad”. Y pone un dato como ejemplo: en los últimos 10 años, el 20% de los fondos de pensiones de los trabajadores -10 billones de dólares- se ha esfumado en Wall Street.
Apoyado en otros testimonios, el columnista establece un paralelismo entre las revoluciones como las que han ocurrido en Egipto, y las que están por venir en los países desarrollados. Ambas serán impulsadas por los jóvenes, las mayores víctimas de la crisis, condenados a un desempleo crónico. “Los jóvenes van a ser los más doloridos cuando los gobiernos traten de reequilibrar sus presupuestos. Se elevarán los impuestos de los trabajadores y caerá el gasto de educación (…) mientras que los recortes fiscales para ricos siguen intocables”.”¿Cuánto tiempo resta para que el resto de los países ricos estalle como Egipto?”, se pregunta.
El análisis de Farrell no es aislado. En Estados Unidos se está formando una creciente corriente de opinión que denuncia que la crisis se ha cerrado en falso, que la recuperación económica que vende la Administración Obama no es sino un maquillaje estadístico y que cuando toque pagar la factura del rescate del sistema financiero mediante más impuestos para la clase media y recortes sociales, se desvelará la verdadera gravedad de la situación.
Una de las abanderadas de esta teoría es Arianna Huffington, la editora que acaba de hacerse multimillonaria tras la venta de su portal de noticias online a AOL. Pese a que su actitud personal no sea muy ejemplarizante (se vanagloria públicamente de no pagar a la mayoría de sus periodistas), su opinión es muy crítica hacia el sistema. “Se está madurando la América del Tercer Mundo. Washington se apresuró al rescate de Wall Street, pero se olvidó de Main Street (la calle principal, metáfora para expresar a la gente común en EE UU). Uno de cada cinco estadounidenses es desempleado o subempleado. Una de cada nueve familias no tiene un saldo mínimo en sus tarjetas de crédito. Una de cada ocho hipotecas está en mora o ejecución hipotecaria. Uno de cada ocho estadounidenses vive con cupones de alimentos. La movilidad social hacia arriba siempre ha estado en el centro del sueño americano. Y esa promesa se ha roto. El sueño americano se está convirtiendo en una pesadilla. Y pronto va a implosionar”, asegura.
El magnífico documental Inside Job, ganador del último Oscar, también ha desperezado muchas conciencias, sobre todo las de aquellos que confiaron en que con la llegada de Barack Obama a la Casa Blanca se cambiarían las reglas del juego, se restablecerían los controles y la regulación sobre el sistema financiero y se pondría coto a la “avaricia de Wall Street”como prometió el ahora presidente durante la campaña electoral. Pero como denuncia la cinta, las tímidas reformas que inició están varadas en las comisiones del Congreso o han sido bloqueadas por el poderoso lobby financiero que controla no solo la esfera política sino la académica para hacer valer su falso mensaje.
Inside Job deja en evidencia también que Obama no solo no ha perseguido a los “avaros” que provocaron el desastre con productos financieros tóxicos como las subprimes o los CDO, sino que ha puesto al mando de su equipo económico a algunos de sus más señeros representantes, que participaron o, al menos no quisieron ver el inmenso fraude que se estaba fraguando, y fueron reclutados por el anterior presidente, George W. Bush, para diseñar el rescate a costa del contribuyente y sin pedir responsabilidad alguna a sus causantes. Ben Bernanke, presidente de la Reserva Federal, Timothy Geithner, secretario del Tesoro, o Lawrence Summers director del Consejo Nacional Económico de la Casa Blanca, están entre ellos.
El capitalismo refundado de rostro social con el que se presentaba Obama en las primeras reuniones del G-20 tras al estallido la crisis sigue teniendo el mismo perfil injusto e inmisericorde en EE UU: récord de desahucios en 2010 y récord de bonus para los ejecutivos de las agencias de calificación como Moody’s o Standard & Poor’s, que avalaron los productos financieros basados en las hipotecas basuras precipitando el desastre financiero. También fuera de las fronteras de la primera potencial mundial hay una creciente corriente en la misma dirección y que tiene en ¡Indignaos! (Destino), del francés de origen alemán Stèphane Hessel, uno de sus puntos de ignición. En España, el testigo lo ha cogido, entre otros, el escritor y pensador José Luis Sampedro.
Desde la sección de mercados del periódico de referencia de Wall Street, a Farrell no le tiembla el pulso al hacer un llamamiento a que la gente despierte ante “el espejismo de los súper ricos que está destruyendo el sueño americano para el resto de nosotros”. “Los súper ricos no se preocupan por usted” exhorta a sus lectores, porque viven al margen de la crisis, a lo sumo se preocupan “en abstracto” por el bienestar del país, envueltos en una burbuja en la que “disfrutan de vacaciones en los mejores resorts, de los mejores profesores de pilates, el mejor masajista, los mejores cirujanos y las mejores escuelas privadas para sus hijos”. “Y nada de lo que se escriba va afectarles”. Y acaba: “No digan que no fueron advertido. Tienen tiempo para preparar la revolución que se avecina, la depresión”.
http://www.elpais.com/articulo/economia/ricos/pagan/impuestos/enfrentaran/revolucion/elpepieco/20110404elpepueco_14/Tes