La ministra austríaca de Medi Ambient acusa la Comissió Europea d’ignorar les pròpies normes de procediment, l’opinió d’experts i la postura en contra de molts socis de la Unió, i de plegar-se als “desitjos del lobby nuclear”.
El volum de gel cau de mitjana un 35% a l’hivern i un 75% a l’estiu mentre el transport de mercaderies amb vaixells ha crescut un 350% en només cinc anys: al capdavant, el gas i el petroli que Rússia ven a la UE.
El cambio climático que funde el Ártico a marchas forzadas es una herramienta útil para Rusia –el cuarto emisor de CO2 del mundo– en su conflicto con occidente a cuenta de la frontera de Ucrania. Cuanto más destruye el calentamiento global el mar helado del norte, más caja hace la Federación Rusa con el gas y el petróleo que extrae del Ártico, transporta por un océano libre de hielo y vende, en grandes cantidades, a la Unión Europea.
L’Ajuntament de Nova York va votar dimecres la prohibició de l’ús de gas natural en edificis nous, seguint els passos de desenes de ciutats més petites dels Estats Units que busquen passar dels combustibles fòssils a formes d’energia més netes.
Els nous edificis de la ciutat més gran dels Estats Units amb 8,8 milions de residents hauran d’utilitzar l’electricitat per escalfar-se i cuinar, segons la votació del consell que es va retransmetre al seu lloc web.
Aquesta setmana ha tingut lloc un fet que malgrat la seva transcendència, ha passat molt desapercebut, i és que al Regne Unit, dos dels seus principals plantes de fabricació de fertilitzants han suspès la seva producció degut principalment a l’augment del preu de el gas natural i per ara no saben quan tornaran a posar-se en marxa.
Decía que este hecho es muy importante, casi transcendente, porque la gran mayoría de nuestro modelo agrario industrializado se basa en el uso de fertilizantes nitrogenados, y la fabricación de estos depende casi exclusivamente del uso de gas natural. Para hacernos una idea, fabricar un kg de fertilizante nitrogenado se gasta la misma energía que si se tiene una televisión encendida durante un mes. Así que ya tienen ustedes la ecuación, si sube el precio del gas, este repercutirá en el coste de fabricación de estos químicos y si en Europa la mayor parte de los costes que pagan los agricultores por sus insumos (hasta un 40% en el caso de los productores de cereales) son estos fertilizantes, el precio de los alimentos comenzará a subir.
Cerca de una tercera parte de la energía consumida por el sector agrario se destina a la fabricación de fertilizantes
Pero es que además, cerca de una tercera parte de la energía consumida por el sector agrario se destina a la fabricación de fertilizantes. En este momento sabemos que estamos según numerosos estudios en la década del pico de reservas de gas, y que además está sufriendo más demanda por la necesidad de producción de electricidad, dicho con otras palabras, que cada vez habrá más problema con el precio del gas.
Con estos datos, cualquiera puede intuir que estamos sentados sobre un modelo agrario con pies de barro, y que estos pies se están empezando a deshacer más rápido de lo que nos temíamos.
Si queremos ver qué pasa en nuestro país, pues apunten, de los tres tipos de fertilizantes químicos existentes basados en nitrógeno, fosfato y potasio, el más utilizado, con diferencia, es el nitrogenado. El 85% del coste energético de los fertilizantes minerales utilizados en España se debió al uso de fertilizantes nitrogenados. Si calculamos la energía necesaria para fabricar todo el fertilizante sintético usado en la agricultura española vemos que se necesita la misma energía que utiliza una ciudad como Barcelona todo el año o el 45% de la que utiliza Madrid. Pero no sólo eso, sino que estos fertilizantes son la gran fuente de emisión de CO2 del sector agrario. Prácticamente la mitad de las emisiones de todo el sector agrícola (el 45%) es atribuible a los fertilizantes.
La expansión del actual sistema alimentario globalizado e industrializado que ha crecido exponencialmente las últimas décadas se ha basado en la existencia de una fuente de energía densa y barata, como es el petróleo, lo cual permitió cambios increíbles en tiempo récord de nuestras dietas, aumentando sus calorías, la presencia de carne, azúcares, grasas, etc.. Así como la posibilidad de aumentar hasta cifras absurdas la distancia en los transportes de alimentos.
