20/06 Sustratos

Sustratos:

Mezclas de Tierra
Tipos de tierra según especie

La textura ideal para Bonsai es la que permite apretar un puñado de tierra, abrir la mano y que se desgrane ligeramente, sin quedar apelmazada. Debe tener una textura ligeramente esponjosa.

La lista que sigue no es exahustiva; sólo pretende recoger los árboles más frecuentes que se cultivan como Bonsai y su mezcla de sustratos más idónea.

Como funciona :

TEJO 03 50 Arcilla 25 Turba 25 Arena
x 70 Akadama 30 Arena Bonsai  Cal
Pàg web especifica

NOMBRE ESPECIE _______MEZCLA IDONEA______ EPOCA IDONEA PARA EL TRASPLANTE

OLMO mezcla standard.febrero

ABEDUL 50% de arcilla y ligeramente ácido (25% turba y 25% arena). Febrero

ACEBO 50% de mantillo de hojas, 25% de arcilla y 25% de arena. Febrero

ALERCE Mezcla Standard Cuando hinchan las yemas

ALBARICOQUE 50% de arcilla, 20% de mantillo de hojasy 30% de arena,  añadir un poco de cal, isuelo alcalino! .Marzo

ALISO 60% de arcilla, 20% de turba y 20% de arena. Marzo

ALMENDRO 50% de arcilla, 20% de mantillo de hojas y 30% de arena, añadir un poco de cal, isuelo alcalino!. Noviembre

ALGARROBO 40% de arcilla, 30% de mantillo de hojas y 30% de arena, añadir un poco de cal Marzo

ARCE PALMATUM Mezcla standard. Febrero

ARCE TRIDENTE 50% de arcilla, 25% de arena y 25% de mantillo de hojas. Febrero

ARBOL DE JUDAS Mezcla standard. Marzo

ARBOL DE JUPITER 60% de arcilla, 20% de mantillo y 20% de arena Marzo

AZALEA 50% de turba, 20% de estiércol o mantillo de hojas y 30% de arena gruesa. Después de la floración

BOJ Mezcla standard. Marzo

BERBERIS Mezcla standard. Febrero

CAMELIA Idem azaleas Marzo

CARPE 50% de arcilla a la que se le añade estiércol, 25% de mantillo de hojas y 25% de arena. Febrero

CASTAÑO DE INDIAS Mezcla standard. Febrero

CEDRO Se debe añadir más arena a la mezcla, hasta un 50%,25% de turba y 25% de arcilla Febrero

CEREZO 50% de arcilla, 25% de mantillo de hojas y 25% de arena con un puñado de cal, isuelo alcalino! .Noviembre

CHAMAECYPARIS 40% de arcilla, 30% de turba y 30% de arena. Marzo

CORNEJO Mezcla standard. Marzo

CIPRES 50% de arcilla, 25% de turba y 25% de arena Febrero

COTONEASTER Mezcla standard. Marzo

CRIPTOMERIA Prefieren un suelo arcilloso con un 50% de arcilla, 25% de turba y 25% de arena. Marzo

ESPINO 50% de arcilla, 25% de mantillo de hojas y 25% de arena. Febrero

EVONYMUS Mezcla standard más un puñado de cal. Marzo

FORSYTHIA Mezcla standard. Abril

FICUS Mezcla standard. Junio

FRESNO 50% de arcilla, 25% de turba y 25% de arena. Marzo

GARDENIA 50% de arcilla, 25% de turba y 25% de arena Marzo

GINGKO 50% de arcilla, 25% de turba y 25% de arena Noviembre

GRANADO 40% de arcilla, 30% de mantillo de hojas y 30% de arena. Una vez brotado

HAYA 50% de arcilla, 25% de turba y 25% de arena. Febrero

HIEDRA Mezcla standard. Marzo

JUNIPERUS O bien la mezcla standard o una mezcla al 50% de akadama y arena. Marzo.

