Refranes

 

REFRANES 

REFRANES 

A buen entendedor, pocas palabras bastan. A buen hambre no hay pan duro. A caballo regalado, no le mires el diente. A cada cerdo le llega su San MartínA camino largo, paso corto. A Dios rogando y con el mazo dando. A enemigo que huye, puente de plata. A falta de pan buenas son tortas. A grandes males, grandes remedios. A la larga el galgo a la liebre mata. A la ocasión la pintan calva. A la tercera va la vencida. A la vejez, viruelas. A lo hecho, pecho. A mal tiempo, buena cara. A palabras necias, oídos sordos. A perro flaco todo son pulgas. A quien Dios no le dio hijos, el diablo le dio sobrinos. A quien Dios se la diere, San Pedro se la bendiga. A quien madruga, Dios le ayuda. A rey muerto, rey puesto. A río revuelto, ganancia de pescadores. Abril, aguas mil. Afortunado en el juego, desgraciado en amores. Agosto, frío en rostro. Agua pasada no mueve molinos. Agua por mayo, pan para todo el año. Agua por San Juan, quita vino y no da pan. Al burro muerto, cebada al rabo. Al buen callar llaman Sancho. Al buen pagador no le duelen prendas. Al cabo de cien años todos seremos calvos. Al freír será al reír. Al pan, pan, y al vino, vino. Al que al cielo escupe, en la cara le cae. Alábate, cesto, que venderte quiero. Algo tendrá el agua cuando la bendicen, Allá van leyes do quieren reyes. Amigo reconciliado, enemigo doblado. Amor con amor se paga. Ande yo caliente ríase la gente. Antes que te cases, mira lo que haces. Año de nieves, año de bienes. Aramos, dijo la mosca al buey. Aún no ensillamos y ya cabalgamos. Aunque la mona se vista de seda, mona se queda. Bicho malo nunca muere. Cada cosa en su tiempo, y los nabos en adviento. Cada loco con su tema. Cada mochuelo a su olivo. Cada oveja con su pareja. Cada palo aguante su vela. Cada uno habla de la feria como le va en ella. Cada uno en su casa y Dios en la de todos. Cada uno sabe donde le aprieta el zapato. Casa con dos puertas, mala es de guardar. Casamiento y mortaja, del cielo baja. Cobra buena fama y échate a dormir. Como canta el abad, responde el sacristán. Comida hecha, compañía deshecha. Contra el vicio de pedir hay la virtud de no dar. Cría cuervos y te sacarán los ojos. Cuando el río suena, agua lleva. Cuando las barbas de tu vecino veas pelar, echa las tuyas a remojar. Cuando marzo mayea, mayo marcea. Dame pan y llámame tonto. De aquellos polvos vienen estos lodos. De casta le viene al galgo el ser rabilargo. De desagradecidos está el infierno lleno. De dinero y calidad, la mitad de la mitad. De fuera vendrá quien de casa te echará. De la mano a la boca se pierde la sopa. De la mar, el mero, y de la tierra, el carnero. De los cuarenta para arriba no te mojes la barriga. De noche todos los gatos son pardos. De tal palo, tal astilla. Del agua mansa me libre Dios, que de la brava me guardaré yo. Del árbol caído todos hacen leña. Del dicho al hecho hay mucho trecho. Después de la tempestad viene la calma. Días de mucho, vísperas de nada. Dijo la sartén al cazo: quítate allá, que me tiznas. Dime con quien andas, y te diré quien eres. Dinero llama dineroDios aprieta, pero no ahoga. Dios los cría y ellos se juntan. Donde hay patrón, no manda marinero. Donde las dan, las toman. Donde menos se piensa, salta la liebre. Donde no hay harina, todo es mohína. Dondequiera que fueres, haz lo que vieres. El buen paño en el arca se vende. El buey suelto bien se lame. El casado casa quiere. El comer y el rascar, todo es empezar. El gozo en el pozo. El hombre propone, y Dios dispone. El huésped y el pez, a los tres días hieden. El infierno está lleno de buenas intenciones y el cielo de buenas obras. El maestro ciruela, que no sabe leer y pone escuela. El melón y el casamiento han de ser acertamiento. El miedo guarda la viña. El ojo del amo engorda el caballo. El perro del hortelano, que no come las berzas ni las deja comer a su amo. El que la sigue la consigue. El que no corre, vuela. El que no llora, no mama. El que roba a un ladrón tiene cien años de perdón. El que tuvo, retuvo, y guardó para la vejez. El saber no ocupa lugar. En boca cerrada no entran moscas. En cada casa cuecen habas, y en la nuestra a calderas. En casa del herrero, cuchillo de palo. En el país de los ciegos, el tuerto es rey. En martes, ni te cases ni te embarques. Entre sastres no se pagan hechuras. Éramos pocos y parió mi abuelaEsa es la madre del cordero. Gallo que no canta, algo tiene en la garganta. Gato escaldado, del agua fría huye. Genio