T-2: Recitando poemas

Uno de los nueve poemas que Rubén Darío escribió en Nicaragua -durante su intermezzo tropical entre el 27 de noviembre, 1907, y el 3 de abril, 1908- fue “A Margarita Debayle”, fechado en “Bahía de Corinto (Nicaragua). Isla del Cardón, marzo 20 de 2008”; así consta al pie de su publicación en el Diario de Granada (año II, num.526, p.1) con el título de “Cielo y mar. Poema. 
(A Margarita Debayle)”. Cumplió, pues, cien años.

 

ARGUMENTO:

Simple y maravilloso es su argumento, como corresponde a la mentalidad de la niñez: una princesa se remonta al cielo y corta una estrella para decorar su prendedor. El papá se disgusta por haber ido sin permiso, acusándola de cometer un capricho profano e insensato y ofreciendo castigarla; pero se aparece “el buen Jesús” y le dice que puede quedarse con la estrella. Entonces, para celebrar esta intervención milagrosa: Viste el rey ropas brillantes/ y luego hace desfilar/ cuatrocientos elefantes/ a la orilla del mar.

Y culmina el cuento: La princesita está bella/ pues ya tiene el prendedor/ en que lucen con la estrella/ verso, perla, pluma, flor. C. M. Bowra observa que “A Margarita Debayle” “es quizás demasiado sutil, un juguete para niños, pero dentro de sus límites frágiles resulta impecable”.

Margarita está linda la mar,
y el viento,
lleva esencia sutil de azahar;
yo siento
en el alma una alondra cantar;
tu acento:
Margarita, te voy a contar
un cuento:
Esto era un rey que tenía
un palacio de diamantes,
una tienda hecha de día
y un rebaño de elefantes,
un quiosco de malaquita,
un gran manto de tisú,
y una gentil princesita,
tan bonita,
Margarita,
tan bonita, como tú.
Una tarde, la princesa
vio una estrella aparecer;
la princesa era traviesa
y la quiso ir a coger.
La quería para hacerla
decorar un prendedor,
con un verso y una perla
y una pluma y una flor.
Las princesas primorosas
se parecen mucho a ti:
cortan lirios, cortan rosas,
cortan astros. Son así.
Pues se fue la niña bella,
bajo el cielo y sobre el mar,
a cortar la blanca estrella
que la hacía suspirar.
Y siguió camino arriba,
por la luna y más allá;
mas lo malo es que ella iba
sin permiso de papá.
Cuando estuvo ya de vuelta
de los parques del Señor,
se miraba toda envuelta
en un dulce resplandor.
Y el rey dijo: «¿Qué te has hecho?
te he buscado y no te hallé;
y ¿qué tienes en el pecho
que encendido se te ve?».
La princesa no mentía.
Y así, dijo la verdad:
«Fui a cortar la estrella mía
a la azul inmensidad».
Y el rey clama: «¿No te he dicho
que el azul no hay que cortar?.
¡Qué locura!, ¡Qué capricho!…
El Señor se va a enojar».
Y ella dice: «No hubo intento;
yo me fui no sé por qué.
Por las olas por el viento
fui a la estrella y la corté».
Y el papá dice enojado:
«Un castigo has de tener:
vuelve al cielo y lo robado
vas ahora a devolver».
La princesa se entristece
por su dulce flor de luz,
cuando entonces aparece
sonriendo el Buen Jesús.
Y así dice: «En mis campiñas
esa rosa le ofrecí;
son mis flores de las niñas
que al soñar piensan en mí».
Viste el rey pompas brillantes,
y luego hace desfilar
cuatrocientos elefantes
a la orilla de la mar.
La princesita está bella,
pues ya tiene el prendedor
en que lucen, con la estrella,
verso, perla, pluma y flor.
* * *
Margarita, está linda la mar,
y el viento
lleva esencia sutil de azahar:
tu aliento.
Ya que lejos de mí vas a estar,
guarda, niña, un gentil pensamiento
al que un día te quiso contar
un cuento.

One thought on “T-2: Recitando poemas

  1. anabel caballero

    me gusta mucho este poema es muy bonito y a más a tienes más a la hora de decirlo tienes que entonarlo muy bien. Mis compañeros los primeros que lo redactaron lo hicieron muy bien.
    FELICIDADES COMPAÑEROS ESPERO QUE ANAMARI OS PONGA BUENA NOTA

Deixa un comentari

L'adreça electrònica no es publicarà Els camps necessaris estan marcats amb *