El monte de las ánimas, Bécquer

Haz tuya la leyenda de Bécquer. Recuerda escribir un final alternativo tras esta parte final de la leyenda. ¡Importante! No leas el final real… lo leeremos después de haber leído los que habéis escrito. Escríbelo a continuación, en el apartado de comentarios. Vigila la ortografía y la redacción. (10 líneas)

Resultat d'imatges de las leyendas de bécquer el monte de las ánimas

Imatge relacionada

Sed imaginativos, creativos, mantened el tono de misterio y tensión y sobre todo, ¡sorprended!

“Así pasó una hora, dos, la noche, un siglo, porque la noche aquella pareció eterna a Beatriz. Al fin despuntó la aurora: vuelta de su temor, entreabrió los ojos a los primeros rayos de la luz. Después de una noche de insomnio y de terrores, ¡es tan hermosa la luz clara y blanca del día! Separó las cortinas de seda del lecho, y ya se disponía a reírse de sus temores pasados, cuando de repente un sudor frío cubrió su cuerpo, sus ojos se desencajaron y una palidez mortal descoloró sus mejillas […]…”

CRISTINA

Quant a CRISTINA

Professora de llengua catalana de l'ESO a l'Escola Divina Providència de Mataró.
Aquest article ha estat publicat en 4t ESO, General, Lengua y literatura castellana. Afegeix a les adreces d'interès l'enllaç permanent.

16 respostes a El monte de las ánimas, Bécquer

  1. Helena Rodríguez diu:

    Su respiración empezó a agitarse más que el mar durante una tormenta y la perplejidad se apoderó de su cuerpo. ¿A caso sus ojos la engañaban? No era posible, no podía creerlo, no quería creerlo.
    Ante ella, tendido en el suelo, envuelto en sangre y sin vida, se encontraba Alonso y, sobre su mano, la banda azul. La temblorosa mano de Beatriz recogió la banda y la contempló con un gran sentimiento de culpabilidad. El llanto de impotencia, desesperación y terror se expandió por toda la vivienda. Los servidores tardaron menos de cinco segundos en aparecer en la habitación de la muchacha. La hallaron sentada sobre el lecho, con una postura que reflejaba incredulidad y resignación mientras lloraba más agua de la que hay en un río.
    Los sirvientes no entendían nada, pues lo único que podían observar era a una muchacha fuera de sí sosteniendo una simple cinta azul que parecí recién sacada del armario.

  2. Eva Porta diu:

    De repente Beatriz, observó una sombra procedente de la habitación de al lado. Ella asustada corrió a gran velocidad hacia la puerta principal. En cuestión de segundos llegó y allí encontró la cerradura de la puerta forzada. No entendía nada de lo que ocurría, despavorida se escondió en un pequeño rincón de su vivienda. De golpe empezó a escuchar pasos ”pam, pam, pam”, pero por mucho que miraba a su alrededor no veía nada ni a nadie.
    Sin embargo… en el ambiente se intuía una presencia, el aire era gélido, fantasmagórico. Cuando consiguió controlar el miedo, decidió salir de su escondite para comprobar que en la casa, no se encontraba nadie mas que ella y atónita descubrió la cinta azul a los pies de su cama.

  3. Nerea Jiménez diu:

    La noche avanzó y la muchacha tenía cada vez más pánico. Tuvo un sueño en el cual aparecía Alonso devorado por los lobos en el Monte de las Ánimas. Lo contemplaba con gran admiración, puesto que en una de sus blanquinosas manos llevaba alzada la banda azul. Veía que cada vez se acercaba más a ella, la joven tratando de esquivarlo tropezó, entonces lo vió, la historia que se contaba era cierta, apareció una mano desde el fondo de la tierra. Los cadáveres de los antiguos caballeros se levantaron y sin ella poder hacer nada vió como Alonso era devorado por los lobos. Por fin amaneció, pensando que todo había acabado se levantó del lecho. En ese momento empalideció al ver la banda azul, que Alonso salió a buscar, llena de sangre y sin ningún rastro de él.