Aquello que parecía muy lejano empieza a estar cada vez más cerca, el famoso Peak Oil. Cada vez hay menos petróleo y gas, es más caro de extraer e incompatible con las necesidades de la emergencia climática. ¿Entonces? Pues si no queremos vivir problemas de subida de precio en los alimentos, desabastecimientos y aumento del hambre, necesitamos cambios radicales y rápidos en nuestro sistema alimentario
Si necesitamos aumentar la eficiencia de su uso energético, reducir transporte y uso de químicos, esto quiere decir adoptar modelos de producción agroecológicos recuperar los suelos y el aumento del uso de energías renovables. Necesitamos cambios en nuestras dietas, haciéndolas más sanas, menos basadas en productos procesados, menos cárnico dependientes y más regionalizadas, reduciendo kilómetros y aumentando la temporalidad de alimentos y la posibilidad de acceso por precio.
Y eso, aunque a muchos les costará entenderlo, necesita de una fuerte intervención pública en los sistemas agrarios y alimentarios. Una intervención con el objetivo de asegurar el derecho a la alimentación y la lucha contra el cambio climático.
Entre 1961 i 2019 l’ús de fertilitzants sintètics ha crescut un 800%, la qual cosa constitueix un problema energètic i climàtic: gastem més de el 5% de gas natural mundial a extreure nitrogen de l’atmosfera.
Vemos las consecuencias de un largo proceso. Se ha señalado como responsable de la catástrofe de esta laguna litoral a la masiva aportación de nitratos y nitritos, esto es, al abono sintético. También se culpa a las algas, que ante la presencia de nutrientes crecen de forma desmesurada y disminuyen la penetración de luz solar y aceleran la disminución de oxígeno. Todo apunta a la agricultura.
Las claves para entender por qué el Mar Menor está en peligro
La agricultura contribuye al cambio climático. Dentro de la Hoja de Ruta del Hidrógeno en España –la apuesta por el hidrógeno verde del Gobierno– se quiere sustituir el gas natural para producir fertilizantes por energía renovable mediante el proceso Haber-Bosch. Para ello, se usa nitrógeno, potasa extraída de la roca y fósforo extraído de roca fosfórica. Un estudio de 2017 señala que en lo que llevamos de siglo XXI su uso ha crecido en un 41 %.
Además de ser un problema energético y climático, está detrás de la catástrofe del Mar Menor. Ese nitrógeno y fósforo que usa la agricultura acaban disipados, en parte en la atmósfera y en parte en los océanos. Ello a pesar de la convención de Naciones Unidas de 1992 que protege los océanos.
El uso de fertilizantes ha disminuido el fósforo del suelo: “El contenido de fósforo de nuestra tierra, después de años de cultivo, ha disminuido considerablemente. Necesita reponerse. La necesidad de un mayor uso de fosfatos y la conservación de nuestros suministros de fosfatos para las generaciones futuras es, por tanto, un asunto de gran preocupación pública”, señalaba F. D. Roosevelt en 1938.
Las reservas necesitan reponerse; el suministro de fosfato es una preocupación para generaciones futuras. En las últimas décadas se ha incrementado su uso en un 800 %. Hoy los agricultores afrontan una crisis de fósforo.
Operarios retiran los peces muertos que han aparecido en las playas del Mar Menor en Murcia, en foto de archivo. EFE/Juan Carlos Caval
Nitrógeno sintético
En la vida están involucrados pocos elementos: nitrógeno, oxígeno, carbono, hidrógeno, azufre y potasio. En 1974 J. Lovelock y L. Margulis observaron que la homeostasis de la Tierra se estaba viendo alterada por el uso de nitrógeno sintético. Es otra prueba de la llegada del Antropoceno.
El resultado es que este nitrógeno de síntesis interfiere en el ciclo natural del nitrógeno orgánico, lo que a su vez explica la necesidad de incrementar su uso. Hoy necesitamos diez calorías de energía fósil para obtener una caloría de alimentos; hace un siglo, una caloría fósil proporcionaba diez de alimentos.
