Hoy día diez de Octubre escribo esta redacción con un buen motivo.¡Sé que puede parecer algo alocado lo que os voy a contar!
Vivimos en un piso, ciertamente grande: con dos terrazas, una en la entrada para tener espacio para un pequeño garaje y la otra detrás, que da al despacho de mi padre y a la habitación de mis padres.Tengo dos perros: un yorkshyre y un caniche, pero ahora también tengo un labrador hembra de 3 meses y medio. Se llama “Lila”. Es negra. Tiene un carácter muy cariñoso y sumiso, una mirada muy aniñada. Es un cachorro muy listo y muy bien enseñado.Por cierto, se me olvidaba decir que nos lo regalaron a precio de ganga (unos 200 €) un compañero de trabajo de mi padre.
Por cierto, lo alocado de esta historia es que lo tenemos dentro de casa y duerme en el comedor. Estos perros crecen mucho, pero nosotros la tendremos siempre dentro. Ya tenemos pensado quitar todas las macetas de casa y no dejar cosas frágiles sobre la mesa.