  4. Estefanía Burga diu:

    Su corazón latía más rápido de lo normal, Beatriz no daba crédito a lo que veían sus ojos, el cielo ahogaba su luz dando paso a una exorbitante oscuridad, las paredes de la habitación se agrietaban y el frío poco a poco envolvía el ambiente. Asustada, corrió a buscar a uno de sus servidores para convencerse de que aún tenía algo de coherencia, pero no había nadie, el vació reinaba en la casa.
    Entonces volvió a su cuarto y a través de la ventana, le vio. Alonso estaba al otro lado, pero él ya no era persona, era prácticamente un esqueleto y en su mano derecha colgaba la banda azul. Beatriz pegó un fuerte grito y de repente se despertó.
    Aliviada, se había dado cuenta de que había tenido una pesadilla, pero todo cambiaría cuando uno de sus servidores le dijera que Alonso había muerto y que junto a su cadáver se hallaba la banda azul.

  5. Anggie Sánchez diu:

    Sintió una especie de alivio al ver a Alonso, moribundo y agonizante, tendido en el reclinatorio sujetando la banda azul. Al mismo tiempo notó como se le hundía el pecho pues dentro de ella, algo que le decía que aquello no era real. A pesar de su disputa interna, decidió acercarse a él. Oía sus propios latidos, que resonaban en su pensamiento y aceleraban su jadeo. Contuvo la respiración y oprimió cálidamente sus labios contra los de Alonso.
    Entreabrió los ojos y se dio cuenta de que la banda azul, empapada y rasgada, reposaba entre sus frías manos. Cayeron lágrimas llenas de culpabilidad, desconsuelo y pena, que deslizaban sobre su faz al son del aire azotando los vidrios del balcón y de las campanas sonando. Sintió como el cielo se desplomaba encima de ella y solo supo sosegar su agonía clavándose una espada en el corazón. Así se sumió en un sueño eterno donde acabó el dolor y acabó todo.

  6. Naim Moltrasio García diu:

    Sus manos comenzaron a temblar, su pulso se aceleraba segundo tras segundo y su respiración era cada vez más agitada. Beatriz, paralizada por el miedo, solo podía observar como las sombras se apoderaban de la poca claridad que había en la habitación, dejando una oscuridad infinita tras su paso. Y al final silencio. Un silencio que solo fue roto por un goteo que salía del pecho de Beatriz, donde se alojaba una daga clavada directamente en su corazón. Y de este modo, mientras sonaban las campanas de la Iglesia, el cuerpo de la muchacha se hallaba inerte al lado de una bandana azul que ahora estaba bañada en rojo sangre.

  7. Beatriz quedó desconcertada al ver que había despertado en el Monte de las Ánimas. Ella, muy asustada gritaba por ayuda y de repente, del suelo salió un alma la cual paralizó completamente a la joven. La ánima pertenecía a una adolescente llamada Neylan cuyo propósito era llevarse la esencia de Beatriz. Entonces la prima de Alonso descubre que Neylan había hipnotizado a su primo para que se la llevara al temeroso monte. Descontrolada por la situación, Beatriz quisó saber donde se encontraba Alonso. Después de una larga búsqueda, la joven encuentra la banda azul en la rama de un árbol, pero no haya ningún rastro de su primo.

  8. Eric diu:

    Cuando Beatriz se despertó, escuchó unos ruidos creyendo que escuchaba su nombre cuando solo era el viendo. Al amanecer, se levantó y vio a Alonso bebiendo un vaso de leche en el co medir de su casa. Cuando Alonso le ve, se dieron un abrazo y Beatriz le agradeció por encontrar su banda azul. No obstante, Alonso le dijo que no encontró la banda y que se rompió la pierna al tropezarse con una piedra en el montentreno. Luego Beatriz le dijo que no importaba, pero le agradeche por haber buscado la banda. Finalmente, decidieron dar una vuelta por el monte con una rama de un árbol para la pierna rota. Mientras paseaban, escucharon unos ruidos, pero no le dieron importancia. De repente, unos lobos les atacaron, Beatriz consiguió escapar pero Alonso no pudo por culpa de la pierna rota.

