Las aventuras del tío Paco (15)

El tío Paco en Perú

Paco, el tío de Susana y Alfredo, se fue al Machu Pichu hace una semana y media. Hace dos día llamó a sus sobrinos y les ha dicho que tiene muchas cosas que contarles, que cuando regrese les va a contar todas sus aventuras en Perú. Tan solo faltaban dos días para que volviera.

Al cabo de dos días…

– ¡Ding, dong! ¡Ding dong!

Era el tío de Alfredo y Susana que ya había regresado de Perú. Estaba muy cansado y se fue a darse una ducha y a echarse una siestecita. Susana y Alfredo esperaban impacientemente a que se despertara.

Cuando se despertó, los muchachos se abalanzaron sobre sus piernas y Paco empezó a contarles lo que le había pasado y qué aventuras había vivido.

 El primer día -empezó a contar Paco- cuando llegué, me hice un montón de amigos y uno de ellos me ofreció su ‘caleta’, bueno su casa como decimos aquí. Yo le dije que sí.

 ¿Y qué más? –le preguntó Alfredo.

 Sí, ¿Qué más, tío? –insistió Susana.

 Pues el segundo día visité Perú y me pareció muy bonito. El tercer, cuarto, quinto y sexto día fui a unos centros comerciales donde os compré los regalitos que os he traído. Los días que me quedaron, que fueron cinco, me fui al Machu Pichu a visitarlo. Allí me encontré animales, cuevas, monumentos, etc. ¡Ha sido impresionante!

Susana y Alfredo dijeron:

 ¡Ahora vamos a abrir los regalos!

Fueron a abrirlos y les gustó mucho la bufanda de Susana y la reproducción de un monumento de Alfredo.

Milka V.

6º Curso 2010-2001



Las aventuras del tío Paco (14)

La gran aventura del tío Paco

Había una vez, hace mucho tiempo, un hombre de unos cuarenta años llamado Paco. Paco trabajaba en un Club secreto que investigaba ruinas y lugares extraños. Lo que más le gustaba a él era ir a hacer grandes aventuras con su club secreto y estar con todos sus amigos.

Un día, que hacía buen tiempo, él y sus amigos decidieron de ir a hacer unas de sus grandes aventuras a las ruinas de Roma, la capital de Italia. Al día siguiente compraron los billetes de avión y se fueron rumbo a las ruinas romanas.

El viaje en avión fue agotador y, por eso, cuando pusieron los pies en el suelo de nuevo, fueron a buscar un hotel para pasar las noches. Ese mismo día se echaron la siesta y se levantaron para ir a las ruinas.

Una vez llegaron, todos pensaban que podía haber tesoros escondidos o algo por el estilo. Unos minutos después de andar se sentaron en unas rocas donde había un jeroglífico. Cada uno pensaba que podía significar una cosa diferente, pero eso sí, todos sabían que eso era un gran descubrimiento.

El tío Paco, que era experto en jeroglíficos, consiguió descifrar lo que quería decir. El mensaje oculto era que si seguían las instrucciones del jeroglífico llegarían a encontrar un tesoro. Ellos siguieron las instrucciones y ¡Sorpresa! Ahí estaba el tesoro tapado por unos matorrales.

– ¡Esto es increíble! –exclamó el tío Paco.

Todos llevaban llaves y utensilios para abrir cajas, tesoros, etc. Cuando lo abrieron se dieron cuenta de que era una falsa alarma. Solamente había escrito en un papel:

“Ja, ja, os lo habéis creído todos”.

Todos ellos se pusieron tristes pero por dentro pensaban que el extraordinario viaje había sido una aventura muy divertida.

Sergi D.

6º Curso 2010-2001



Las aventuras del tío Paco (13)

Mi tío Paco y el hombre de las nieves

Hace mucho tiempo, más o menos tres años, nuestro tío Paco nos contó una aventura que vivió en el Polo sur.

Todo empezó cuando fue a ver una cueva que se encontraba e una montaña. Cuando entró vio un monstruo de las nieves.

Mi tío, asustado, salió corriendo de la cueva y de repente observó que una tribu se acercaba lentamente y los de la tribu le preguntaron a mi tío:

          ¿Sape bepe dónpe depe espe tápe elpe monspe truope depe laspe niepe vespe?

Mi tío cogió el traductor de idiomas que siempre lleva consigo e intentó descifrar las palabras que le dijeron los de la tribu. En cuanto lo descigró les respondió:

          Espe tápe enpe lape monpe tape ñape depe epe sepe lape dope.