JAZMIN Mezcla standard. Marzo

LABURNO 50% de arcilla, 25% de turba y 25% de arena. Marzo

LESPEDEZA Mezcla standard. Noviembre

LlLO Mezcla standard. Febrero

LlQUIDAMBAR Mezcla standard. Marzo

MANZANO 50% de arcilla, 25% de turba y 25% de arena gruesa. Noviembre

MAGNOLIO 40% de turba o mantillo de hojas, 30% de arcilla y 30% de arena. Junio

MELOCOTONERO 50% de arcilla, 25% de mantillo de hojas y 25% de arena con un puñado de cal. Noviembre

MEMBRILLO 50% de arcilla, 25% de turba y 25% de arena. Marzo

MURRAYA 50% de arcilla, 25% de turba y 25% de arena. Junio

NARANJO 50% de arcilla, 25% de mantillo de hojas y 25% de arena gruesa. Febrero

OLIVO Mezcla standard. Marzo

OLMO Mezcla standard. Marzo

PERAL 50% de arcilla, 25% de mantillo de hojas y 25% de arena. Noviembre

POTENTILLA Mezcla standard. Marzo

PINO Mezcla muy arenosa, tanto más cuanto más viejos. 60% de arcilla y el resto mantillo y arcilla a partes iguales. Febrero

PICEA Igual que los pinos. Febrero

ROBLE 50% de arcilla, 25% de turba y 25% de arena. Marzo

SAGERETIA 50% de arcilla, 25% de turba y 25% de arena. Marzo

SERISA Mezcla standard. Junio

SAUCE 60% de arcilla, 20% de mantillo de hojas y 20% de arena. Abril

TEJO 50% de arcilla, 25% de turba y 25% de arena. Marzo

TILO Mezcla standard. Febrero

TSUGA Mezcla standard. Febrero

VIBURNO Mezcla standard. Febrero

VID Mezcla standard Noviembre

VITEX 60% de arcilla, 20% de mantillo de hojas y 20% de arena. Marzo

WISTERIA 50% de arcilla, 30% de mantillo y 20% de arena gruesa. Marzo

ZELKOVA Mezcla standard. Marzo

UNA ORIENTACION RESPECTO A LA RELACION MESES CON ESTACIONES

en lugar de utilizar meses se pueden usar las fechas climaticas

Febrero …………final de invierno

Marzo……………principio primavera

Abril…………….primavera

Mayo…………….final de la primavera

Junio…………….principios de verano

Noviembre………..final de otoño

01/06 SUSTRATOS

COMO HACER TU PROPIO SUSTRATO DE BONSAI

S-TB3 det grEsta vez, en este artículo, hablaremos sobre el sustrato para bonsái, sobre qué materiales puedes usar para crear tu propio sustrato, de manera que se adecue bien a tus necesidades. Además hablaremos sobre los distintos materiales que puedes utilizar para hacer tu propio sustrato y cuales son sus cualidades y ventajas de estos sobre otros.

Cuando comenzamos a cultivar bonsái uno de los temas más complejos a resolver es el sustrato, al comienzo cuesta entender qué estamos buscando, a pesar de lo que pueden decir los libros, no siempre podemos ocupar esos sustrato, ya sea por un tema de recursos o por que no los podemos encontrar en el mercado local. La intención de escribir este artículo es hablar sobre los diferentes materiales que podemos ocupar para nuestros bonsái, alternativas a los tradicionales que son bastante efectivos, más económicos y fáciles de encontrar. En este artículo dividiremos el sustrato para bonsái en dos diferentes componentes, los cuales entregan una característica especial a nuestro sustrato, estos componentes son “los materiales drenantes” y los “materiales de retención de agua y aporte de materia orgánica”, hablaremos qué tipos de tierra o sustratos permiten aportar esas características a nuestro sustrato para bonsái.

 

Algo que caracteriza el sustrato para bonsái es la necesidad de aireación y drenaje que este debe tener, por lo que nuestro sustrato debe contener una alta proporción de materiales drenantes. Esto debido a que el Oxigeno es fundamental para el desarrollo raíces, principalmente las raicillas, que son las que absorben los nutrientes. Esta aireación nos la pueden dar varios tipos diferentes de sustratos, aquí describiremos, sustrato volcánico, perlita, maicillo y arena de río.

Sustrato Volcánico: En esta categoría entran todos los sustratos de origen volcánico, ya sea la famosa akadama, u otro sustrato de origen volcánico, que son arcillas expandidas. Existen de varios tipos, algunas oscuras, otras de color café claro y algunas de un color amarillo, el principal aporte del sustrato volcánico es la capacidad drenanate que entrega al sustrato, pero también es capas de retener agua en sus poros, la cual queda accesible fácilmente a las plantas, su principal ventaja frente a otros sustratos.

