Rima LXVI

LXVI

¿De dónde vengo?… El más horrible y áspero

de los senderos busca;

las huellas de unos pies ensangrentados

sobre la roca dura,

los despojos de un alma hecha jirones

en las zarzas agudas,

te dirán el camino

que conduce a mi cuna.

¿Adónde voy? El más sombrío y triste

de los páramos cruza,

valle de eternas nieves y de eternas

melancólicas brumas.

En donde esté una piedra solitaria

sin inscripción alguna,

donde habite el olvido,

allí estará mi tumba.

Rima LII, Olas gigantes…

Para escuchar esta sonora rima, este enlace nos permitirá escucharla con una impecable dicción mientras la leemos a continuación

LII

Olas gigantes que os rompéis bramando

en las playas desiertas y remotas,

envuelto entre la sábana de espumas,

¡llevadme con vosotras!

Ráfagas de huracán que arrebatáis

del alto bosque las marchitas hojas,

arrastrado en el ciego torbellino,

¡llevadme con vosotras!

Nubes de tempestad que rompe el rayo

y en fuego ornáis las desprendidas orlas,

arrebatado entre la niebla oscura,

¡llevadme con vosotras!

Llevadme por piedad a donde el vértigo

con la razón me arranque la memoria.

¡Por piedad! ¡Tengo miedo de quedarme

con mi dolor a solas!

Una versión de “El Cristo de la calavera”

Ofrecemos una curiosa versión de la leyenda de Bécquer. Es la grabación de un espectáculo turístico organizado en la ciudad de Toledo donde se reproduce el combate entre Don Lope y Don Alonso: la versión no es muy fiel a la narración original pero ofrece una buena muestra de esgrima teatral y nos evidencia cómo las leyendas de Bécquer, también como atracción turística, siguen vigentes.

Al final del vídeo se puede conectar una suerte de epilogo algo freak -en plan Muchachada nui, podríamos decir- que ofrece la respuesta de la bella doña Inés. Curioso.

El Cristo de la calavera

Esta es la única leyenda de las seleccionadas que no aparece en el libro de lectura que manejamos; se puede leer en otras edicions pero la forma más sencilla e imediata de accerder a ella es desde aquí. Edad Media, Toledo, caballeros enamorados, damas hermosísimas, lances de amor, apariciones sobrenaturales, engaños, burlas…¿se puede pedir más?

Rima XIV

Te vi un punto y, flotando ante mis ojos,
la imagen de tus ojos se quedó,
como la mancha oscura orlada en fuego
que flota y ciega si se mira al sol.

Adondequiera que la vista clavo,
torno a ver las pupilas llamear;
mas no te encuentro a ti, que es tu mirada,
unos ojos, los tuyos, nada más.

De mi alcoba en el ángulo los miro
desasidos fantásticos lucir;
cuando duermo los siento que se ciernen,
de par en par abiertos sobre mí.

Yo sé que hay fuegos fatuos que en la noche
llevan al caminante a perecer;
yo me siento arrastrado por tus ojos,
pero adónde me arrastran, no lo sé.

Poema en audio: Te vi un punto… (Rima XIV) de Gustavo Adolfo Bécquer por Favio Camero

Banda sonora

Si hay una leyenda de Bécquer que merece ser acompañada con banda sonora, ésta es sin duda Maese Pérez el organista; leer el texto escuchando un concierto de órgano puede resultar una singular experiencia. La filmación y grabación se llevó a cabo frente al órgano de la iglesia de Abarca de Campo, en Palencia.