Fueron corriendo para capturarlo, pero cuando se quisieron dar cuenta el monstruo estaba triste porque era una cría de monstruo de las nieves. En cuanto lo supieron, lo acogieron y le dieron un hogar. A partir de ese día siempre hemos deseado ir al Polo sur a visitar la tribu que tiene el monstruo de las nieves.

Rafael S.

6º Curso 2010-2001



Las aventuras del tío Paco (12)

El trabajo de mi tío Paco

Cuando el tío Paco vino nuevo al trabajo, ya hace unos cuantos años, le asignaron unos trabajos de arqueología. Uno de ellos fue que tenía que encontrar los restos de gente de antes en América.

Fue en avión hasta América y fue hasta donde encontraron más restos y… encontró un hueso de un dinosaurio. Eran de aquellos que no se suelen encontrar. Para encontrarlo tardó y tardó pero el creyó que valía la pena. Y claro, al final lo encontró.

Se alegró tanto del hallazgo que pensó no renunciar nunca a ese trabajo y así sigue con sus aventuras de arqueología. Se lo pasa muy bien y encima, por cada cosa que encuentra, le pagan mucho. Él pensó y continúa pensando que es el trabajo ideal.

Sara L.

6º Curso 2010-2001



Las aventuras del tío Paco (11)

El tío Paco con su delfín

Hace aproximadamente un año que el tío Paco tuvo una de sus mejores aventuras, la de meterse en un acuario y nadas con delfines, tiburones, mantas y todo tipo de peces.

Pero vayamos al principio de la historia. Un día el tío Paco tuvo un sueño muy bonito. Soñó que compraba un delfín de mascota para meterse en la piscina y poder nadar con el delfín. Hasta que ese día en vez de ser un sueño fue la realidad. El tío Paco compró una casa con una piscina profunda y larga para que el delfín pudiera estar en perfectas condiciones y no tuviera ningún golpe cuando el delfín quisiera saltar o jugar con sus juguetes, como pelotas, etc.

Alfredo y Susana, los sobrinos de Paco, al enterarse que su tío Paco tenía un delfín, cada tarde estaban en su casa jugando con él. Pero al tío Paco no le hacía ninguna gracia que sus dos sobrinos estuvieran todas las tardes con el delfín.

¿Sabes por qué al tío Paco no le gustaba que sus dos sobrinos estuvieran cada tarde en su casa? Bueno, pues bien sencillo, porque el tío Paco quería que el delfín estuviera todo el rato con él y que no le dejara nunca solo. O sea que estaba un poco celoso de sus sobrinos. El delfín, honesto y obediente, nunca dejó solo al tío Paco; aunque también le gustaba jugar con sus sobrinos.

Andrea G.

6º Curso 2010-2001



Las aventuras del tío Paco (10)

Mi tío Paco y el jeroglífico

Hace tres días mi tío Paco se fue de vacaciones. Al llegar a su destino en una pared se encontró con un jeroglífico muy pero que muy raro.

Mi tío intentó descubrir qué significaba, pero no lo consiguió. La gente se le quedaba mirando como diciendo:

– ¿Qué hace ese señor?

Mi tío Paco llamó a un taxi para que le llevara a un hotel. Cuando llegó al hotel, cenó y se fue a la cama, pero no conseguía dormir porque estaba pensando en el raro jeroglífico.

Al día siguiente volvió y le sacó una fotografía. La busco por internet y miró que significaba ’Rey’… Pero no sabía que quería decir rey, o sea, ¿Qué rey?. Se lo preguntó a un experto en jeroglíficos que se llama Óscar y es su mejor amigo. Su amigo sabía que significaba el rey Nagim, el más poderoso.

Mi tío Paco, como ya sabía lo que significaba, se tranquilizó pero cuando vio que era la hora de irse se volvió a alterar ya que quería continuar investigando. Regresó a su casa y nos vino a ver, por eso me sé está historia.

Isabel G.

6º Curso 2010-2001



Las aventuras del tío Paco (9)

Paco, mi gran tío.

Era una vez un sábado, mi tío Paco me contó que fue a ver unas pirámides mayas en un sitio muy largo a las afueras de España. Me contó que había sido muy divertido y que se lo pasó muy bien.

Mi tío me explicó que descubrió una tumba llena de oro y un cadáver, lleno de huesos y grande. Me contó que también no tenía ojos. La tumba de oro estaba repleta de escarabajos, pero dijo que le costó encontrarla, o sea que no había sido fácil.

Lo que me contó fue que habían muchos caminos, largos y estrechos, como un laberinto. Él ya sabía por qué y es que los dueños o familiares lo habían hecho para que no cogieran o robaran el oro y todo lo de prestigio. Por eso hacían esos caminos laberínticos o lo que fueran.

