Estamos en una sociedad que por fin da cobertura legal a los derechos de la diversidad sexual de los ciudadanos. En los medios de comunicación se da una relevancia significativa a todo el universo homosexual (matrimonio gay y lesbianas, adopciones, fiestas, reivindicaciones…).En la sociedad se evidencia una mayor comprensión de la realidad homosexual, pero a nuestro entender, es más formal e intelectual, que real. Nos quedamos: en constatar la visibilidad consolidada de la homosexualidad, aceptarla y cada vez más en respetarla. Y definimos consolidada en referencia a aquella que ya está manifiesta en adultos.

¿Pero qué pasa con los adolescentes? ¿Las reacciones y las aceptaciones delante de la homosexualidad adolescente son las mismas?
Cuando en conferencias a docentes sobre adolescentes, informas que se calcula que entre un 5 y un 10% de alumnos pueden manifestar una orientación sexual con tendencia gay o lesbiana, la respuesta de los asistentes es, en algunos casos, de incredulidad o de rechazo a la afirmación. En otros casos, aparece la aceptación pasiva de esa posible realidad hasta ahora desconocida y de las deficiencias a la hora de abordarlas. Por último, en muchos casos, el tema no les es significativo y consideran que no pertenece a su ámbito profesional.
Proyectando los anteriores porcentajes a una clase de secundaria, nos podemos encontrar que puede haber entre uno y tres alumnos que interioricen un conflicto entre su identidad y su orientación sexual. Entre uno y tres que no saben como abordar sus pulsiones, sentimientos y emociones.

Antes de seguir, unos interrogantes previos para los docentes, los padres y los otros agentes socializadores:
? ¿realmente interesa abordar la homosexualidad desde el punto de vista a ayudar al joven a descubrir sin traumas su sexualidad?
? ¿Consideramos que no abordarlo comporta un problema para su desarrollo personal?
? ¿Debemos hacer algo?
Nosotros, con más de 30 años de experiencia docente y tutorial con adolescentes y con padres, nos atrevemos a afirmar que: poco o nada se ha hecho y se hace. Algún material sobre coeducación aborda el tema, la Educación para la ciudadanía lo toca desde una perspectiva muy impersonal y conceptual, algún docente intenta abordar el tema con riesgo de entrar en “un jardín conflictivo” con el entorno escolar y familiar.

Y mientras, el adolescente solo. …Él, inmaduro social, psicológica y sexualmente; se encuentra en fase de construcción de su personalidad; influenciado por el medio y los “medios” .En la construcción de su sexualidad va a ciegas,(como en la parábola de Saramago), sigue a los demás porque en el grupo está su seguridad.
Pero en esa ceguera va solo o sola si sus pulsiones no responden a los parámetros sociales impuestos para su identidad sexual, es decir, si siendo chico o chica no responde a la exigencia social que se espera por su identidad sexual. Está confuso, preocupado, asustado al sentir la contradicción de percibir una posible atracción hacia el mismo sexo y tener que responder con comportamientos inducidos por el grupo hacia el otro sexo. Con miedo a que se le note esa contradicción.
Están solos y cualquier intento de manifestar sus emociones, en la mayoría de casos, provoca, como mínimo, un rechazo entre su grupo de relaciones, cuando no escarnio. Tiene miedo porque ha visto en el centro escolar o en su entorno esos comportamientos (rechazo y escarnio) con algún compañero/a que han manifestado su homosexualidad. No quiere pasar por ese calvario. Se adapta y… tenemos alguien que cierra la puerta de un armario.
Nos hemos planteado que hace desde ese armario
? ¿Dónde se refugia, a dónde acude, quién le puede ayudar,… ?
? ¿La escuela le proporcionará ayuda?
? Los padres (en general), ¿lo entenderán? ¿Lo aceptarán ? ¿Serán una ayuda informativa? ¿Querrán o sabrán ayudarle a crecer en esa dirección?
? ¿La búsqueda de ayuda en internet , o en ámbitos desconocidos y obscuros, o encontrar un adulto no de su circulo próximo que puede conllevar el riesgo de instrumentalizarlo?

El adolescente corre el riesgo de entrar en la fase adulta con pulsiones sexuales mal definidas, dolorosas y frustrantes emocionalmente, y con posibles secuelas personales (culpabilidad, no aceptación, baja autoestima),

Concluyendo se hace preciso avanzar en crear ámbitos donde el adolescente se pueda expresar de forma libre, confiada respetando, su intimidad, sin situaciones artificiales y con total y absoluta reserva.
¿Dónde encontrar a alguien o algo que le ayude a avanzar sanamente en su crecimiento de esos nuevos ámbitos? ¿Quién/es han de ser los responsables? ¿En qué entorno/s deben estar? ¿Cómo debe hacerse?

La respuesta a estos interrogantes es el objetivo de este blog.

Rosa y Quim.

Nota. Próxima reflexión. El papel de la escuela: presente y prespectivas de un nuevo enfoque de trabajo de la sexualidad con adolescentes.

