Viajar es aprender quiere hacer hincapié esta vez en un tema de suma transcendencia cuando salimos de viaje en nuestro coche. Un buen seguro adecuado a nuestras necesidades siempre será una forma inteligente de viajar.
El seguro de coche es con diferencia el seguro que mejor conocemos, ya que en todas las casas hay uno o varios coches, y es uno de los gastos fijos que todas las familias tienen que afrontar, y al que a veces no le prestamos la atención que requiere.
Existen varias modalidades de seguros en función de nuestras necesidades, aunque en muchas ocasiones lo que decide es el presupuesto y no las necesidades reales, aunque muchas veces esto se debe a que no comparamos los precios entre distintas compañías.
El seguro más conocido es el seguro a terceros, que puede ser simple o ampliado. El simple tiene las coberturas obligatorias, y poco más, mientras que el ampliado ya nos cubre la rotura de lunas, asistencia en carretera, y la indemnización por robo e incendio.
La otra modalidad es el todo riesgo, el cual se puede contratar con franquicia o sin franquicia, que es lo más usual, ya que supone un ahorro en la prima anual. En este caso, la compañía puede reclamarnos el importe de la franquicia cuando tengamos que hacer una reparación, importe que suele estar entre 300 y 600€, dependiendo de la cuantía que fijemos al contratar el seguro.
¿Qué modalidad elegimos? Pues eso depende de nuestras necesidades y sobre todo del coche que tengamos. Yo siempre aconsejo un seguro a todo riesgo cuando nos compramos un coche nuevo, y pasar a un seguro a terceros ampliado una vez pasemos la primera ITV, que es cuando el coche empieza a perder valor rápidamente.
Aunque esto te toca decidirlo a ti, que finalmente eres el que va a pagar la prima del seguro a final de año.