Uno de los contenidos tratados en clase es el euskera, una de las lenguas oficiales en España.
La situación lingüística del vasco es un tanto peculiar y en el aula se ha trabajado. Para tener una ligera idea de esta lengua me ha parecido muy oportuno reproducir aquí, en nuestro blog, el texto expositivo escrito por el alumno Pau Vallhonrat Alcàntara.
EL EUSKERA EN EUSKADI:
En Euskadi conviven dos lenguas: el euskera y el español. La primera es de origen desconocido, pero se cree que es una de las lenguas más antiguas de Europa. El español, no obstante, es más reciente (ya que proviene del latín). Lejos del bilingüismo, en Euskadi se vive una situación de diglosia en detrimento del euskera.
Lingüísticamente hablando, uno de los problemas mayores que presenta el euskera es la fragmentación dialectal causada por haber sido durante siglos una lengua oral y sin ninguna gramática fija. Esto provoca que los hablantes de distintos puntos de Euskal Herria en ocasiones no se entiendan correctamente. Para intentar salvar esta dificultad y recuperar el idioma, la Euskaltzaindia (Academia de la Lengua Vasca) impulsó el Euskara Batua, una unificación de los distintos dialectos para formar una lengua común y entendida por todos los euskaldunes.
Actualmente, el euskera cuenta con aproximadamente medio millón de hablantes, gracias en parte a las medidas tomadas por la Administración vasca para normalizar su uso. No obstante, el español ocupa un lugar preferente en la mayoría de la población que relega al euskera a un uso más familiar e informal. Incluso el sistema educativo es tal que se puede escolarizar a los niños completamente en castellano, apartando aún más el uso del euskera.
Lejos de conseguir una igualdad lingüística real, el euskera avanza poco a poco con el apoyo del gobierno vasco y los movimientos sociales que lo promueven, y con muchos detractores también (incluso instituciones oficiales), que intenta frenar su implantación como lengua culta.
En conclusión, el euskera es un idioma que se está recuperando como lengua de uso normal muy lentamente, con poco apoyo institucional, y con dificultades destacables como la fragmentación dialectal y la enseñanza íntegra en español (aunque es opcional).