La agricultura usa nitrógeno sintético, el 70 % del agua mundial, fósforo mineral y biocidas. Y el resultado es que se altera el ciclo del nitrógeno, el oxígeno y el carbono. Y una de las consecuencias es el desastre de Mar Menor.
La agricultura es responsable de la emisión de 6,1 Gt de CO₂ equivalente de carbono. Estas emisiones tienen lugar especialmente en primavera y otoño cuando los tractores remueven la tierra y los rayos de sol matan microorganismos que fijan nutrientes. El control de plagas contamina toda la planta y mata polinizadores; pero también la fertilidad que proporciona microorganismos.
Sabemos que los microorganismos están involucrados en el ciclo del nitrógeno, de la materia orgánica, del oxígeno y del carbono y participan en la producción de la molécula de dimetilsulfuro (DMS), clave en el crecimiento vegetal y la formación de nubes y lluvia.
Si las plantas agotasen los recursos, como suponía Justus von Liebig en 1864, nuestra civilización hubiera desaparecido hace miles de años. El concepto de capacidad de carga no explica la causa del problema, sino la consecuencia. El hombre cazador-recolector tiene un comportamiento ecológico; la agricultura actual respecto a la de las civilizaciones persa y egipcia es cuantitativa. Para Paul Ehrlich, la agricultura se convierte en problemática cuando ha de alimentar un crecimiento poblacional.
En 1842, von Liebig fundó la agricultura científica, que aplica una mirada química a las plantas que usan el nitrógeno. Frente a las tesis de Malthus y sus profecías, encuentra una solución a la amenaza de pérdida de fertilidad de la tierra: usar nitrógeno inorgánico. En 1920, otro químico, Fritz Haber usa nitrógeno directamente en la agricultura.
Inicios de la agroquímica
Después de la Primera Guerra Mundial se empieza a usar nitrógeno en agricultura, siguiendo las teorías de Justus von Liebig, para mantener las interacciones metabólicas. Fritz Haber había perfeccionado la técnica para aplicar directamente en las plantas estos fertilizantes, por lo que obtuvo el premio Nobel. La industria química fabricó nitrógeno sintético para producir explosivos y encontró, después de la guerra, un uso como fertilizante.
Pero ese uso civil de la industria de la guerra en agricultura tuvo críticas tempranas. Ragnar Berg advirtió en 1930 que el nitrógeno sintético altera el ciclo del nitrógeno orgánico y los alimentos con nitrógeno de síntesis no tienen las mismas vitaminas, ni minerales, ni oligoelementos que los productos orgánicos. Hoy, la exposición a los nitritos y nitratos constituye un problema para la salud.
Alimentos deficitarios en nutrientes
El contexto importa. No solo es un problema de dietas, ni de comer de modo más sostenible productos de proximidad, ni de comer productos frescos, pues seguramente son cultivados con nitritos y nitratos. Los productos ecológicos solo garantizan haber sustituido fertilizantes sintéticos por ecológicos, pero no garantizan haber recuperado la fertilidad del suelo que permite que los alimentos tengan las vitaminas, aminoácidos y oligoelementos adecuados.
Lo más grave no es que el proceso Haber-Bosch suponga un tercio de la energía de la agricultura. No seremos sostenibles si no se cuestionan los postulados de Justus von Liebig, padre de la agroquímica.
Lo ocurrido en el Mar Menor nos enseña que es necesaria una completa transformación de la ciencia aplicada a la agricultura; una ciencia que apenas tiene unas décadas y ha producido desastres como no se habían producido en miles de años.
Jordi López Ortega es profesor asociado, investigador en ecología, energía, salud y políticas publicas, Universitat Politècnica de Catalunya – BarcelonaTech
L’ONU aposta en el seu últim informe per una caiguda dràstica de la seva concentració en l’atmosfera per aconseguir aturar a 1,5 ºC la pujada de la temperatura de la Terra ja que és un gas hivernacle molt més potent que el CO2, però actua durant molt de menys temps.