y figura hasta la sepultura. Habló el buey y dijo mu. Haceos miel, y os comerán las moscas. Hablando del rey de Roma, por la puerta asoma. Haz bien y no mires a quien. Hombre prevenido vale por dos. Ir por lana y volver trasquilado. Juan Palomo: yo me lo guiso y yo me lo como. La avaricia rompe el saco. La cabra siempre tira al monte. La caridad bien entendida empieza por uno mismo. La costumbre hace ley. La dicha de la fea, la hermosa la desea. La letra con sangre entra. La manzana podrida pierde a su compañía. La mujer compuesta quita el marido de otra puerta. La ocasión hace al ladrónLa ociosidad es madre de todos los vicios. La palabra es plata y el silencio es oro. Las cosas de palacio van despacio. Las cuentas claras y el chocolate espeso. Las palabras se las lleva el viento. Las paredes oyen. Las verdades de Perogrullo, que a la mano cerrada llamaba puño. Lo mejor es enemigo de lo bueno. Lo que abunda no dañaLo que no has de comer, déjalo cocer. Los duelos con pan son menos. Mal de muchos, consuelo de tontos. Mano sobre mano, como mujer de escribano. Manos blancas no ofenden. Marzo ventoso y abril lluvioso hacen a mayo florido y hermoso. Más mató la cena que sanó Avicena. Mas presto se coge al mentiroso que al cojo. Más sabe el diablo por viejo que por diablo. Más sabe el loco en su casa que el cuerdo en la ajena. Más vale estar solo que mal acompañado. Más vale malo conocido que bueno por conocer. Más vale maña que fuerza. Más vale pájaro en mano que ciento volando. Más vale prevenir que curar. Más vale ser cabeza de ratón que cola de león. Más vale tarde que nunca. Más vale un “toma” que dos “te daré”. Muchos pocos hacen un mucho. Muerto el perro, se acabó la rabia. Nadie diga “de esta agua no beberé”. Ni bebas agua que no veas, ni firmes cartas que no leas. Ni pidas a quien pidió, ni sirvas a quien sirvió. No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy. No es lo mismo predicar que dar trigo. No es oro todo lo que reluce. No es tan fiero el león como lo pintan. No hay bien ni mal que cien años dure. No hay mal que por bien no venga. No hay peor sordo que el que no quiere oír. No hay plazo que no llegue ni deuda que no se pague. No hay que empezar la casa por el tejado. No hay que vender la piel del oso antes de haberlo matado. No hay rosa sin espinas. No por mucho madrugar amanece más temprano. No se acuerda el cura de cuando fue sacristán. No se ganó Zamora en una hora. No se hizo la miel para la boca del asno. No se pueden pedir peras al olmo. No se puede repicar y andar en la procesión. No sólo de pan vive el hombre. Nobleza obliga. Nunca es tarde si la dicha es buena. Obra empezada, medio acabada. Obras son amores, que no buenas razones. Ojos que no ven, corazón que no siente. Oros son triunfos. Pájaro viejo no entra en jaula. Pan con pan, comida de tontos. Perro ladrador, poco mordedor. Piensa el ladrón que todos son de su condición. Pobreza no es vileza. Poderoso caballero es don dinero. Poquito a poco hila la vieja el copo. Por dinero baila el perro, y por pan, si se lo dan. Por el hilo se saca el ovillo. Por la muestra se conoce el paño. Primero es la obligación que la devoción. Quien a buen árbol se arrima, buena sombra le cobija. Quien adelante no mira, atrás se queda. Quien ama el peligro, en él perece. Quien bien quiere a Beltrán, bien quiere a su can. Quien calla, otorga. Quien canta, sus males espanta. Quien da pan a perro ajeno, pierde el pan y pierde el perro. Quien da primero, da dos veces. Quien espera, desespera. Quien fue a Sevilla perdió su silla. Quien mal anda, mal acaba. Quien mucho abarca, poco aprieta. Quien mucho se baja, el culo enseña. Quien no oye consejo, no llega a viejo. Quien no sabe de abuelo, no sabe de bueno. Quien quita la ocasión, quita el pecado. Quien se pica, ajos come. Quien todo lo quiere, todo lo pierde. Sarna con gusto, no pica. Si da el cántaro en la piedra, o la piedra en el cántaro, mal para el cántaro. Sobre gustos no hay nada escrito. Soñaba el ciego que veía, y soñaba lo que quería. Tanto vales cuanto tienes. Todos los caminos conducen a Roma. Un clavo saca a otro clavo. Un grano no hace granero, pero ayuda a su compañero. Una buena capa todo lo tapa. Una golondrina no hace verano. Uno levanta la caza y otro la mata. Unos tienen fama y otros cardan la lana. Ver la paja en el ojo ajeno, y no la viga en el propio. Viejo es Pedro para cabrero.

Zapatero a tus zapatos

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