El sábado pasado venía la sobrina de la vecina .Mi vecina es como mi segunda madre porque de pequeña me cuidó cuando mis padre se iban a trabajar. En fin, como que casi siempre voy a visitarla para ver como esta y el otro día que fui me encontré a su sobrina. Mi vecina al cabo de 5 minutos nos dijo a ver si le podríamos dar-le un masaje. Al final la sobrina y yo le dijimos que sí. Ella fue a buscar un bote y empecé hacerle el masaje. Me encontré que la crema estaba muy pegajosa y se me ocurrió mirar el bote.¡ Había cogido el bote de gomina! Le dije a la vecina que eso era gomina, Y ella fue corriendo hacia el lavabo para quitar-se la gomina. Cuando acabo de levar-se los piernas que tenia con gomina nos dijo que ¡ ya estaba harta de masajes!.
Nora.