 

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Perlita: La perlita es un vidrio volcánico amorfo que tiene un contenido de agua relativamente alto. Este material es calentado a temperaturas de 850-900ºC, lo que produce su expansión, debido a que el agua atrapada en el material original escapa, produciendo la expansión del material entre 7-16 veces. El material expandido (perlita) es de un color blanco brillante, debido a la reflectividad de las burbujas atrapadas y relativamente blando. Puede remplazar al sustrato volcánico por la capacidad de drenaje que entrega al sustrato. Su color blanco puede producir rechazo en su utilización como parte del sustrato, ya que es muy llamativo, otro problema es que flota en el agua así que es fácil que sea arrastrado durante el riego. Pero es un buen reemplazante del sustrato volcánico si no tienes acceso a el.

 

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Maicillo: El maicillo es una piedra pequeña de color café claro a amarillo de bordes regulares, que generalmente se encuentra en la ribera de los ríos. Su utilización en bonsái fundamentalmente es para el cultivo de los pinos. A pesar de lo anterior es un componente que entrega capacidad de drenaje al sustrato, por lo que también puede ser utilizado en reemplazo de los sustratos antes mencionados.

 

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Arena de Río: La arena es un componente del sustrato que ayuda al drenaje y aireación, aunque no se puede utilizar de forma exclusiva como sustrato, es más bien un complemento del resto de los componentes que mencionamos antes. Es bastante útil para las coníferas.

 

Otro aspecto que debemos tomar en cuenta para hacer nuestro sustrato es la retención de humedad y aporte de materia orgánica, si bien un sustrato para bonsái puede prescindir de este tipo de componentes, este aspecto del sustrato te permite disminuir las veces que riegas tu bonsái y también agregas un aporte de nutrientes a tu bonsái. A deferencia de los sustratos que aportan drenaje, estos materiales no pueden usarse en solitario y son mas bien un complemento de los materiales drenantes, siempre que los uses deben ser usados en una proporción menor o igual en comparación a los materiales drenantes. Entre los materiales que aportan retención de humedad y materia orgánica encontramos principalmente la turba y el compost.

 

Turba: La turba es un material orgánico, de color pardo oscuro y de alto contenido de carbono, es un material derivado de una lenta descomposición anaerobia de vegetales que quedaron sumergidos bajo agua por varios milenios y a bajas temperaturas. Suele extraerse de zonas pantanosas frías como en el norte de Europa o sur de Sudamérica. Existen dos tipos de turbas que puedes ocupar para tu sustrato, están las turbas rubias que tienen un mayor contenido de materia orgánica y están menos descompuestas, suelen ser más económicas y conocidas también como turba sfagno. El otro tipo que existe es la turba negra que están más mineralizadas teniendo un menor contenido en materia orgánica, son más caras y difíciles de encontrar. Es un material que se caracteriza por la gran capacidad de retención de agua, esto permite tener un sustrato para bonsái menos dependiente del riego.

 

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Compost: El compost es otro material orgánico que nos puede ayudar a entregar capacidad de retención de agua, aunque menor que la turba, y buena cantidad de materia orgánica. El compost es resultado de la descomposición parcial del material vegetal en condiciones de alto contenido de oxigeno. El compost es un material bastante común, de bajo precio y que puedes utilizar en el sustrato de tu bonsái. Una de las ventajas del compost es que lo puedes hacer tú, en tu propia casa, ya sea con las composteras caseras comerciales (fotografía inferior) o en alguna compostera improvisada por ti.

 

compostera

 

Comúnmente los sustratos de bonsái se componen con tierra volcánica, turba y maicillo, en diferentes proporciones, son los materiales que dan los mejores resultados, pero no son los únicos, todos los que mencionamos anteriormente te pueden servir, tienes que ver cual esta disponible en tu región.

 

Para que tengas alguna noción de que materiales poner dentro de tu sustrato, puedes ver la siguiente tabla, donde aparecen las tipos de materiales y su porcentaje dentro de la mezcla, tu debes buscar que tipo de material (arena, macillo, volcánico, turba etc) incluir en la mezcla.

 

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01/06 Riego

Página 1: Una guía para el riego de bonsáis

Los bonsáis, como casi toda otra planta cultivada, necesitan humedad en las raíces para sobrevivir. Sin una fuente continuada de humedad el árbol es incapaz de proseguir con su ciclo vital, al principio perdiendo hojas, después ramas y al final puede morir el árbol entero. No tengas ninguna duda: el modo más rápido de matar un bonsái es dejar que el sustrato se seque por completo.