Estamos en una sociedad que por fin da cobertura legal a los derechos de la diversidad sexual de los ciudadanos. En los medios de comunicación se da una relevancia significativa a todo el universo homosexual (matrimonio gay y lesbianas, adopciones, fiestas, reivindicaciones…).En la sociedad se evidencia una mayor comprensión de la realidad homosexual, pero a nuestro entender, es más formal e intelectual, que real. Nos quedamos: en constatar la visibilidad consolidada de la homosexualidad, aceptarla y cada vez más en respetarla. Y definimos consolidada en referencia a aquella que ya está manifiesta en adultos.

¿Pero qué pasa con los adolescentes? ¿Las reacciones y las aceptaciones delante de la homosexualidad adolescente son las mismas?
Cuando en conferencias a docentes sobre adolescentes, informas que se calcula que entre un 5 y un 10% de alumnos pueden manifestar una orientación sexual con tendencia gay o lesbiana, la respuesta de los asistentes es, en algunos casos, de incredulidad o de rechazo a la afirmación. En otros casos, aparece la aceptación pasiva de esa posible realidad hasta ahora desconocida y de las deficiencias a la hora de abordarlas. Por último, en muchos casos, el tema no les es significativo y consideran que no pertenece a su ámbito profesional.
Proyectando los anteriores porcentajes a una clase de secundaria, nos podemos encontrar que puede haber entre uno y tres alumnos que interioricen un conflicto entre su identidad y su orientación sexual. Entre uno y tres que no saben como abordar sus pulsiones, sentimientos y emociones.

Antes de seguir, unos interrogantes previos para los docentes, los padres y los otros agentes socializadores:
? ¿realmente interesa abordar la homosexualidad desde el punto de vista a ayudar al joven a descubrir sin traumas su sexualidad?
? ¿Consideramos que no abordarlo comporta un problema para su desarrollo personal?
? ¿Debemos hacer algo?
Nosotros, con más de 30 años de experiencia docente y tutorial con adolescentes y con padres, nos atrevemos a afirmar que: poco o nada se ha hecho y se hace. Algún material sobre coeducación aborda el tema, la Educación para la ciudadanía lo toca desde una perspectiva muy impersonal y conceptual, algún docente intenta abordar el tema con riesgo de entrar en “un jardín conflictivo” con el entorno escolar y familiar.

Y mientras, el adolescente solo. …Él, inmaduro social, psicológica y sexualmente; se encuentra en fase de construcción de su personalidad; influenciado por el medio y los “medios” .En la construcción de su sexualidad va a ciegas,(como en la parábola de Saramago), sigue a los demás porque en el grupo está su seguridad.
Pero en esa ceguera va solo o sola si sus pulsiones no responden a los parámetros sociales impuestos para su identidad sexual, es decir, si siendo chico o chica no responde a la exigencia social que se espera por su identidad sexual. Está confuso, preocupado, asustado al sentir la contradicción de percibir una posible atracción hacia el mismo sexo y tener que responder con comportamientos inducidos por el grupo hacia el otro sexo. Con miedo a que se le note esa contradicción.
Están solos y cualquier intento de manifestar sus emociones, en la mayoría de casos, provoca, como mínimo, un rechazo entre su grupo de relaciones, cuando no escarnio. Tiene miedo porque ha visto en el centro escolar o en su entorno esos comportamientos (rechazo y escarnio) con algún compañero/a que han manifestado su homosexualidad. No quiere pasar por ese calvario. Se adapta y… tenemos alguien que cierra la puerta de un armario.
Nos hemos planteado que hace desde ese armario
? ¿Dónde se refugia, a dónde acude, quién le puede ayudar,… ?
? ¿La escuela le proporcionará ayuda?
? Los padres (en general), ¿lo entenderán? ¿Lo aceptarán ? ¿Serán una ayuda informativa? ¿Querrán o sabrán ayudarle a crecer en esa dirección?
? ¿La búsqueda de ayuda en internet , o en ámbitos desconocidos y obscuros, o encontrar un adulto no de su circulo próximo que puede conllevar el riesgo de instrumentalizarlo?

El adolescente corre el riesgo de entrar en la fase adulta con pulsiones sexuales mal definidas, dolorosas y frustrantes emocionalmente, y con posibles secuelas personales (culpabilidad, no aceptación, baja autoestima),

Concluyendo se hace preciso avanzar en crear ámbitos donde el adolescente se pueda expresar de forma libre, confiada respetando, su intimidad, sin situaciones artificiales y con total y absoluta reserva.
¿Dónde encontrar a alguien o algo que le ayude a avanzar sanamente en su crecimiento de esos nuevos ámbitos? ¿Quién/es han de ser los responsables? ¿En qué entorno/s deben estar? ¿Cómo debe hacerse?

La respuesta a estos interrogantes es el objetivo de este blog.

Rosa y Quim.

Nota. Próxima reflexión. El papel de la escuela: presente y prespectivas de un nuevo enfoque de trabajo de la sexualidad con adolescentes.

