Hay un nuevo compañero en la clase de castellano. Es un marciano.
Es tan extraño que cada niño o niña de la clase lo ve de forma diferente.
Había una vez un marciano que un día tuvo un accidente con su nave. A partir de entonces tenía dos caras con tres ojos, tres piernas y dos tentáculos como brazos.
Su marcianoamor (novia) se iba a comprar y el decía:
– Mañana tengo un examen en la uni, estaré estudiando.
Pero cuando ella se iba, él se ponía jugar a la play.
Cuando estaban juntos, la marciana le preguntaba:
– ¿Qué has sacado en el control mi amor?
– Me han suspendido.
Y así muchos exámenes.
La marciana, ya harta exclamó:
– Voy ha decirle a tu enseñador que si te pasas toda la tarde estudiando, ¿cómo es que suspendes?
-No, no vayas es que soy un viciado.
– ¿Cómo?
– Que no estudio, me paso la tarde jugando a la play.
– ¡Pues yo no voy a salir con un cafre! ¡Te dejo!
Y el marciano se arrepintió toda la semana.
P. T. 6A