Des de la segona meitat de segle XX s’han provat al voltant de 2.500 bombes nuclears. Set dècades després de l’inici de l’era atòmica les conseqüències són encara palpables en el medi ambient.
El 16 de julio de 1945, a las 5:29 am (hora local), EE. UU. detonaba en el desierto de Jornada del Muerto, a 56 kilómetros de la ciudad de Alamogordo en Nuevo México, la primera bomba nuclear, denominada Trinity, que formaba parte del proyecto Manhattan. Con esta prueba empezó la era atómica. Veinte días después, las dos bombas siguientes se arrojaron sobre la población civil japonesa en Hiroshima y Nagasaki, poniendo fin a la Segunda Guerra Mundial.
La paradoja de un mundo sin armas nucleares: todos lo quieren, pero nadie quiere soltarlas
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