Des del bloc, amb guies de lectura i exposicions, la Biblioteca IES Josep Pla està donant a conèixer poc a poc el fons de coneixement i el fons de novel·la. També volem difondre el fons de poesia i vam pensar que era una bona idea presentar un poeta, una poesia per fer un tastet i l’exposició de les obres de l’autor que tenim a la biblioteca. De fet, vàrem començar els Tastets de Poesia sobtadament, arran de la mort del poeta Ángel González. Mentre preparàvem el tastet inaugural va morir Josep Palau i Fabre, que també ha estat present en el bloc i a l’IES.
Però avui volem inaugurar oficialment els Tastets de Poesia i què millor que començar amb la poesia d’Isabel Abad, companya i professora de l’IES Josep Pla fins l’estiu passat en què es va jubilar.
Hem triat el dia 8 de març perquè és el Dia Internacional de la Dona, i la Isabel és una persona que ha promogut la coeducació a l’escola i la reivindicació del paper de la dona en el món, en la cultura i en la literatura. Segur que està contenta que sigui un 8 de març i no un altre dia que li dediquem el primer Tastet de Poesia oficial i aquest text que ha escrit la Lola Esteva, catedràtica de Llengua Castellana i Literatura, professora del nostre institut i companya de la Isabel.
HOMENAJE A NUESTRA COMPAÑERA, PROFESORA Y POETA
Isabel Abad nació en Barcelona y se licenció en Filología clásica en la Universidad de Barcelona. Durante un tiempo fue ayudante del Departamento de Filología latina y más tarde se dedicó a la docencia del latín en escuelas e institutos de secundaria.
Si como profesora ha sabido transmitir a sus alumnos los más altos valores de la cultura y la sensibilidad hacia la Literatura, como poeta se sitúa entre los primeros puestos que merece la virtualidad de la palabra.
En 1980 aparece su primer libro, Motivos de isla, que merece una mención especial en el II Premio de Poesía “Ámbito Literario”, editorial en la que se publica. Desde este momento la actividad poética y creativa de la autora va ascendiendo hacia la cima en su búsqueda del sentido interno de la palabra, impregnada de misterio, belleza y música. De sus primeras obras destacan:
Tiene un paseo azul la llama que sostengo (Toledo, 1982)
El alma en la memoria (Barcelona, 1983)
Dios y otros sueños (Torremozas, Madrid, 1985)
Los hombros del oro (Torremozas/Prímula, 1988)
De espaldas a mis ojos (1993)
Me nombro Umbría (Torremozas, 1998)
Isabel ha recibido varios premios de poesía, entre los que destacan: Ciudad de Toledo, Ciudad de Pontferrada, Carmen Conde de poesía de mujeres, Vicente Aleixandre y Ciudad de Martorell.
Además colabora como crítica de Literatura en revistas nacionales y extranjeras. Gran parte de su obra ha sido traducida a otras lenguas y figura en varias Antologías de poesía.
Los numerosos reconocimientos de su obra y sus textos bastan para que nosotros, en este microcosmos intelectual que es nuestro centro docente, su centro, el IES JOSEP PLA, rindamos un pequeño homenaje a esta voz femenina que plasma su obra y su figura.
El universo poético de Isabel es subyugador e inquietante. El amor, la muerte, el dolor del ser configuran todo el trasfondo de un misterioso entramado poético que atrapa al lector. La vibración sensual de su palabra, inmersa en la convergencia de los cánones más puros de la tradición clásica, popular y bíblica, alimenta las mejores páginas de su obra cuando habla de un amor sublime que trasciende los poros de la epidermis:
Soy haya presumida, friso andado,
¡tan madrugado corazón me ciñe!,
muchas veces vendimia o grey de noches,
o ciervo herido por morena aljaba.(Pedida luz)
Asimismo, el trasfondo del dolor alcanza dimensiones de gran profundidad al tratarse de la llaga que puede dejar el amor, o la misma dolorida inquietud del sueño de la vida en su dramática proyección hacia la muerte:
No hieras, si me nublas, la noticia
de fuego y tempestad que hay en mi carne.
Ardiendo di razón de mi ternura,
tan pálida robé, tan pecadora,
la escarcha toda de aquel mayo herido.
¡Qué júbilo doler dolor de plata!
No sepas en qué trozo de morirme
atesoré las frutas de mi nombre. (Para que el mar no cese)
De espaldas a mis ojos está dedicado a la memoria de su padre. Ella misma dice: “Procuré estos versos del sueño de la muerte, hábil en el pesar, mil veces diestra en su tejido impío. Enamorada de la gracia sustantiva del dolor la vida se me había muerto en el don de mi propio reconocimiento”.
Un libro de gran belleza y de conmovedora profundidad humana al abordar el “sueño de la muerte” que es, en realidad, la gran medida del sueño de la vida:
¿Qué soledad no muere al madrugarte,
noche tan escotada, rosa terca
placentera mitad de mi alto miedo?
¿Tañe junio, muriendo,
la aurora tropezada de mis manos?
Se me equivoca el mar, se me equivoca
el rojo herido de mi sangre antigua.
Mientras toda mi nada se resbala
por la mejilla escueta de la tarde. (Morir o el agua).
Me nombro Umbría viene, en 1998, a culminar esta obra suya ya de gran tamaño. En este libro Isabel cala muy hondo la dimensión del ser humano en su convite hacia lo cognoscitivo. Porque conocerse es ser y reconocerse a través de la palabra poética es adquirir conciencia de la apasionada aventura del ser en el desafío de la vida.
El agonismo existencialista de Unamuno y el concepto cioraniano (Ciorán) de una constante presencia de la muerte se deslizan con dulzura y suavidad por los versos de Isabel en su lucha contra “la nada necesaria”:
Porque es de noche a mi pesar e intento
la azalea en mi piel.
Porque mordí la boca de la muerte
y ya no había labios, porque llueve
y apenas traigo fuego ni querencia,
la nada solamente.
Porque estreché la música en el llanto,
porque me duele Dios en mi pobreza,
la nada solamente.
Porque es la primavera tan despacio,
porque me peino con pedazos de alba,
porque me abrigan víspera y designio,
la nada solamente.
Es sábado en la miel y, por vivirme,
me estrecharé a la nada solamente. (Letanía del frío)
Nombrarse Umbría fue para Isabel culminar en una amplia y dilatada emergencia cognoscitiva y haber comprendido, además, que en el existir todo proceso del ser comporta amor, dolor y muerte en este umbrío sueño de la vida. Y para nosotros la revelación de un alma, compañera, amiga, profesora y poeta.
SI HAY MUERTE ENAMORADA
Si hay muerte enamorada, si hay mortaja
capaz de cautivar con su tristeza,
es que yo soy el velo y la pureza
que, oculta en beso, abrigará tu caja.
Y, si hay aurora donde el polvo baja
a herir de sueño lo que fue belleza,
yo morderé en la nada la cereza,
boca de ti, ya para siempre alhaja.
Cuando la sombra gritará clemente
que desamparo le ha nacido al pecho
porqué no hay cauce para nuestra fuente,
Una la tierra en su cobijo estrecho
a una mujer y a un hombre y, aunque ausente,
hiera la luz su corazón deshecho.
( Me nombro Umbría, 1998.)
A LA BIBLIOTECA DE L’IES
Los hombros del oro
Torremozas, 1988
R: 4125 S: P ABA
De espaldas a mis ojos
Torremozas, 1993
R: 4058 S: P ABA
Me nombro Umbría
Torremozas, 1998
R: 4117 S: P ABA