Sin embargo, aunque los efectos de la falta de riego sean más inmediatos, el exceso también provoca daños a la salud de los bonsáis. Sus efectos se hacen notar mucho más tarde y a menudo es difícil de detectar.

Las plantas ya establecidas y los árboles que crecen en el campo tienen la habilidad de “ajustarse” a sus hábitats y la cantidad de agua disponible en ellos: si no hay suficiente agua disponible para el sistema radicular, las raíces se extenderán en el suelo hasta que puedan obtener humedad de forma fiable. Así, las plantas que crecen en áreas relativamente secas suelen tener raíces largas y profundas que siguen extendiéndose hasta encontrar fuentes de humedad aceptables. Por otro lado, los árboles que viven en terrenos pantanosos donde la humedad está disponible permanentemente en los niveles superiores del suelo, tenderán a tener sistemas radiculares superficiales, puesto que no necesitan profundizar o extenderse en su búsqueda.

Con los límites de una maceta, un bonsái pierde su habilidad para auto-regular su búsqueda de la humedad. Es incapaz de gobernar acerca de si acceder a más o menos agua. El sustrato en un tiesto de bonsái es además menos estable que el suelo en la naturaleza, ya que se seca con mucha más facilidad y se ve muy afectado por influencias exteriores como el clima y la temperatura ambiente a su alrededor.

Regar correctamente tu bonsái es una habilidad en sí misma y no es tan fácil como uno podría pensar cuando empieza. A menudo se dice que en Japón lleva 3 años aprender a regar correctamente. Algunas veces puede llevar tres años de pérdida de árboles antes de que el entusiasta del bonsái descubra ¡que su régimen de riegos podría ser la causa!

LOS EFECTOS DEL EXCESO Y LA FALTA DE RIEGO

Las plantas dependen de un flujo constante de agua para permanecer vivas y prosperar. El agua es absorbida del sustrato por las raíces por un proceso conocido como ósmosis: a grandes rasgos, el agua sube por el cuerpo de la planta y se libera a la atmósfera a través del follaje. Este proceso permite a la planta distribuir los vitales nutrientes a lo largo de su estructura. Pero sin una fuente de humedad en las raíces, el flujo de agua se interrumpe y las estructuras de la planta se colapsan rápidamente y se secan. Hojas y yemas son las primeras en verse afectadas, seguidas por las ramas.

Finalmente el tronco y las propias raíces dejan de funcionar y se secan, y en ese momento es muy poco probable que el árbol pueda sobrevivir sin grandes daños. Que se eche agua en este momento es a menudo inútil: demasiado tarde, la poca humedad que quede en el árbol de hecho será absorbida por el propio sustrato fuera de las raíces en un proceso conocido como ósmosis inversa.

Como se ha mencionado anteriormente, los efectos del exceso de riego son bastante más sutiles y cuesta relativamente mucho más tiempo detectarlos. El exceso de riego mantiene el sustrato alrededor de las raíces permanentemente mojado. Las raíces necesitan oxígeno para “respirar”, y la presencia de esa excesiva agua reduce la capacidad del sustrato para absorber aire. Esto a su vez hace que los finos pelos de las raíces se axfixien y mueran. El efecto inmediato para el árbol es la pérdida de vigor puesto que parte de su sistema radicular es incapaz de crecer y/o muere.

Peor aún, las raíces muertas empiezan a pudrirse: el tejido muerto es colonizado por bacterias, y en sustratos muy mojados prosperan muy rápidamente. Y así como el sistema radicular sigue muriendo por el exceso de riego, las bacterias pueden extenderse a lo largo de las raíces y reducir (e incluso detener por completo) la capacidad del árbol para sellar las puntas de las raíces vivas restantes. Gradualmente disminuye la cantidad de raíces vivas y según sucede cada vez es menos capaz de soportar el crecimiento de la parte visible del árbol.

El follaje empezará a amarillear y caer; las ramas más pequeñas se marchitarán y morirán desde las puntas. Según más y más porción del cepellón muera, tarde o temprano se hará imposible que alimente a las ramas primarias y el tronco, causando la muerte del árbol por completo.
La pudrición de las raíces a menudo sólo se detecta en el momento del transplante de primavera. Raíces podridas que aparecen negras y se deshacen entre los dedos cuando se tocan. La única forma efectiva de detenerlo es podar todas las áreas de raíces muertas.

