Tres tipus de colònies són independents del gènere, edat, dieta o origen – Els ecosistemes intestinals tindrien diferent resposta a dieta i medicines
En els intestins de cada persona viuen uns 100 bilions de bacteris de centenars d’espècies diferents. Aquests microorganismes ajuden a convertir els aliments en energia, a destruir toxines, a produir determinades vitamines o aminoàcids i protegir l’organisme enfront de molts patògens, a canvi, el sistema digestiu els dóna aliment i hàbitat. Són tots els intestins humans més o menys iguals a efectes de la colònia bacteriana de l’aparell digestiu? Un equip internacional ha identificat tres tipus d’ecosistemes de microorganismes clarament distingibles i en cada un predomina un gènere o un altre de bacteris. A més, aquests tres tipus de flora intestinal són independents de factors com de l’edat, el sexe o la distribució geogràfica de les persones. Les colònies bacterianes proporcionen així una nova empremta biològica que alguns comparen amb el grup sanguini.
Los investigadores se plantean si estos tres tipos de colonias responden de modo diferente a medicamentos y dietas. “Cada uno de estos enterotipos tiene una cierta composición de bacterias con funciones específicas, por ejemplo, en la producción de energía a partir de la degradación de fibras de la dieta o la formación de ciertas vitaminas”, explica Oluf Borbye Padersen (Universidad de Copenhague), uno de los autores del hallazgo, presentado en Nature.
Ellos distinguen los tipos por el predominio de tres géneros diferentes de microorganismos, que pueden estar presentes siempre, pero en distintas proporciones: Bacteroides, Prevotella y Ruminococcus, cada uno asociado a diferentes preferencias de nutrientes, como carbohidratos, mucopolisacáridos y azúcares. El grupo Bacteroides tiene más bacterias que producen vitaminas C, B2, B5 y H, mientras que en el Prevotella predomina la fabricación de B1 y de ácido fólico.
En la investigación, en la que participan científicos de instituciones de Barcelona, se han analizado muestras, sobre todo heces, de 39 individuos de Europa, Asia y Norteamérica, a los que añaden datos previos de otros 140 -el muestreo se extenderá a Australia y Sudamérica-. La estrategia no es caracterizar los centenares de especies de bacterias, sino aprovechar los análisis de ADN y las comparaciones con las bases de datos para identificar los genes que delatan la presencia de los diferentes microorganismos.
Además de los tres grandes tipos, los científicos, liderados por Peer Bork, del Laboratorio Europeo de Biología Molecular (en Alemania), han descubierto algunos marcadores genéticos de los microorganismos interesantes. “El hecho de que haya genes bacterianos asociados con rasgos como edad y masa corporal indica que puede haberlos también para la obesidad o enfermedades como el cáncer de colon, lo que tendría implicaciones para los diagnósticos médicos”, dice Bork.
La investigación (del proyecto MetaHit de la UE) genera por ahora más incógnitas que respuestas. ¿Por qué, pese a la gran diversidad de flora intestinal, existen grupos como estos tres extendidos en las poblaciones humanas? Los científicos no lo saben.
Los investigadores se plantean si estos tres tipos de colonias responden de modo diferente a medicamentos y dietas. “Cada uno de estos enterotipos tiene una cierta composición de bacterias con funciones específicas, por ejemplo, en la producción de energía a partir de la degradación de fibras de la dieta o la formación de ciertas vitaminas”, explica Oluf Borbye Padersen (Universidad de Copenhague), uno de los autores del hallazgo, presentado en Nature.
Ellos distinguen los tipos por el predominio de tres géneros diferentes de microorganismos, que pueden estar presentes siempre, pero en distintas proporciones: Bacteroides, Prevotella y Ruminococcus, cada uno asociado a diferentes preferencias de nutrientes, como carbohidratos, mucopolisacáridos y azúcares. El grupo Bacteroides tiene más bacterias que producen vitaminas C, B2, B5 y H, mientras que en el Prevotella predomina la fabricación de B1 y de ácido fólico.
En la investigación, en la que participan científicos de instituciones de Barcelona, se han analizado muestras, sobre todo heces, de 39 individuos de Europa, Asia y Norteamérica, a los que añaden datos previos de otros 140 -el muestreo se extenderá a Australia Sudamérica-. La estrategia no es caracterizar los centenares de especies de bacterias, sino aprovechar los análisis de ADN y las comparaciones con las bases de datos para identificar los genes que delatan la presencia de los diferentes microorganismos.
Además de los tres grandes tipos, los científicos, liderados por Peer Bork, del Laboratorio Europeo de Biología Molecular (en Alemania), han descubierto algunos marcadores genéticos de los microorganismos interesantes.
MARINA 😆
no se com u an pogut descobrir deu ser increible ja deuen ve trobat la cura