Pero en resumen, que había sido muy divertido, guay, chulísimo, una gran aventura.

Por todo eso fue uno de los grandes arqueólogos mundiales y para mí un gran tío y también porque lo quiero mucho y no solo porque fuera un gran arqueólogo sino por todo.

Mi madre y mi hermana estaban haciendo la comida, pero también estaban escuchando asombradas lo que decía mi tío Paco, sus aventuras o sus cosas por decirlo de alguna manera.

Walter H.

6º Curso 2010-2001



Las aventuras del tío Paco (8)

Paco y el descubrimiento  de un tesoro maya

El tío Paco era arqueólogo y le gustaba descubrir casas y averiguar jeroglíficos y era un entusiasta de la cultura maya. Hace un tiempo cogió un avión y se fue a América a descubrir cosas de los mayas

Se adentró en una ciudad de los antiguos mayas. Encontró unos jeroglíficos que le llamaron la atención. En los jeroglíficos ponía dónde se encontraba la tumba del rey maya.

El tío Paco se puso a buscar. Tuvo que atravesar pantanos, ríos y montañas. Cuando llegó, encontró una gran pirámide pero no podía entrar porque estaba cerrada. Había unos jeroglíficos en una de las paredes. Los intentó descifrar, cuando los descifró averiguó como entrar en la pirámide.

Entro en la pirámide, pero cuando estaba a mitad de camino se dio cuenta que ya había pasado por allí y encontró más jeroglíficos en los que se podía leer dónde se encontraba la tumba.

Entro en una sala y ahí estaba la tumba del rey maya. La abrió y en ella había muchas joyas. Las puso en una mochila que llevaba y salió de la sala y de la pirámide.

Más tarde fue a llevar las joyas que encontró en la tumba a un museo. Los del museo se lo agradecieron mucho y se fue a su casa. Un tiempo después explicó esta aventura a sus sobrinos Alfredo y Susana que, de nuevo, quedaron maravillados con las historias de su tío.

Anna M.

6º Curso 2010-2001



Las aventuras del tío Paco (7)

El cumpleaños de mi tío Paco

Hoy martes, día 15 de marzo, ha sido el cumpleaños de mi tío Paco. La fiesta comenzó a las 13.15, estaba en su casa, había globos de colores, una mesa con mucha comida.

– ¡Qué ganas de comer que tengo! – le dije. – Ummm.

Mi madre vino con un vestido negro, mi padre con un traje marrón y mi hermano con un traje negro. Mi tío se alegró un montón de vernos. Empezaron a venir amistades y la fiesta se animó.

Yo conté a unos amigos que ayer por la noche me encontré que estaba en una aventura en una pirámide con mi tío Paco. Había pasadizos y los dos nos pusimos a recorrerlos poco a poco hasta que encontramos el tesoro… En ese momento Alfredo, mi hermano, me despertó y no pude descubrir que había en ese tesoro ni lo que pasó. Teníamos que vestirnos para ir a la fiesta de cumpleaños de mi tío Paco.

Michael N.

6º Curso 2010-2001



Las aventuras del tío Paco (6)

Mi tío Paco y yo en Mallorca…

Hace mucho tiempo, pero mucho tiempo, escuché a mi madre hablar con un señor llamado Alfredo. Hablaron de que nos íbamos a una montaña de Mallorca mi tío Paco y yo.

Al principio, me pareció que era una broma, pero después mi tío Paco me dio una lista de lo que íbamos a hacer, entonces me pareció divertido.

Al día siguiente mi madre me dijo:

 ¡Venga, que tienes que irte con tu tío a la montaña!

Yo le contesté tranquilamente:

Muy bien, ahora bajo mamá.

Entonces nos fuimos de camino a la montaña y llegamos más o menos a las diez de la noche. Cenamos, nos lavamos los dientes y nos fuimos a dormir.

Al día siguiente me levanté y al mirar a mi alrededor vi que mi tío Paco era un monstruo, tenía tres espantosos ojos rojos, cinco brazos lilas y siete pies amarillos. Después empecé a gritar y mi tío Paco me despertó diciéndome:

   Montserrat, despierta. ¿Qué te pasa?

Me gritó de nuevo y yo asustada me levanté de un sobresalto… Todo había sido un sueño. Mi tío Paco no era un monstruo, me consoló y me tranquilizó.

¡Ufff! – le dije, – me pegué un susto de muerte.

Montserrat Ch.

6º Curso 2010-2001