Siempre pasa algo desapercibido frente al CO2, pero el metano, el CH4, que expulsa el uso de gas natural, la ganadería y los residuos es una parte importante de la crisis climática. La ONU acaba de poner el foco en este gas de efecto invernadero: hay que recortar su presencia en la atmósfera de manera drástica en solo diez años porque, además, eso “reduciría rápidamente la velocidad de calentamiento del planeta”, según el informe publicado este jueves por el organismo internacional.
El CH4 recalienta la Tierra hasta 86 veces más que el CO2, pero, al mismo tiempo, su mayor efecto se prolonga solo durante un par de décadas frente a los cientos de años que el dióxido de carbono permanece formando una costra gaseosa en la atmósfera. Más de la mitad de las emisiones de metano se producen por actividades humanas de manera que su concentración en el aire se ha duplicado durante la época industrial. El recorte de emisiones necesario calculado por el Panel de Expertos de la ONU es de un 45% para 2030 si se quiere conseguir limitar el calentamiento global a 1,5ºC: unos 180 millones de toneladas anuales.
La advertencia está clara: para conseguir las reducciones necesarias de este gas, “es preciso implementar estrategias específicas para el metano”. Como el CH4 tiene una vida corta, “tomar acciones ahora puede recortar rápidamente su concentración atmosférica lo que redundaría en una rápida reducción del efecto invernadero”.
Así que reducir emisiones es crucial, pero ¿de dónde? El estudio de la ONU explica que hay tres campos fundamentales: los combustibles fósiles, los residuos y el sector agroganadero. Atacar la expulsión de metano “es la mejor palanca” para afrontar el calentamiento global, concluye la ONU que asegura que cumplir con este compuesto limitaría en 0,3ºC la subida de temperatura del planeta ya en 2045.
El gas natural
El campo de los combustibles fósiles (un 32% del metano expulsado) es el que tiene el mayor potencial para conseguir los objetivos de mitigación. El principal foco es el gas natural. “Es relativamente sencillo reducir las emisiones en la cadena de producción y transporte”, analiza el informe.
Lo cierto es que este combustible se ha beneficiado de que, al quemarlo, se emite un 40% menos de CO2 que, por ejemplo, con el carbón. “Es el combustible fósil con menor impacto medioambiental de todos los utilizados”, explica la guía del Ministerio de Transición Ecológica. Pero, con el metano, la cosa cambia.
Las fugas de metano en la cadena de producción y suministro de gas natural hacen que las emisiones finales achacables a este combustible sean mucho mayores de lo que, en principio, se creía: hasta un 60% superiores, según explicó un estudio sobre el sector de los hidrocarburos de EEUU publicado en la revista Science.
La coordinadora de la campaña de gas de Ecologistas en Acción, Sagrario Monedero, explica que el problema del gas natural con el metano “se ha escondido mucho, de manera que ha llegado a venderse como un combustible limpio cuando no es así”. Monedero admite que este gas tiene un papel que desempeñar en la transición ecológica: “Salimos del carbón y hay un periodo de transición que puede cubrirse con gas durante unos años”. Pero critica una “política de hechos consumados que da por sentado que se tiene que utilizar de forma generalizada, por ejemplo, en las ciudades. Un periodo de transición no casa con planes de inversiones a 20 o 30 años cuando tenemos que salirnos del gas cuanto antes”.
El informe de la ONU coincide con este análisis ya que considera que “la expansión de infraestructuras para el gas natural no es compatible con limitar el calentamiento global de la Tierra a 1, 5ºC sin confiar en que habrá un despliegue masivo de tecnologías de captación de carbono todavía sin probar”. El análisis dice que son EEUU y Rusia las zonas del planeta donde más debería atajarse este foco de emisiones, aunque Sagrario Monedero recuerda que “España importa mucho gas natural licuado proveniente del fracking en EEUU”.
La ganadería
Un tercio de las emisiones mundiales de metano de origen humano se producen por la gestión de estiércol y la digestión del ganado. (Los cultivos de arroz producen un 8% añadido). El punto principal está en Latinoamérica y África, localiza la ONU.
