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Los presidentes de los Bancos Centrales se limitan a aplicar el manual, un manual que puede gustarnos, o no, pero es un manual que, más o menos, ha estado funcionando estos últimos años; pero ya no es así porque del mismo modo que a velocidades cercanas a la de la luz las leyes de la física newtoniana comienzan a fallar, los fallos sistémicos que están empezando a producirse invalidan políticas que históricamente han sido efectivas.
Fallos sistémicos: agotamientos. Vamos a ver, ¿cuándo el nivel de deuda privada había alcanzado el monto que ahora ha alcanzado?, ¿cuándo, en el pasado, el saldo crediticio vivo había llegado a la cota actual?, ¿cuándo los déficits exteriores de ciertos países habían trepado hasta los lugares que ahora lo han hecho?, ¿cuándo la necesidad crediticia había llegado a las marcas actuales?, ¿cuándo la especulación con commodities había alcanzado las actuales cotas?, ¿cuándo, en el pasado, en muchas áreas, el sesgo en la distribución de la renta había sido parecido al actual?, ¿cuándo se había dado la combinación de todo lo hasta ahora dicho.
Todo lo anterior genera tensiones que agotan los mecanismos del sistema, se producen entonces fallos sistémicos y, de resultas de estos, deviene una crisis potente en la que los manuales no sirven. Y en eso estamos.
Santiago Niño Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economía IQS. Universidad Ramon Llull.