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Bonsáis con riego automático en el jardín de Harry Harrington

¿CON QUÉ FRECUENCIA DEBO REGAR?
Como no me cansaré de repetir, es importante evitar tanto el exceso como la falta de riego, así que ¿cómo regar un bonsái correctamente?

En primer lugar, NUNCA como una rutina repetitiva. Simplemente regar diariamente, sin primero observar la condición del sustrato del bonsái, es la forma de proceder siguiendo el consejo de bien intencionados pero no por ello acertados, vendedores de bonsáis. Los bonsáis pueden necesitar riego una vez o incluso dos al día, en particular con clima cálido o a principios de primavera. Sin embargo, regar de forma rutinaria suele llevar a que, cuando la temperatura varía, el sustrato se quede permanentemente mojado. Y si no pierde algo del contenido de humedad entre riegos, si sigue empapado, es que estamos regando demasiado, y lleva a los problemas que hemos tratado.

En vez de ello, sí debes tener la rutina de comprobar el sustrato (todos los días), para observar las necesidades de agua de cada árbol y regar en consecuencia. La superficie de casi todos los tipos de sustrato para bonsái cambia de color y apariencia cuando comienzan a secarse. Con una observación precisa, siempre es posible saber si la superficie del sustrato está seca o no, lo que puede llevar desde las 12 horas hasta una semana o más, dependiendo de una variedad de factores como la temperatura ambiente, el vigor de la planta, el tamaño de la maceta y si ha llovido o no. En el Reino Unido los árboles tienden a necesitar riego diario durante el verano, pero con temperaturas más bajas y el incremento de las lluvias durante otoño, invierno y principios de primavera, las necesidades de riego pueden cambiar de un día para otro. Nunca asumas que porque ha llovido tu árbol ha recibido suficiente agua, sobre todo durante el verano. A menudo, la lluvia sólo es suficiente para mojar las capas superiores del sustrato.

El momento correcto para regar es cuando el primer centímetro del sustrato empieza a secarse. Con una observación regular de tus árboles, deberías ser capaz de regar cuando se necesita realmente. Permitir al sustrato secarse un poco entre riegos asegura que no van a tener exceso de agua.

Diferentes árboles tienen diferentes necesidades de agua, intenta regar a tus árboles de forma individual, es preferible a hacerlo igual para todos en conjunto.

AJUSTAR TU RUTINA DE RIEGO AL HORARIO DE TRABAJO

En el mundo real, muchos de nosotros estamos fuera de casa durante el día y no podemos vigilar o regar nuestros árboles. Dejar a un árbol sin agua cualquier lapso de tiempo es desastroso y debiera ser evitado a toda costa, así que tienes que conocer a tus árboles: saber cuáles es probable que se sequen durante el día mientras estás fuera es imprescindible. Saber qué árboles podrían secarse si el pronóstico del tiempo es muy cálido o ventoso. Si hay riesgo de que se queden sin humedad durante el día riega por la mañana antes de irte de casa. A pesar de lo que puedas haber leído, no hay razón alguna para no regar al final de la tarde si es cuando puedes hacerlo. En cualquier caso, yo aconsejaría que tu riego principal se hiciera en la mañana, para que así tu árbol esté bien hidratado antes de que llegue el calor del día, y después en la tarde sólo regar a aquéllos que lo vuelven a necesitar.

LA INFLUENCIA DEL SUSTRATO EN LOS HÁBITOS DE RIEGO
El sustrato en el que crecen tus árboles tiene muchísima influencia en la frecuencia con la que los árboles demandan riego y en cómo debes hacerlo. Los sustratos orgánicos que contienen turba o “tierra” son los más susceptibles de causar problemas asociados al exceso de riego: este tipo de sustratos son propensos a retener demasiada agua. Además puede ser mucho más difícil regarlos a fondo puesto que el agua tienede a resbalar por la superficie seca, dejando el interior del cepellón todavía seco tras el riego. Los sustratos inorgánicos que contengan akadama, turface (arcilla expandida), seramis (perlas de arcilla), arena de sílice, etc. retienen el agua lo suficiente como para mantener el sustrato húmedo durante un cálido día de verano, y también reducen mucho (por su buen drenaje) los problemas producidos por el exceso de riego.