Ante estas dificultades “tecnológicas”, el trabajo de la ONU apunta a “un cambio de comportamiento” de la población como la mejor fórmula. Entre esos cambios están: evitar la pérdida y desperdicio de alimentos y virar a dietas “más saludables” con más vegetales y menos carne y lácteos. La idea es poder rebajar la producción, es decir, el volumen de la cabaña mundial. El premio de estas modificaciones no es menor: un ahorro de, entre, 65 y 80 millones de toneladas de metano en las próximas décadas.
Los residuos
Los técnicos de la Coalición por el Clima y el Aire limpio de la ONU indican que en este apartado debe mejorarse el tratamiento y la eliminación de residuos sólidos. Y detalla la “separación, reciclaje y reutilización” en los hogares, la eliminación de vertederos de materia orgánica y desarrollar la recuperación y captación del gas de los vertederos para obtener energía. También aboga por incrementar el tratamiento de aguas residuales.
Precisamente, todo este sector de los residuos es el que tiene que mejorar Europa, según este análisis. En España, casi la mitad de los residuos domésticos siguen acabando en algún vertedero, a pesar de que ya no deben considerarse basura. Queda campo para avanzar y, mientras, el metano sigue saliendo.
L’ Ajuntament vota per unanimitat eliminar el gas natural als edificis nous amb l’objectiu que la ciutat 100% sigui lliure de carboni en 2045.
La mesura és molt important perquè trenca la percepció que es té pràcticament a tot el món industrialitzat que el gas és un model energètic renovable per ser molt eficaç i la menys contaminant.
Mucho de lo que ocurre en las ciudades del estado de California se considera vanguardista. Berkeley, conocida por su prestigiosa universidad, dio el martes pasado un histórico paso que podría marcar el futuro del consumo de energía en otros lugares de este país. En una votación que fue unánime, el gobierno local aprobó la prohibición del gas natural en los nuevos edificios. Continua la lectura de Berkeley, la primera ciutat a EUA que prohibeix el gas natural a les cases→
El Govern espanyol hauria per tant deixar de subvencionar la compra de vehicles de gas. Així mateix les administracions municipals han de retirar-li la consideració de vehicle net a l’hora d’establir criteris d’accés al centre de les ciutats o de renovació dels vehicles dels serveis municipals.
El gas natural, uno de los combustibles con más proyección comercial como alternativa “limpia” a la gasolina y el gasoil, resulta tan perjudicial para el cambio climático y la contaminación de las ciudades como los vehículos a los que pretende sustituir.
Según un estudio publicado este miércoles por la organización europea Transport and Environment, las supuestas ventajas que el gas tiene para el clima resultan poco significativas cuando se tienen en cuenta las fugas de metano (un potente gas de efecto invernadero), que se producen a lo largo de toda la cadena de suministro de este combustible. Así, y según los últimos datos analizados por la organización, el uso del gas natural en el transporte supondría entre un 10% menos y un 6% más de emisiones que los combustibles derivados del petróleo, dependiendo del modo de transporte. Para los coches la horquilla oscilaría entre un -7% y +6%; para los vehículos pesados como los camiones entre un -3% y +12%; y en el transporte marítimo se quedaría entre un -12% y +9%. Continua la lectura de El gas tampoc serveix com a alternativa neta a la gasolina o el dièsel→
Aquest projecte va causar més de 500 sismes registrats el 2013 al litoral de Castelló. Al desembre de 2017, el Tribunal Constitucional va anul·lar la indemnització de 1.350 milions per a les empreses promotores (entre elles ACS) del projecte de magatzem de gas de Castor que fixava el decret llei de mesures del sistema gasista que el Govern va aprovar el 2014, en considerar-la inconstitucional.
El passat 21 de juny la jutge de l’Audiència Nacional Carmen Lamela va arxivar la querella després de descartar qualsevol delicte penal en la construcció del magatzem subterrani de gas Castor. Nosaltres paguem la indemnització a la factura de la llum. Això no té gaire coherència.