  9. Carlos Viñals diu:

    El viento movía las ramas del árbol del acantilado y en una de ésas ramas estaba atado su banda, una banda manchada de sangre. Beatriz no se podía mover, rompió a llorar pensando en lo egoísta que había sido con Alfonso al no haberle demostrado su amor, entonces , con lágrimas en los ojos gritó su nombre, los gritos eran desesperadores.
    Pasó un pie por el marco de la ventana y luego pasó el otro, temblaba de miedo pero pensaba que la única manera que tenía para demostrarle su amor a Alfonso era reunirse con él. Pero, de golpe, una mano la cogió de la cintura y la empujó hacia dentro de la habitación, era Alfonso. Ella se giró y lo abrazó y él le dijo que si siempre tenía tan mal despertar tendrían que dormir en habitaciones separadas, ella sonrió y lo besó.

  10. Jordi Sureda diu:

    La piel de Beatriz se volvió blanca, como la nieve, cuando vio a Alonso con toda la ropa hecha jirones. Alonso apenas podía andar, se arrastraba como una babosa, delante de los pies de la mujer. Intentaba decir con claridad:
    – Beatriz, he traído el pañuelo que perdiste
    – ¡¿Qué te ha pasado?! -respondió la mujer-.
    – Fui al monte a por él -respondió con temor- pero, siluetas con forma humana se acercaron a mí. Visualicé el pañuelo, estaba a pocos metros de mi. Corrí a por él, lo cogí y volví, escuchando gruñidos graves. Me giré, y no podía creer que estaba viendo: ¡Eran los muertos de las batallas sucedidas en el monte! Se acercaban a mí, y me arrancaron pedazos de ropa.
    – ¿Y qué pasó?
    – Aceleré lo más rápido que pude para llegar a entregarte el pañuelo, pero me perseguían muy rápido. ¡Mira, siguen ahí, hay que echar a correr!
    La pareja se fue lo más rápido que pudo pero los muertos los cogieron. Tristemente, los dos murieron a causa de los muertos y no se ha vuelto a saber nada de Alonso y Beatriz. Tampoco se sabe dónde están sus cuerpos.

  11. Raul Sánchez Collado diu:

    No podia creerlo, quedó petrificada delante de aquella situación. Sus ojos apenas podian contener las lágrimas pero en aquel momento, aquella noche, aquella habitación, no lloraban sus ojos sino su corazón. Decidió acercarse a él para poder depedirse. Cuanto más se acercaba, su mente más se inundaba de recuerdos vividos y también la culpabilidad de no poder seguir viviéndolos.
    Posteriormente, aparecieron los sirvientes que no daban crédito de la situación, pues se encontraba Beatriz cerca de cometer una locura la cual pudieron evitar a tiempo.
    Pese a no conseguirlo, el corazón de Beatriz ya se había apagado para siempre después de la noche, una noche que no podría olvidar en toda su vida.

  12. Francesc Ruiz diu:

    Los primeros rayos de sol de la mañana la despertaron, aliviándola. Pero el descanso no duro mucho, pues dio tan sólo unos pasos antes de ver algo que hizo que gritara con todas sus fuerzas; el objeto del espanto no fue otro que la visión del cadáver de su primo, adherido a la pared de madera mediante clavos al final de cada una de sus extremidades. En el rostro de él, aún se podía apreciar la expresión de pavor de antes de su fallecimiento, además de una venda cubriéndole los ojos. No pasó ni un segundo desde que ella se recompuso del susto inicial cuando se escucharon sospechosos sonidos de pasos en el piso de abajo. Pesados y contundentes, no cesaban de sonar. Ella se planteó seriamente su siguiente movimiento; ¿bajaría e inspeccionaría el origen de los ruidos, arriesgando su vida en el proceso, o se encerraría en su habitación indefinidamente con la esperanza de que el posible peligro se desvaneciera por completo? La difícil decisión se vio interrumpida por la voz de un hombre, repitiendo seguidamente la misma pregunta: ¿hay alguien ahí? Ella reconoció la persona tras la misteriosa cuestión; no era otro que el policía jefe de la localidad más cercana. Ahora sin pensárselo dos veces, bajó a encontrarse con el susodicho. Ya reunidos él le preguntó si había pasado algo, pues unos vecinos habían oído gritos a altas horas de la madrugada. Con una voz desesperada, ella le explicó todo lo que sabía, y posteriormente lo acompañó hasta el piso superior para mostrarle la horripilante escena descubierta hacia apenas unos minutos. Pero, para su sorpresa, cuando llegaron al lugar del crimen descubrieron que el cuerpo sin vida de su primo ya no se encontraba ahí. Esto le causó un ataque de pánico a ella, quien siguió teniendo alucinaciones relacionadas con los eventos sucedidos la noche anterior. Este misterio le perseguiría hasta el fin de sus días.

