A menudo se observa un vacío entre la Primaria y la Secundaria; es como, si de repente, se cortara cualquier comunicación . Eso genera desconfianza en los padres, ansiedad en los futuros alumnos de secundaria e incerteza en los docentes. No hace mucho, tuve que explicar en clase de mi hija (que cursa 3 de primaria) a qué me dedicaba y entonces vi la solución a este vacío: impliqué a mis alumnos.
Juntos elaboramos el vídeo que sigue y que, pese a su sencillez y brevedad, pienso que es una herramienta docente importante para los futuros alumnos de secundaria, para que pierdan el miedo al Instituto.
La organización fue sencilla. Expliqué a mis alumnos de 4 de ESO, de los que era tutora en ese momento, cuál era mi pretensión y comenzamos a elaborar posibles líneas de acción. Se optó por un vídeo en el que, unos cuantos alumnos, se presentasen, de manera desenfadada a la clase de mi hija. Yo lo proyectaría en el colegio y, de esa manera, se establecería una relación más cordial entre un ámbito y otro, como así fue.
La importancia no solo es emocional sino tecnológica puesto que se empleó el móvil para realizar el vídeo.
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