El Pleno del Congreso tiene previsto debatir y decidir este martes si abre una comisión de investigación para esclarecer las responsabilidades políticas sobre el almacén de gas Castor, y encontrar vías a partir de las cuales recuperar dinero de las indemnizaciones previstas.
La propuesta, impulsada por el grupo confederal de Unidos Podemos y Compromís, reclama “poner luz y taquígrafos sobre un proceso administrativo y político lleno de sombras” pues, argumentan estas formaciones, no hubo concurrencia competitiva ni publicidad, ni tampoco la empresa adjudicatoria acreditó suficiente capacidad técnica y económica para desarrollar la actividad con suficientes garantías.
En su propuesta de investigación, las formaciones de izquierda enumeran varios puntos a investigar en la comisión parlamentaria, como posibles irregularidades vinculadas a la financiación del proyecto, el sobrecoste de ejecución, la aprobación de disposiciones “para blindar” la inversión, la supuesta ocultación de informes que alertaban de posibles movimientos sísmicos o “la no observancia de las declaraciones de impacto ambiental”.
La actual ministra, citada a declarar
Precisamente por esta razón, la actual ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, podría tener que rendir explicaciones ante la comisión, en caso de que saliera adelante su constitución, por haber avalado la declaración de impacto ambiental del almacén.
Ribera firmó esta declaración en 2009, cuando era responsable de la Secretaría de Estado de Cambio Climático bajo el segundo Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, y por ello tuvo que enfrentarse, junto a otros técnicos, a una querella de la Fiscalía de Castellón por prevaricación, aunque finalmente no fue encausada.
Además de la afectación que causó este proyecto, en forma de más de 500 seísmos registrados en 2013 en el litoral de Castellón, Unidos Podemos y Compromís buscan investigar la legalidad de la indemnización recibida por el concesionario y el coste que supondrá para los consumidores de gas, así como la gestión de la hibernación del proyecto, así como su desmantelamiento.
Dirimir responsabilidades políticas
El pasado mes de diciembre e Tribunal Constitucional anuló el procedimiento por el que se estableció la indemnización para las empresas promotoras del proyecto en 2014, por fijar la compensación, de 1.350,7 millones de euros, a través de un decreto ley.
Esta misma semana, la portavoz adjunta del grupo confederal Ione Belarra calificó el proyecto Castor como “un monumento al país de la corrupción, del ladrillazo y de los contratos a dedo”, y saludó la posibilidad de dirimir responsabilidades políticas, “ahora que la Audiencia Nacional ha dicho que no hay responsabilidades penales”.
La dirigente de la formación morada confió, además, en que pueda recuperarse la indemnización prevista en el contrato Castor a la concesionaria Escal UGS, controlada por la constructora ACS, y ha criticado que este contrato “se hizo para que lo ganara ACS, propiedad de Florentino Pérez“. “Es una vergüenza y creo que este es un caso más para revertir esa situación”, ha dicho.
No podem promocionar els combustibles fòssils.Assistim a una creixent promoció del gas com a combustible alternatiu en el transport, amb una forta aposta de les empreses del sector i un clar suport institucional.
La narrativa que impulsa aquesta aposta presenta al gas fòssil com un combustible net i baix en carboni; una fal·làcia irresponsable i molt poc seriosa a la llum del repte climàtic que tenim per davant.
En termes climàtics un cotxe a gas no és ecològic, es posi com es posi la publicitat.
Cada vez es más frecuente toparse con publicidad como la que encabeza este artículo. SEAT ha emprendido con fuerza una campaña para promocionar sus nuevos híbridos de gasolina y gas, y el reclamo eco (económico y ecológico) es tan potente que hasta se llega a afirmar que si quieres ahorrar, debes conducir más. No se han atrevido a decir que si quieres salvar el planeta, debes pisar el acelerador, pero casi. El fabricante de coches, que ha elegido nuestro país como cuartel general para el desarrollo de vehículos a gas, asegura que en 2020 espera multiplicar por diez las ventas de coches alimentados por este combustible, para que lleguen a representar en 2025 el 50% total de sus ventas. Continua la lectura de No, comprar-se un cotxe a gas no és ecològic→