  13. Mario García diu:

    Al día siguiente cuando se acabó de despertar miro el reclinatorio y vió una cinta azul llena de sangre. De repente, apareció un hombre y le avisó que habían encontrado a Alonso muero desangrado. Más tarde, encontró una señora que daba vueltas a, la tumba de Alonso.
    De repente, la señora paró de darlas y se quedó mirándome fijamente mientras se escuchaban unos aullidos y la luna poco a poco iba bajando.
    Me quedé paralizada del terror que sentía y recorría su cuerpo, le temblaban las piernas y brazos Ahí fue cuando decidí salir corriendo de aquella zona.

  14. Rodrigo Pichaud Garcés diu:

    Tras levantarse de la cama con ese sudor frío y esa gran palidez, Beatriz se acercó lentamente hacia el balcón de su habitación.
    Al llegar al balcón, escuchó unos ruidos muy extraños a lo lejos, empezó a mirar y mirar, y al localizar de donde provenían, ¡se dio cuenta de que eran los esqueletos muertos de las batallas del monte que, llenos de bichos, tierra y podridos, se acercaban hacia ella.
    Consiguió ver un cuerpo, pero no podía detectar de quién era.
    Cuando los esqueletos se fueron acercando, logró ver de quién era el cuerpo y no se lo podía creer,¡Era el cuerpo de Alonso!, y junto al cadáver traía la banda azul llena de rasguños y sangre.
    A la mañana siguiente, Beatriz desapareció, y la última vez que los habitantes del pueblo la lograron ver, se dirigía al bosque.
    Después de todo lo ocurrido, nunca se supo nada más de ella.

  15. Bruno diu:

    Al amanecer, Beatriz fue corriendo a la ciudad a avisar al pueblo si la podían acompañar a buscar a Alonso a la iglesia del Monte de las Ánimas. Solo unos pocos lugareños aceptaron que eran íntimos amigos de Alonso y estaban preocupados por él.

    Llegaron al monte sobre al mediodía y encontraron a Alonso muy mal herido, prácticamente parecía que tuviese los huesos roto. Beatriz y los lugareños lo cogieron y se lo llevaron a la ciudad tan rápido como pudieron.

    Por desgracia, a mitad de camino, Alonso murió y no lo pudieron salvar, pero pudo recuperar la bufanda de su querida Beatriz.

  16. Joel diaz diu:

    Beatriz miro por la ventana de sus aposentos una bolsa muy extraña que había en la plaza del pueblo,pero no era solo una bolsa de tela corriente, en su contorno estaba escrito su nombre con sangre.

    Beatriz asombrada y a la vez asustada bajo lentamente las escaleras para llegar a la calle cuantos mas pasos daba mas rápido batía su corazón y mas pálida se le ponía la piel,cuando abrió la puerta sintió una extraña presencia que le observaba todo el rato,asustada Beatriz salio corriendo para llegar lo mas rápido posible a la plaza.

    Una vez allí miro la bolsa fijamente y lentamente cogió la bolsa cuyo remitente era desconocido,al cogerla sintió algo muy raro, a parte de su extraño peso se podía apreciar un rio de sangre que salia por la parte trasera de la bolsa,cuando Beatriz se disponía ha abrir la bolsa ¡PUM!,¡PUM! ,el ruido de las campanas asusto mucho a beatriz,levanto la mirada hacia el campanario i vio la banda azul que alonso fue ha buscar junto a este colgado del la punta decapitado,en aquel instante Beatriz cayo al suelo y murió por causa de la culpabilidad que le había generado,ahora las almas de beatriz y alonso descansan juntas

Deixa un comentari

L'adreça electrònica no es publicarà Els camps necessaris estan marcats amb *