Estamos en una sociedad que por fin da cobertura legal a los derechos de la diversidad sexual de los ciudadanos. En los medios de comunicación se da una relevancia significativa a todo el universo homosexual (matrimonio gay y lesbianas, adopciones, fiestas, reivindicaciones…).En la sociedad se evidencia una mayor comprensión de la realidad homosexual, pero a nuestro entender, es más formal e intelectual, que real. Nos quedamos: en constatar la visibilidad consolidada de la homosexualidad, aceptarla y cada vez más en respetarla. Y definimos consolidada en referencia a aquella que ya está manifiesta en adultos.

¿Pero qué pasa con los adolescentes? ¿Las reacciones y las aceptaciones delante de la homosexualidad adolescente son las mismas?
Cuando en conferencias a docentes sobre adolescentes, informas que se calcula que entre un 5 y un 10% de alumnos pueden manifestar una orientación sexual con tendencia gay o lesbiana, la respuesta de los asistentes es, en algunos casos, de incredulidad o de rechazo a la afirmación. En otros casos, aparece la aceptación pasiva de esa posible realidad hasta ahora desconocida y de las deficiencias a la hora de abordarlas. Por último, en muchos casos, el tema no les es significativo y consideran que no pertenece a su ámbito profesional.
Proyectando los anteriores porcentajes a una clase de secundaria, nos podemos encontrar que puede haber entre uno y tres alumnos que interioricen un conflicto entre su identidad y su orientación sexual. Entre uno y tres que no saben como abordar sus pulsiones, sentimientos y emociones.

Antes de seguir, unos interrogantes previos para los docentes, los padres y los otros agentes socializadores:
? ¿realmente interesa abordar la homosexualidad desde el punto de vista a ayudar al joven a descubrir sin traumas su sexualidad?
? ¿Consideramos que no abordarlo comporta un problema para su desarrollo personal?
? ¿Debemos hacer algo?
Nosotros, con más de 30 años de experiencia docente y tutorial con adolescentes y con padres, nos atrevemos a afirmar que: poco o nada se ha hecho y se hace. Algún material sobre coeducación aborda el tema, la Educación para la ciudadanía lo toca desde una perspectiva muy impersonal y conceptual, algún docente intenta abordar el tema con riesgo de entrar en “un jardín conflictivo” con el entorno escolar y familiar.

Y mientras, el adolescente solo. …Él, inmaduro social, psicológica y sexualmente; se encuentra en fase de construcción de su personalidad; influenciado por el medio y los “medios” .En la construcción de su sexualidad va a ciegas,(como en la parábola de Saramago), sigue a los demás porque en el grupo está su seguridad.
Pero en esa ceguera va solo o sola si sus pulsiones no responden a los parámetros sociales impuestos para su identidad sexual, es decir, si siendo chico o chica no responde a la exigencia social que se espera por su identidad sexual. Está confuso, preocupado, asustado al sentir la contradicción de percibir una posible atracción hacia el mismo sexo y tener que responder con comportamientos inducidos por el grupo hacia el otro sexo. Con miedo a que se le note esa contradicción.
Están solos y cualquier intento de manifestar sus emociones, en la mayoría de casos, provoca, como mínimo, un rechazo entre su grupo de relaciones, cuando no escarnio. Tiene miedo porque ha visto en el centro escolar o en su entorno esos comportamientos (rechazo y escarnio) con algún compañero/a que han manifestado su homosexualidad. No quiere pasar por ese calvario. Se adapta y… tenemos alguien que cierra la puerta de un armario.
Nos hemos planteado que hace desde ese armario
? ¿Dónde se refugia, a dónde acude, quién le puede ayudar,… ?
? ¿La escuela le proporcionará ayuda?
? Los padres (en general), ¿lo entenderán? ¿Lo aceptarán ? ¿Serán una ayuda informativa? ¿Querrán o sabrán ayudarle a crecer en esa dirección?
? ¿La búsqueda de ayuda en internet , o en ámbitos desconocidos y obscuros, o encontrar un adulto no de su circulo próximo que puede conllevar el riesgo de instrumentalizarlo?

El adolescente corre el riesgo de entrar en la fase adulta con pulsiones sexuales mal definidas, dolorosas y frustrantes emocionalmente, y con posibles secuelas personales (culpabilidad, no aceptación, baja autoestima),

Concluyendo se hace preciso avanzar en crear ámbitos donde el adolescente se pueda expresar de forma libre, confiada respetando, su intimidad, sin situaciones artificiales y con total y absoluta reserva.
¿Dónde encontrar a alguien o algo que le ayude a avanzar sanamente en su crecimiento de esos nuevos ámbitos? ¿Quién/es han de ser los responsables? ¿En qué entorno/s deben estar? ¿Cómo debe hacerse?

La respuesta a estos interrogantes es el objetivo de este blog.

Rosa y Quim.

Nota. Próxima reflexión. El papel de la escuela: presente y prespectivas de un nuevo enfoque de trabajo de la sexualidad con adolescentes.

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