¿CÓMO DEBERÍA REGAR?
Si dejas secar el sustrato un poco entre riegos evitarás los problemas del exceso de riego. Bien. Pero cuando el árbol necesita agua, necesita empaparse completamente. Evitar el exceso no significa simplemente “humedecer” el sustrato del bonsái en vez de regarlo adecuadamente: cada vez que riegas, es importante que el sistema radicular al completo y toda la tierra en la maceta se empapen apropiadamente para evitar bolsas de sustrato seco donde las raíces podrían secarse y morir.
Los japoneses tienen un adagio acerca del riego: “Para los bonsáis, llueve dos veces”. El agua debería echarse en dos tandas: el primer riego humedece la tierra y así cualquier partícula seca aceptará después el agua mejor, ya que al principio tiende a rechazarlo. Debería regarse por todo el sustrato hasta que escurra por los agujeros de drenaje. El segundo riego debería hacerse a los 10-20 minutos para que cualquier zona que antes no se haya empapado bien, ahora acepte el agua perfectamente. De nuevo, hay que regar profusamente hasta que se vea salir por los agujeros. El sustrato y el cepellón estarían así ahora perfectamente regados hasta la próxima vez.

MANGUERAS Y REGADERAS Si usas un chorro de agua demasiado concentrado, es probable que el sustrato del bonsái salte fuera de la maceta. Para colecciones de bonsáis pequeños, una pequeña regadera con una alcachofa fina es suficiente para regar el sustrato en profundidad sin desplazar el sustrato. Otra posibilidad es usar una manguera con una boquilla de spray que nebulice o rocíe como lluvia fina para no afectar al sustrato.
AGUA APTA PARA BONSÁI Riega tu bonsái con agua normal del grifo. En zonas donde el agua corriente sea dura, regar ocasionalmente con agua de lluvia es útil para para librar al sustrato de acumulaciones de sales, pero no es imprescindible, a menos que el agua del grifo sea especialmente dura y empiecen a aparecer alrededor de la maceta y de la base del tronco depósitos blancos de sales.
El agua de lluvia puede recogerse en un depósito conectado a la bajante de una caseta o cobertizo,
aunque puede ser difícil (fuera de climas lluviosos) recoger suficiente como necesita una colección media de bonsáis diariamente. No uses agua obtenida a través de sistemas “ablandadores” de agua: muchos de ellos se limitan a diluir las sales sin eliminarlas, en detrimento de nuestros bonsáis.
RIEGO POR INMERSIÓN Hay quienes recomiendan regar los bonsáis por inmersión, sumergiendo la maceta en agua durante un tiempo. De ninguna forma puedo aconsejar este sistema de riego. Regar por inmersión es una forma de lograr que el agua penetre en los compactados sustratos orgánicos pobres, de muy mala calidad. Si un bonsái necesita ser regado por inmersión, es que ya tiene problemas, y es particularmente propicio a sufrir los efectos del exceso de riego y unas raíces débiles. Si un vendedor te recomienda este tipo de riego, no dudes en sospechar que el sustrato que lleva es malo y por tanto difícil de regar correctamente. También puedes sospechar que el árbol estará débil, con un crecimiento lento y muy posiblemente con problemas en el sistema radicular. De momento, haz agujeros en el sustrato cerca del borde de la maceta con un palillo de comida china o similar, para permitir al agua penetrar algo mejor, y transplanta con un mejor sustrato (preferiblemente inorgánico) lo más pronto posible (normalmente, durante la siguiente primavera).

OTROS PROBLEMAS CON EL RIEGO
Los sustratos para bonsái deberían drenar libremente. Los que son compactos, con mala capacidad de drenaje, causan muchos de los problemas asociados con el riego tanto por exceso como por defecto. Los sustratos de bonsái deben ser lo suficientemente “abiertos” como para permitir al agua penetrar profundamente y para asegurar que el exceso de agua es capaz de escurrir inmediatamente por los agujeros de la maceta.
Los sustratos compactados retrasan la penetración del agua, la cual tiende a estancarse en la superficie y a correr por los lados de la maceta, o por sus bordes interiores. Una vez que estos malos sustratos están bien mojados, retienen demasiada agua y muy poco oxígeno, lo cual conduce tarde o temprano a los repetidos problemas del exceso de riego.
Hay que tener un cuidado extra al regar bonsáis con estos sustratos de baja calidad, y deben ser cambiados en el próximo transplante.

watering bonsai

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